SUEÑA ALONSO QUIJANO[5]

El hombre se despierta de un incierto

Sueño de alfanjes y de campo llano

Y se toca la barba con la mano

Y se pregunta si está herido o muerto.

¿No lo perseguirán los hechiceros

Que han jurado su mal bajo la luna?

Nada. Apenas el frío. Apenas una

Dolencia de sus años postrimeros.

El hidalgo fue un sueño de Cervantes

Y don Quijote un sueño del hidalgo.

El doble sueño los confunde y algo

Está pasando que pasó mucho antes.

Quijano duerme y sueña. Una batalla:

Los mares de Lepanto y la metralla.