LA PANTERA[1]

Tras los fuertes barrotes la pantera

Repetirá el monótono camino

Que es (pero no lo sabe) su destino

De negra joya, aciaga y prisionera.

Son miles las que pasan y son miles

Las que vuelven, pero es una y eterna

La pantera fatal que en su caverna

Traza la recta que un eterno Aquiles

Traza en el sueño que ha soñado el griego.

No sabe que hay praderas y montañas

De ciervos cuyas trémulas entrañas

Deleitarían su apetito ciego.

En vano es vario el orbe. La jornada

Que cumple cada cual ya fue fijada.