EL SUEÑO

Cuando los relojes de la media noche prodiguen

Un tiempo generoso,

Iré más lejos que los bogavantes de Ulises

A la región del sueño, inaccesible

A la memoria humana.

De esa región inmersa rescato restos

Que no acabo de comprender:

Hierbas de sencilla botánica,

Animales algo diversos,

Diálogos con los muertos,

Rostros que realmente son máscaras,

Palabras de lenguajes muy antiguos

Y a veces un horror incomparable

Al que nos puede dar el día.

Seré todos o nadie. Seré el otro

Que sin saberlo soy, el que ha mirado

Ese otro sueño, mi vigilia. La juzga,

Resignado y sonriente.