Camerún
Victoria:
Al señor Eric Saward, director ejecutivo de la UAC, y su esposa Sheila, que nos dieron una generosa bienvenida al Camerún.
Al señor MacCarney, director de la UAC, que nos prodigó su ayuda.
Al señor Walker, de Elders y Fyffes Ltd., que se encargó de que todas las provisiones para los animales llegaran a bordo en buen estado.
Al señor Dudding, comisionado adjunto, por su gran ayuda en la tramitación de los permisos para capturar animales.
Al señor Austin, de la Cooperativa Agrícola, que tuvo la amabilidad de enviar un gran camión desde la costa a Bafut para que tanto nosotros como nuestros animales zarpáramos a tiempo.
Kumba:
Al doctor William Crewe, que nos acogió tan liberalmente, junto con nuestros animales, en nuestro viaje hacia la costa.
Al señor Gordon, director de la UAC, que nos proporcionó un camión Bedford con tracción en las cuatro ruedas para transportar hasta la costa a nuestro cargamento de animales.
Mamfe:
Al señor John Henderson, director de la UAC, hacia quien nuestra gratitud no conoce límites.
Al señor John Topham, que nos invitó junto con los animales a invadir su casa en plena noche, hizo cuanto pudo por ayudarnos y además nos facilitó un camión para llevar a los animales hasta la costa.
Al señor John Thrupp, oficial de distrito de la División de Mamfe, que soportó con gran presencia de ánimo nuestras protestas y lamentaciones.
Al señor Martin Davis, oficial forestal, que nos ayudó de mil maneras y nos trajo a Tavy, nuestra segunda mangosta de patas negras.
Bamenda:
Al doctor Paul Gebauer, de la Misión Bautista del Camerún, quien, como en expediciones anteriores, sufrió mucho por culpa nuestra y pese a ello siempre nos acogió bien.
Al señor Brandt, director de la UAC, y su esposa Rona, que hicieron todo lo posible por amenizar nuestra estancia en Bamenda.
Al señor Shadock, ADO, que contribuyó de muchas maneras a facilitar nuestra marcha.
Al señor MacFarlane, oficial veterinario del Camerún, que nos prestó una valiosa ayuda en el cuidado de nuestros pupilos.
Al señor Stan Marriot, del Departamento de Agricultura, que cargó las baterías de nuestras cámaras y reparó nuestro Land-Rover en incontables ocasiones.
Al señor Dennison, director de la UAC, que nos ayudó en todo lo que pudo.
Tiko:
Al señor Bowerman, del CDC, que lo dispuso todo para nuestra estancia en la Casa de Reposo antes de que zarpáramos.
Damos asimismo las gracias al capitán, oficiales y marineros del M. V. Nicoya, y en particular al señor Terrance Huxtable, jefe de Camareros, que nos soportó, a nosotros y nuestros animales, con gran serenidad y comprensión.
Por último, agradecemos a nuestro buen amigo, el fon de Bafut, los «felices tiempos» con que nos obsequió.