NOTA

Para que no se pueda acusar al autor de mentiroso (¡Dios no lo permita!), debo decir que el reloj de la calavera descrito en el capítulo XIII no es imaginario. Es un reloj verdadero, cuya descripción se encontrará en la inapreciable obra de F. J. BRITTEN, Relojes antiguos y sus fabricantes, y está ahora en una colección privada. Lleva la firma de «Moyse, Blois», pero a fin de evitar complicaciones, ha sido atribuido a un relojero que vivió en una época más reciente. No necesito agregar que se ha usado simplemente para la conveniencia del relato, sin que se intente referirse a ninguna persona verdadera, viva o muerta.

J. D. C.