Los nombres árabes de esta novela, así como algunos latinos, han sido transcritos de manera que sean más fáciles de leer conforme a su pronunciación; por eso se observará que no coinciden algunos de ellos con las transcripciones de la nota histórica que se presenta a continuación, o con los de los libros y artículos de historia. Asimismo, se apreciará que las rimas de las poesías son irregulares y caprichosas; ello es porque son traducciones de versos árabes de la época, pertenecientes a poetas, como Mutanabbi o Ibn Marwan, entre otros, que eran muy conocidos en el momento. También se incluyen traducciones de algunos zéjeles populares que se han conservado en la tradición andalusí de ciudades como Fez, en las que se asentaron numerosos árabes peninsulares después de la Reconquista.
En relación con las oraciones pronunciadas por Asbag o rezadas en los oficios de monjes que se narran, pertenecen al Salterio; libro de oraciones que se usaba y se sigue usando por parte de los religiosos y los clérigos en diversos momentos de la jornada. Fundamentalmente, se trata de salmos e himnos de las Sagradas Escrituras.