[251]Henry Miller, Hamlet, pág. 156. <<

[252]Reich, La Fonction de l*orgasme, págs. 137-139. Y LAnalyse caractérielle, tr. fr. Payot (ambos traducidos al castellano en Ed. Paidós, 1981). <<

[253]Gisela Pankow, LHomme et sapsychose, 1969, págs. 68-72. Y sobre el papel de la casa, «La Dynamique de l’espace et le temps vécu», en Critique, febrero de 1972. <<

[254] Michel Cournot, en Le Nouvel Observateur, 1 de noviembre de 1971. <<

[255]David Cooper, «Aliénation mentale et aliénation sociale», Recherches, diciembre 1968, págs. 48-49: «La alienación social viene a recubrir la mayoría de las veces las diversas formas de alienación mental… Los admitidos en un hospital psiquiátrico, lo están no tanto porque estén enfermos, sino porque protestan de manera más o menos adecuada contra el orden social. El sistema social en el que están presos viene así a reforzar los perjuicios producidos por el sistema familiar en el que han crecido. Esta autonomía que intentan afirmar con respecto a una microsociedad sirve de revelador de una alienación masiva ejercida por toda la sociedad». <<

[256] Michel Foucault, «La folie, l’absence d’oeuvre», La Table ronde, mayo 1964 («Todo lo que hoy en día sentimos sobre el modo del límite, o de lo extraño, o de lo insoportable, habrá llegado a la serenidad de lo positivo…»). <<

[257]D. H. Lawrence, «Psychanalyse et inconscient», 1920, en Homme d’abord, bibl. 1018, págs. 255-256. <<

[258]Serge Leclaire, La Réalitédu désir, pág. 245. Y Séminaire Vincennes, 1969, págs. 31-34 (oposición entre le «cuerpo erógeno» y el organismo). <<

[259]Carta de Mozart, citada por Marcel Moré, Le Dieu Mozart et le monde des oiseaux, Gallimard, 1971, pág. 124: «Llegado a su mayoría de edad, encontró el medio de disimular su esencia divina entregándose a bromas escatológicas… » Moré muestra claramente cómo la máquina escatológica funciona bajo la «jaula» edípica y contra ella. <<

[260] En su estudio sobre «Objet magique, sorcellerie et fétichisme» (Nouvelle revue de psychanalyse, n.° 2, 1970), Pierre Bonnafé muestra a este respecto la insuficiencia de una noción como la de cuerpo despedazado: «Hay un despedazamiento del cuerpo, pero nunca con una sensación de pérdida o de degradación. Bien al contrario, tanto para el detentador como para el prójimo, el cuerpo es fragmentado por multiplicación: los otros ya no se relacionan con una persona simple, sino con un hombre-potencia x + y + z cuya vida ha crecido desmesuradamente, se ha dispersado uniéndose a otras fuerzas naturales… , puesto que su existencia ya no descansa en el centro de su persona, pues está disimulada en varios lugares lejanos e inexpugnables» (págs. 166-167). Bonnafé reconoce en el objeto mágico la existencia de las tres síntesis deseantes: la síntesis conectiva, que compone fragmentos de la persona con los de animales o vegetales; la síntesis disyuntiva inclusa que registra el compuesto hombre-animal; la síntesis conjuntiva que implica una verdadera emigración de los restos o residuos. <<

[261]Jacques Monod, Le Hasard et la nécessité, pág. 112. <<

[262] Es el prenombre on, traducible de diversas maneras, por ejemplo, en este caso, podría ser también uno. (N. del T.) <<

[263] Sobre «la doble muerte», cf. Maurice Blanchot, LEspace littéraire, Gallimard, 1955, págs. 104, 106 (tr. cast. Ed. Paidós, Buenos Aires, 1970) <<

[264] Reich, La Fonction de l*orgasme, pág. 103. (Se puede hallar en Paul Ricoeur una justa interpretación, aunque impregnada de idealismo, de la teoría de la cultura en Freud y de su evolución catastrófica en lo concerniente al sentimiento de culpabilidad: sobre la muerte y «la muerte de la muerte», cf. De linterpretation, Ed. du Seuil, 1965, págs. 299-303.) (trad. cast. Ed. Taurus). <<

[265]Freud, Inhibition, symptome et angoisse, 1926, tr. fr. P.U.F., pág. 53. <<

[266] Sobre la imposibilidad de las conversiones cualitativas inmediatas y la necesidad de pasar por una energía neutra, cf. Freud, «Le Moi et le ça», 1923, en Essais de psychoanalyse, tr. fr. Payot, págs. 210-215. Esta imposibilidad, esta necesidad, ya no se comprende, creemos, si se admite con Jean Laplanche que «la pulsión de muerte no tiene energía propia» (Vie et mort en psychoanalyse, Flammarion, 1970, pág. 211). La pulsión de muerte ya no podría entrar en un verdadero dualismo, o debería confundirse con la energía neutra misma, cosa que niega Freud. <<

[267]Nietzsche, Génédogie de la morale, II, 13 (tr. cast. Ed. Laia, 1981). <<

[268]D. H. Lawrence, La Verge dAaron, pág. 99. <<

[269]Henry Miller, Sexus, pág. 450-452 (añadimos lo que está entre paréntesis). Deberemos remitir en Sexus a los ejercicios de psicoanálisis cómico. Tr. cast. Ed. Alfaguara.) <<

[270]L. F. Celine, en LHerne, n.° 3, pág. 171. <<

[271]Cf. supra, cap. II, 7. <<

[272]Maurice Blanchot, LAmitié, Gallimard, 1971, págs. 232-233. <<

[273]Cf. Freud, «L’Inconscient», 1915, en Métapsychologie, tr. fr. Gallimard, págs. 152154: los dos usos del calcetín, uno psicótico, que lo trata como multiplicidad molecular de mallas, el otro neurótico, como objeto global y carencia molar. <<

[274] Maurice Dobb, Etudes sur le développement du capitalisme, pág. 191: «Existen razones por las que el pleno desarrollo del capitalismo industrial pide, no sólo una transferencia de los títulos de riqueza en provecho de una clase burguesa, sino también una concentración de la propiedad de la riqueza en manos de un grupo mucho más restringido.» <<

[275]Pierre Klossowski, Nietzsche et le cercle vicieux, págs. 174-175. El comentario de Klossowski sobre las formaciones de soberanía según Nietzsche (Herrschaftsgebilde), su poder absurdo o sin fin, y los fines y sentidos que se inventan en función de un grado de desarrollo de la energía, es esencial en todos los aspectos. <<

[276]Sobre el grupo y la ruptura o esquizia, cf. Change, n.° 7, el artículo de Jean-Pierre Faye, «Eclats», pág. 217: «Lo que cuenta, lo que a nuestros ojos es eficaz, no es tal o cual grupo, es la dispersión o la Diáspora que producen sus destellos» (Y págs. 212-213, el carácter necesariamente multívoco de los grupos sujetos y de su escritura). <<

[277] D. H. Lawrence, «Nous avons besoin les uns des autres», 1930, tr. Fr. En Eros et les chiens, Ed. Bourgois, pág. 285. Y Pornographie et obscenité, 1929 (tr. cast. Ed. Dilema, 1981). <<

[278] Freud, Cinq psychanalyses, pág. 307. <<

[279]Sobre el primer punto, Ernest Jones, La Vie et l’oeuvre de SigmundFreud, tr. fr. P.U.F., t. I, cap. 1 (trad. cast. Ed. Paidós, 1982). En cuanto al segundo punto, Freud, Le Roman familiar des névrosés, 1909. Para el tercero, L’Homme aux rats, passim, y el texto de Lacan, Le Mythe individuel du névrosé, C.D.U., págs. 7-18 (y pág. 25, sobre la necesidad de una «crítica a todo el esquema del Edipo»), Para el cuarto punto, «L’Homme aux loups», Cinq psychanalyses, págs. 336, 396, 398. <<

[280]Freud, Cinqpsychanalyses, pág. 400 (y págs. 336-337, 397). <<

[281] Ronald Laing, Soi et les outres, 1961 y 1969, tr. Fr. Gallimard, págs. 123-124, 134. <<

[282] Maud Mannoni, Le Psychiatre, son fou et lapsychanalyse, cap. VII. <<

[283]Fierre Klossowski, Nietzsche et le cercle vicieux, págs. 175, 202-203, 213-214 (tr. cast. Ed. Seix Barral). (La oposición entre los conjuntos de gregariedad y las multiplicidades de singularidades está desarrollada por todas partes en este libro, y además en La Monnaie vivante.) <<

[284]Cf. toda la obra de John Cage, y su libro Silence, Wesleyan University Press, 1961: «La palabra experimental puede convenir, con tal que no sea comprendida como designante de un acto destinado a ser juzgado en términos de éxito o fracaso, sino simplemente como designante de un acto cuya salida es desconocida» (pág. 13). Sobre las nociones activas o prácticas de descodificación, de destructuralización, y de la obra como proceso, debemos remitirnos a los excelentes comentarios de Daniel Charles sobre Cage, «Musique et anarchie», Bulletin de la Société française de philosophie, julio 1971 (encolerizamiento violento de algunos participantes en la discusión, reaccionando ante la idea de que ya no hay código…). <<

[285] Jacques Lacan, Ecrits, pág. 870. <<

[286] Sobre el análisis de los grupos sujetos, sus relaciones con el deseo y con la casualidad, cf. J. P. Sartre, Critique de la raison dialectique (trad. cast. Ed. Losada). <<

[287]André Glucksmann ha analizado la naturaleza de esta axiomática especial contrarrevolucionaria en Le Discours de la guerre, L’Herne, 1967 (trad. cast. Ed. Anagrama, 1969). <<

[288]Roheim, Psychanalyse et anthropologie, tr. fr. Gallimard, págs. 190-192. <<

[289]Pierre Auger, LHomme microscopique, Flammarion, pág. 138 (tr. cast. Ed. Gredos, 1969). <<

[290]Michel de M’Uzan, en La sexualité perverse, Payot, pág. 34-37. <<

[291] Sobre la continuidad y la discontinuidad maquínicas, Leroi-Gourhan, Milieu et techniques, Albin Michel, págs. 366 ss. <<

[292] Roheim muestra además el vínculo Edipo-proyección-representación. <<

[293]Marcel Moré, Le tres curieux Jules Verne y Nouvelles explorations de Jules Verne, Gallimard. <<

[294]Roger Dadoun, «Les ombilics du rêve», en L’espace du rêve, Nouvelle Revue de psychanalyse, n.° 5 (y sobre el sueño-programa, cf. Sarane Alexandrian, «Le revê dans le surréalisme», id.). <<

[295]Trost, Vision dans le cristal (ed. de l’Oubli), Visible et invisible (Arcanes), Librement mécanique (Minotaure). Gherasim Luca, Le vampirepassif (ed. de l’Oubli). <<

[296]Serge Leclaire, «La réalité du désir», en Sexualité humaine, Aubier. <<

[297] Sobre lo aleatorio, el «vector loco» y sus aplicaciones políticas, cf. los libros de Vendryes, Vie etprobalité (Albin Michel), Laprobalité en histoire (id.)y Déterminisme et autonomie (Armand Colin) (tr. cast. Ed. Grijalbo, 1969). Sobre una «máquina de draga», del tipo brownoide, Guy Hocquenghem, Le désir homosexuel (ed. Universitaires). <<

[298] Ivan Illich, «Re-tooling Society», Nouvel Observateur, 11 de setiembre de 1972 (sobre lo grande y lo pequeño en la máquina, cf. Gilbert Simondon, Du rnode d’existetice des objects techniques, Aubier, págs. 132-133). <<

[299] David Robinson, «Buster Keaton», Revue du cinema (este libro contiene un estudio de las máquinas de Keaton). <<

[300]Sobre este otro esquema biológico basado en los tipos de organización, cf. Postface, 2a ed. del Capital (Pléiade I, págs. 557-558). <<

[301] «Cada ruptura producida por la intrusión de un fenómeno de máquina se hallará junto a lo que se denominará un sistema de antiproducción, modo representativo específico de la estructura… La antíproducción será entre otras cosas lo que ha sido colocado bajo el registro de las relaciones de producción.» <<

[302]Sobre el papel de las máquinas en el futurismo y en el dadaísmo, cf. Noémi Blumenkraz, L’esthétique de la machine (Société d’esthétique), «La Spirale» (Revue d’esthétique, 1971). <<