[1]Cf. el texto de Büchner, Lenz, tr. fr. Ed. Fontaine (tr. cast. Ed. Montesinos, 1981). <<
[2]El cuerpo bajo la piel es una fábrica recalentada / y fuera / el enfermo brilla, / reluce, / con todos sus poros, / reventados. (N. del T.) Artaud, Van Gogh le suicidé de la société (tr. cast., Fundamentos, 1977) <<
[3]Cuando Georges Bataille habla de gastos o consumos suntuarios, no productivos, en relación con la energía de la naturaleza, se trata de gastos o consumos que no se inscriben en la esfera supuestamente independiente de la producción humana en tanto que determinada por «lo útil»: se trata, por tanto, de lo que nosotros llamamos producción de consumo (cf. La Notion de dépense y la Part maudite, Ed. de Minuit) (La parte maldita, tr. cast. EDHASA, 1974). <<
[4] Sobre la identidad Naturaleza-Producción y la vida genérica, según Marx, cf. los comentarios de Gerard Granel, «L’Ontologie marxiste de 1844 et la question de la coupure», en l*Endurance de lapensée, Plon, 1968, págs. 301-310. <<
[5]D. H. Lawrence, La Verge dAaron, tr. fr. Gallimard, pág. 199. <<
[6]Henry Miller, Tropique du Cancer, cap. XIII («… y mis entrañas se expanden en un inmenso flujo esquizofrénico, evacuación que me coloca frente a frente con lo absoluto…») (trad. cast. Ed. Bruguera, 1982). <<
[7]Henri Michaux, Les Grandes épreuves de Vesprit, Gallimard, 1966, págs. 26 y sg. <<
[8]Claude Lévi-Strauss, La Pensée sauvage, Plon, 1962, págs. 26 y sg. (tr. cast. F.C.E.). <<
[9]Artaud, en 84, n.° 5-6, 1948. <<
[10]Victor Tausk. «De la genèse de l’appareil à influencer au cours de la schizophrénie», 1919, tr. fr. en La Psychanalyse, n.° 4. <<
[11]Marx, Le Capital, III, cap. 25 (Pléiade II, pág. 1435). (Tr. cast. Siglo XXI). Cf. Althusser, Lire le Capital, los comentarios de Balibar, t. II, págs. 213 sg., y Macherey, t. I, págs. 201 sg. (Maspero, 1965) (tr. cast. Ed. Siglo XXI). <<
[12]Beckett, «Assez», in Tétes-mortes, Ed. de Minuit, 1967, págs. 40-41 (tr. cast. Ed. Tusquets, 1978). <<
[13]Freud, Cinqpsychanalyses, tr. fr. P.U.F., pág. 297 (tr. cast. Obras completas, Ed. Biblioteca Nueva, 1981). <<
[14] No creo ni en padre ni en madre. La segunda estrofa es intraducible o ilegible, un ejemplo de traducción libre podría ser: Ya nada con papá-mamá. (N. del T.) <<
[15]W. Morgenthaler, «Adolf Wolfli», tr. fr. LArt brut, n.° 2. <<
[16]LArt brut, n.° 3, pág. 63. <<
[17]Michel Carrouges, Les Machines célibataires, Arcanes, 1954. <<
[18]W. R. Bion es el primero que ha insistido en esta importancia del Yo siento; sin embargo, la inscribe tan sólo en el orden del fantasma, y realiza un paralelo afectivo con el Yo pienso. Cf. Elements of Psycho-analysis, Heinemann, 1963, páginas 94 sg. <<
[19]Artaud, La Pèse-nerfs, Gallimard, Oeuvres complètes I, pág. 112 (tr. cast. El pesanervios, Ed. Corazón, 1976). <<
[20]Pierre Klossowski, Nietzsche et le cercle vicieux, Mercure de France, 1969 (tr. cast. Ed. Seix Barral). <<
[21] G. de Clerambault, Oeuvrepsychiatrique, P.U.F. <<
[22] Kant, Critique du jugement, introducción, 3 (tr. cast. Ed. Espasa Calpe, 1981). <<
[23]Clément Rosset, Logique du pire, P.U.F., 1970, pág. 37 (tr. cast. Ed. Barral, 1976). <<
[24]La admirable teoría sobre el deseo de Lacan creemos que tiene dos polos: uno con relación al «pequeño objeto-a» como máquina deseante, que define el deseo por una producción real, superando toda idea de necesidad y también de fantasma; otro con relación al «gran Otro» como significante, que reintroduce una cierta idea de carencia. Podemos ver claramente la oscilación entre estos dos polos en el artículo de Leclaire sobre «La Réalité du désir» (en Sexualité humaine, Aubier, 1970). <<
[25] H. Miller, Sexus, tr. fr. Buchet-Chastel, pág. 277 (tr. cast. Seix Barral, 1984). <<
[26] Maurice Clavel señala, a propósito de Sartre, que una filosofía marxista no permite que se introduzca en el principio la noción de escasez o rareza: «Esta escasez anterior a la explotación erige en realidad nunca independiente, puesto que está situada a un nivel primordial, la ley de la oferta y la demanda. Por tanto, ya no se trata de incluir o deducir esta ley en el marxismo, puesto que es inmediatamente legible desde antes, en un plano del que el marxismo mismo se derivaría. Marx, riguroso, se niega a utilizar la noción de rareza (en el sentido de escasez, N. del T.), y debe negarla, pues esta categoría lo arruinaría» (Qui est aliéné?, Flammarion, 1970, pág. 330). <<
[27]Reich, Psycologie de masse du fascisme (tr. cast. Ed. Bruguera, 1980). <<
[28]En los culturalistas encontramos una distinción entre sistemas racionales y sistemas proyectivos, no aplicándose el psicoanálisis más que a estos últimos (por ejemplo, Kardiner). A pesar de su hostilidad frente al culturalismo, Reich, y también Marcuse, recogen algún aspecto de esta dualidad, aunque determinan y aprecian de un modo por completo distinto lo racional y lo irracional. <<
[29]Jankelevitch, Ravel, Ed. du Seuil, págs. 74-80. <<
[30] Sobre la histeria, la esquizofrenia y sus relaciones con estructuras sociales cf. los análisis de Georges Devereux, Essais d’ethnopsychiatrie général, tr. fr. Gallimard, págs. 67 sg. (tr. cast. Barral Editores, 1973), y las hermosas páginas de Jaspers, Strindberg et van Gogh, tr. fr. Ed. de Minuit, págs. 232-236 (tr. cast. Ed. Aguilar) (¿En nuestra época, es la locura «una condición de completa sinceridad, en campos en los que, en tiempos menos incoherentes, hubieran sido posibles sin ella experiencia y expresión honesta»? — pregunta que Jaspers corrige añadiendo: «Hemos visto que antaño algunos seres se esforzaban por lograr la histeria; del mismo modo, hoy podríamos decir que muchos se esfuerzan por llegar a la locura. Pero si la primera tentativa es posible psicológicamente en cierta medida, la otra no lo es en modo alguno y sólo puede conducir a la mentira.»). <<
[31]Robert Jaulin, La Mort Sara, Plon, 1967, pág. 122. <<
[32] Melanie Klein, La Psychanalyse des enfants, P.U.F.: «La orina en su aspecto positivo es un equivalente de la leche materna, el inconsciente no distingue en absoluto entre las substancias del cuerpo.» <<
[33] Bruno Bettelheim, La Forteresse vide, 1967, tr. fr. Gallimard, pág. 500. (trad. cast. Ed. Laia, 1981). <<
[34]Lacan, Ecrits, «Remarque sur le rapport de Daniel Lagache», ed. du Seuil, pág. 658: «…una exclusión que proviene de estos signos como tales y que no puede ejercerse más que como condición de consistencia en una cadena por cons-tituir; añadamos que la dimensión en la que se controla esta condición es sólo la traducción de la que una cadena tal es capaz. Detengámonos todavía un instante en este loto. Para considerar que es la inorganización real por la que estos elementos están mezclados, en lo ordinal, al azar, la que con motivo de su salida nos hace sacar las suertes…». <<
[35]Monakow y Mourgue, Introduction biologique a l’étude de la neurologie et de lapsychopathologie, Alcan, 1928. <<
[36]Lacan, Ecrits, «Position de l’inconscient», pág. 843. (Tr. cast. abv. Ed. Siglo XXI). <<
[37]Maurice Blanchot, LEntretien infini, Gallimard, 1969, págs. 451-452. <<
[38]J. H. Rush, LOrigine de la vie, tr. fr. Payot, pág. 141. <<
[39]Melanie Klein, Essais de psychanalyse, tr. fr. Payot, págs. 269-271 (el subrayado es nuestro). <<
[40]Bradbury, LHomme illustré, «La Brousse», tr. fr. Denoel (tr. cast. EDHASA, 1980). <<
[41]Artaud, «Je n’ai jamais rien etudié…», en 84, dic. 1950. <<
[42]Michel Foucault, Histoire de la folie à lâge classique, Plon, 1961, pags. 588-589 (tr. cast. de la ed. abreviada en Ed. F.C.E., México, 1979). <<
[43]«Ni siquiera porque predico el retorno a Freud puedo decir que Totem y tabú está errado. Es incluso por ello que hay que volver a Freud. Nadie me ha ayudado para saber lo que son las formaciones del inconsciente… No estoy diciendo que Edipo no sirva para nada, ni que no tenga ninguna relación con lo que hacemos. Ello no sirve para nada a los psicoanalistas ¡ello es cierto! Pero como los psicoanalistas seguramente no son psicoanalistas, ello no prueba nada… Son cosas que expuse en su momento; era cuando hablaba a gente a la que era preciso cuidar, eran: psicoanalistas. A ese nivel hablé de la metáfora paterna, nunca hablé de complejo de Edipo…» (Lacan, seminario 1970). <<
[44]J. Laplanche y J. B. Pontalis, «Fantasme originaire, fantasmes des origines et origine du fantasme», Temps modernes, n.° 215, abril 1964, págs. 1844-1846. (tr. cast. Ed. Nueva Visión). <<
[45] Sobre la existencia de una pequeña máquina en el «fantasma originario», pero existencia siempre entre bastidores, cf. Freud, Un caso de paranoia que contradecía la teoría psicoanalítica de esta afección, 1915. <<
[46] «Jean-Jacques Abrahams, L’Homme au magnétophone, dialogue psychanalytique». Temps modernes, n.° 274, abril 1969 (tr. cast. Ed. Anagrama): «A: Ya ves que no es tan grave como todo eso: no soy tu padre; y puedo gritar más pero no. Bueno, ya basta. — Dr. X: ¿Ahora imita a su padre? — A: No, no; al suyo. Al que veo en sus ojos. — Dr. X: Usted intenta hacer el papel… — A: … Usted no puede curar a la gente, tan sólo puede endosarles su problema de padre del que nunca sale; y de sesión en sesión arrastra sus víctimas con el problema del padre… Yo era el enfermo, usted era el médico; usted por fin había vuelto a su problema de infancia, de ser el hijo frente al padre… — Dr. X: yo telefoneaba al 609 para hacerle marchar, al 609, a la policía para que lo expulsen. — A: ¿A la policía? ¿Al papá? ¡eso es! Su papá es agente de policía y usted iba a telefonear a su papá para que viniera a buscarme… ¡Qué historia de locos! Usted está nervioso, excitado, sólo porque uno saca un aparatito que va a permitirnos comprender lo que aquí está pasando.» <<
[47]Marx, Economie et philosophie, Pléiade II, pág. 98 (tr. cast. Ed. Alianza, 1974). Y el excelente comentario de François Chatelet sobre este punto, «La Question de l’athéisme de Marx», in Etudes philosophiques, julio 1966. <<
[48] Freud, «Análisis terminable e interminable», 1937: «Los dos temas que se corresponden son, para la mujer, la envidia del pene, la aspiración positiva a poseer un órgano genital masculino; para el hombre, la rebelión contra su propia actitud pasiva o femenina con respecto a otro hombre… Nunca se tiene tanta impresión de predicar en el desierto como cuando se quiere presionar a las mujeres para que abandonen, ya que es irrealizable, su deseo de pene, o cuando se intenta convencer a los hombres de que su actitud pasiva frente a otro hombre no equivale a la castración y de que es inevitable en muchas relaciones humanas. Una de las resistencias de transferencia más fuertes emana de la sobrecompensación obstinada del hombre. No quiere doblegarse ante un substituto del padre, se niega a ser su deudor, y con ello se niega a verse curado por el médico… » <<
[49]Sobre la importancia de esta controversia, cf. André Green, «Sur la Mère phallique»,
Revue française de psychanalyse, enero 1968, págs. 8-9. <<
[50]Cf. por ejemplo la protesta (moderada) de Betty Friedan contra la concepción freudiana y psicoanalítica de los «problemas femeninos», tanto sexuales como sociales: La Femme mystifiée, 1963. tr. fr. Gonthier, t. I, págs. 114 y siguientes (tr. cast. Ed. Júcar, 1974). <<