TERCER PRÓLOGO

Un aviso para caminantes que no figura en el libro, al menos en formulación directa: «El corrector siempre tiene razón». Se colige que los escritores nunca siguen todos los consejos del corrector o correctora, porque todos han pecado y no alcanzan la perfección editorial. En otras palabras: escribir es humano y corregir divino. La revisión de este libro ha corrido a cargo de Chuck Verrill, al igual que otras muchas de mis novelas. Y le digo lo de siempre: Chuck, has estado divino.

STEPHEN