Considera tu buen nombre como la joya más valiosa que poseer puedas, pues el reconocimiento es como el fuego: una vez que hemos logrado que prenda, conservamos fácilmente encendida su llama, pero si alguna vez permitimos que se extinga, nos resultará ardua la tarea de volver a avivarla. El modo de labrarnos una buena reputación es esforzarnos por ser lo que deseamos aparentar.

SÓCRATES (470-399 a. C.).