Prefacio

Gordiano el Sabueso, investigador de la Roma antigua, fue presentado en Sangre romana, la primera novela de la serie que al final se ha llamado Roma sub rosa.

Sangre romana transcurría en el año 80 a.C., durante las consecuencias de la sangrienta guerra civil que puso al dictador Sila temporalmente al mando de la República Romana. La novela describe el juicio en que el joven orador Marco Tulio Cicerón imprimió su primera huella en los tribunales romanos, defendiendo a un hombre acusado de parricidio. Para descubrir la verdad, Cicerón recurría a Gordiano, un hombre de treinta años con una habilidad especial para revolver la porquería.

La siguiente novela de la serie, El brazo de la justicia, transcurría durante el caos de la rebelión de Espartaco, en el año 72 a.C. Así pues, entre Sangre romana y El brazo de la justicia había un paréntesis de ocho años en las actividades profesionales de Gordiano. Los lectores curiosos han preguntado a qué se dedicó Gordiano durante aquellos ocho años «perdidos».

La respuesta (al menos en parte) se encuentra en este libro. Cronológicamente, debería ser el segundo de la serie. Recoge las investigaciones de Gordiano el Sabueso (las que hasta ahora se han hecho públicas) entre los años 80 y 72 a.C., es decir, después de Sangre romana y antes de El brazo de la Justicia. Como comprobará el lector, no faltan asesinatos, secuestros, prodigios, desapariciones, decapitaciones, sacrilegios, robos, testamentos falsificados y otros enigmas que se resolvieron por entonces.

Al lado de Gordiano, en algunas historias, creciendo rápidamente, está Eco, el joven mudo que conoció en Sangre romana. También está Bethesda, la concubina judeoegipcia de Gordiano, que tiene una habilidad sui generis para resolver delitos. Una historia cuenta cómo compró Gordiano a su leal guardaespaldas Belbo. Otra retrocede hasta una de las primeras aventuras de nuestro héroe, cuando todavía era joven, carecía de responsabilidades y vivía en Alejandría. Cicerón y Catilina desempeñan importantes papeles; Marco Craso y el joven Julio César se perciben entre bambalinas.

Los lectores descubrirán en este volumen el origen de la amistad de Gordiano con su patricio benefactor, Lucio Claudio. La granja etrusca que visita Gordiano en «El zángano y la miel» es la misma que heredará más tarde, en El enigma de Catilina. La casa del Palatino que visita en «La desaparición de la plata de las Saturnales» y en «El gato de Alejandría» es la misma en la que vivirá después.

Las historias se presentan por orden cronológico. Los lectores a los que les guste la historia tanto como la intriga policíaca encontrarán una cronología detallada al final del libro, más unas notas sobre las fuentes históricas.