Primero se podía leer en un ordenador portátil o no y después en las agendas electrónicas (Psion y eBookMan) y las PDA (Palm Pilot, Pocket PC y muchas otras). Después siguen los primeros smartphones de Nokia y de Sony Ericsson. Empiezan también a difundirse las tabletas de lectura. Las primeras son el Rocket eBook, el SoftBook Reader y el Gemstar eBook, pero no duran mucho. Tras un periodo de inercia, se mejora la potencia y la calidad de la pantalla de algunas tabletas más ligeras, como por ejemplo el Cybook (nueva versión) o el Sony Reader, al que se añade el Kindle en noviembre de 2007 y el iPad en abril de 2010. Se habla entonces de un soporte flexible y ultrafino, llamado «papel electrónico», para los años siguientes.
El Psion Organiser es la agenda electrónica más antigua. La sociedad británica Psion lanza el primer modelo a partir de 1984. A lo largo de los años, la gama de aparatos se extiende y esta sociedad alcanza un nivel internacional.
En 2000, los diferentes modelos (Serie 7, Serie 5mx, Revo, Revo Plus) padecen la competencia del Palm Pilot y del Pocket PC. Tras una disminución de las ventas, la sociedad decide diversificar sus actividades. Recompra Teklogix y funda Psion Teklogix en septiembre de 2000, con el fin de desarrollar soluciones móviles inalámbricas destinadas a las empresas. En 2001 se funda Psion Software cuya misión es desarrollar software para la nueva generación de aparatos portátiles que utilizan la plataforma Symbian OS, por ejemplo para el smartphone Nokia 9210, un modelo precursor comercializado el mismo año.
Profesora e investigadora en la Escuela Práctica de Altos Estudios (EPHE: École Pratique des Hautes Études) de la Universidad de la Sorbona en París, Marie-Joseph Pierre utiliza un Psion desde hace varios años para leer y estudiar en el tren durante los frecuentes trayectos entre Argentan (Normandía), su ciudad de residencia, y París. Compró su primer Psion en 1997, un Serie 3, sustituido más adelante por un Serie 5, y luego por un Psion 5mx en junio de 2001.
Marie-Jo cuenta en febrero de 2002: «He cargado en mi Psion 5mx (16 + 16 M) un montón de documentos literarios entre los cuales mis propios trabajos y la Biblia en su totalidad. Lo consulto sobre todo en el tren o para mis clases, cuando no puedo llevarme una biblioteca entera. He seleccionado los ajustes del programa que permiten una lectura página por página como en un verdadero ebook. Es cómodo poder cargar una enorme masa documental en un soporte minúsculo. Pero el uso no es el mismo que el de un libro, sobre todo que el de un libro de bolsillo, porque uno lo puede hojear, torcer, sentir…, y abrirlo directamente en la página que le ha gustado. Es mucho menos agradable utilizar una PDA, sobre todo cuando la página es pequeña: resulta imposible tener una visión de conjunto. Pero tiene una cualidad apreciable: uno puede retocar el texto que tiene guardado en la PDA, buscar palabras precisas en el texto, reutilizar citas, y hacer todo lo que permite el tratamiento informático del documento, y esto sí que me ha sido útil en mi trabajo, o para mis actividades asociativas. He aquí un ejemplo: formo parte de una pequeña sociedad poética local, y en los próximos días organizaremos un recital de poesía. Con la PDA he podido buscar textos de Victor Hugo, leerlos e incluso cargarlos a partir del sitio web de la Biblioteca Nacional de Francia: esto sí que es estupendo.»
Basada en New Jersey (Estados Unidos), la sociedad Franklin comercializa a partir de 1986 el primer diccionario consultable en una máquina de bolsillo. Quince años más tarde, Franklin distribuye 200 obras de referencia en máquinas de bolsillo: diccionarios monolingües y bilingües, enciclopedias, biblias, manuales didácticos, obras de medicina y libros de ocio.
En octubre de 2000, Franklin lanza el eBookMan, una PDA multimedia que entre otras funcionalidades (agenda, dictáfono, etc.) permite la lectura de libros digitales en el software de lectura Franklin Reader. En la misma fecha, el eBookMan recibe el eBook Technology Award (Precio de tecnología para ebooks) de la Feria internacional del libro de Fráncfort (Alemania).
Tres modelos (EBM-900, EBM-901 y EBM-911) están disponibles a principios de 2001. Cuestan respectivamente 130, 180 y 230 USD. El precio se pone en función del tamaño de la memoria RAM (8 o 16 M) y de la calidad de la pantalla de cristal líquido (o pantalla LCD: Liquid Cristal Display), retroiluminada o no en función de los modelos. La pantalla es mucho más grande que la de sus competidores, pero en cambio no existe más que en blanco y negro, mientras que la gama Pocket PC y algunos modelos Palm tienen una pantalla en color. El eBookMan permite también escuchar libros audio y archivos musicales en formato MP3.
En octubre de 2001, Franklin renuncia a integrar el Microsoft Reader en el eBookMan, y opta por el Mobipocket Reader, un software de lectura que considera más avanzado. En la misma fecha, el Mobipocket Reader recibe el eBook Technology Award de la Feria internacional del libro de Fráncfort. El Franklin Reader se va adaptando poco a poco a las gamas de aparatos portátiles Psion, Palm, Pocket PC y Nokia. Franklin desarrolla también una librería digital en su sitio web, tras la firma de acuerdos con varios editores, por ejemplo con Audible, para obtener el acceso a su colección de 4.500 audiolibros digitales.
En el año 2000, todos los fabricantes de PDA deciden integrar un software de lectura en su máquina, además de las funcionalidades estándar (agenda, dictáfono, lector de MP3, etc.). Negocian al mismo tiempo los derechos de difusión digital de centenas de títulos, directamente o bien a través de librerías digitales. Aunque el tamaño reducido de la pantalla preocupe a los profesionales del libro, los defensores de la lectura en PDA aseguran que el tamaño de la pantalla no es un problema. Los favoritos del mercado son las gamas Palm Pilot y Pocket PC.
La sociedad Palm lanza el primer Palm Pilot en marzo de 1996 y vende 23 millones de Palm Pilot entre 1996 y 2002. Su sistema operativo es el Palm OS y el software de lectura asociado es el Palm Reader. En marzo de 2001, la gama Palm Pilot permite también la lectura de libros digitales con el software Mobipocket Reader.
Lanzada por Microsoft a partir de abril de 2000, la PDA Pocket PC utiliza el sistema operativo Windows CE, que integra el nuevo software de lectura Microsoft Reader. En octubre de 2001, Windows CE es sustituido por Pocket PC 2002, que permite, entre otras cosas, leer libros digitales sometidos a derechos de autor. Estos libros están protegidos por un sistema de gestión de los derechos digitales, el Microsoft DAS Server (DAS: Digital Asset Server). En 2002, la gama Pocket PC permite la lectura en tres software: el Microsoft Reader, por supuesto, el Mobipocket Reader y el Palm Reader.
El mercado de las PDA sigue creciendo. Según el sitio web de Seybold Reports, se cuenta con 17 millones de PDA por el mundo en abril de 2001 mientras que sólo hay 100.000 tabletas de lectura. Se venden 13,2 millones de PDA en 2001, y 12,1 millones en 2002.
En 2002, la gama Palm Pilot sigue siendo líder en el mercado, con 36,8% de las máquinas vendidas, seguido por la gama Pocket PC de Microsoft y los modelos de Hewlett-Packard, Sony, Handspring, Toshiba y Casio. Los sistemas operativos utilizados son esencialmente el Palm OS (para 55% de las máquinas) y el Pocket PC (para 25,7% de las máquinas).
En 2004, se observan una mayor diversidad de modelos y una disminución de precios para los fabricantes. Palm, Sony y Hewlett-Packard son los tres principales fabricantes. Luego vienen Handspring, Toshiba, Casio y otros. Pero la PDA padece cada vez más la competencia del smartphone, un teléfono móvil-PDA, y las ventas empiezan a disminuir. En febrero de 2005, Sony decide retirarse del mercado de las PDA.
El primer smartphone es el Nokia 9210, modelo precursor lanzado en 2001 por la sociedad finlandesa Nokia, gran fabricante mundial de teléfonos móviles. Luego aparecen el Nokia Series 60, el Sony Ericsson P800, y más adelante los modelos de Motorola y de Siemens. Estos diferentes modelos permiten leer libros digitales con el Mobipocket Reader.
Llamado también teléfono multimedia, teléfono multifunción o teléfono inteligente, el smartphone dispone de una pantalla en color y de sonido polifónico. También tiene cámara digital, además de las funciones de una asistente personal (agenda, dictáfono, lector de libros digitales, lector de música, etc.).
Los smartphones representan el 3,7% de las ventas de teléfonos móviles en 2004 y el 9% de las ventas en 2006, a saber 90 millones de unidades de un total de unos mil millones.
Si bien los libros digitales tienen para rato, es muy probable que los aparatos de lectura conozcan cambios con frecuencia. Denis Zwirn, presidente de la librería digital Numilog, explica en febrero de 2003: «En los diez próximos años, el material de lectura digital utilizado por los individuos y por las empresas se irá adaptando cada vez más a situaciones de movilidad, impulsando la creación de máquinas cada vez más avanzadas (en términos de visualización, de memoria, de funcionalidades, de peso…) y cada vez más baratas. Hoy día esto ya se está concretando con las PDA (Pocket PC y Palm Pilot), las Tablet PC y los smartphones, o los smart displays (pantalla táctil inalámbrica). En mi opinión se observarán tres tendencias: la convergencia de los usos (teléfono/PDA), la diversificación de los tipos y tamaños de aparatos (desde el reloj-PDA-teléfono hasta el Tablet PC waterproof) y la democratización del acceso a las máquinas portátiles (PDA para niños por 15 euros). Si los editores y libreros digitales logran aprovechar la oportunidad, esta evolución representa un entorno tecnológico y cultural dentro del cual los libros digitales, bajo formas variadas, podrían convertirse en un modo natural de acceso a la lectura para toda una generación.»
En la misma fecha, cabe preguntarse si las tabletas especializadas como el Cybook, el Sony Reader o el Kindle verdaderamente pueden competir con los smartphones multifuncionales. Cabe preguntarse también si existe una clientela específica para cada una de las dos máquinas, ya que la lectura en un teléfono celular y en un smartphone se dirige más bien al público llano, mientras que la lectura en tabletas se dirige más bien a las personas que consumen gran cantidad de documentos, a saber los alumnos de secundaria, los estudiantes, los docentes, los investigadores o los juristas. Y el debate seguirá abierto en 2010, pero sin hablar de una clientela específica.
Al principio los libros digitales eran legibles únicamente en una pantalla de ordenador de sobremesa, portátil o ultraportátil. Además del almacenamiento de unos mil libros, o incluso más dependiendo del tamaño del disco duro, el ordenador permite utilizar instrumentos de ofimática estándar, conectarse a la web, escuchar archivos musicales y ver videos o películas. A algunos usuarios también les atrae el webpad, aparecido en 2001, un ordenador pantalla sin disco duro con una conexión inalámbrica al internet, o el Tablet PC, una tableta informática con pantalla táctil lanzada a finales de 2002.
En 1999, para mayor movilidad, aparecen tabletas de lectura del tamaño de un libro (grueso), que suelen ser llamados ebooks, libros electrónicos, libros-e, ciberlibros o lectores especializados. Las primeras tabletas de lectura suscitan cierto entusiasmo, aunque pocas personas lleguen a comprarlas, debido a su precio prohibitivo y a que no hay mucho para escoger en el catálogo de libros digitales. Aún dista mucho de poder equipararse con el de los libros impresos.
Las primeras tabletas de lectura se conciben y se perfeccionan en la Silicon Valley (California). Incluyen una pantalla de cristal líquido (o pantalla LCD: Liquid Crystal Display), retroiluminada o no, en blanco y negro o en color. Funcionan con batería y disponen de un módem integrado y de un puerto USB (Universal Serial Bus) que permite conectarse al internet y descargar libros a partir de librerías digitales.
El modelo más conocido en 1999, el Rocket eBook, es creado por la sociedad NuvoMedia, financiada por la cadena de librerías Barnes & Noble y el gigante de los media Bertelsmann. Otro modelo, el SoftBook Reader, es desarrollado por la sociedad SoftBook Press, financiada por las dos grandes editoriales Random House y Simon & Schuster. Se estrenan otros modelos que duran poco, por ejemplo el EveryBook, un lector de doble pantalla creado por la sociedad del mismo nombre, o el Millennium eBook, creado por la sociedad Librius.com. En aquella no tan remota época, todas esas tabletas electrónicas pesaban entre 700 gramos y 2 kilos y en ellas cabían unos diez libros.
Presentados en octubre de 2000 en Nueva York, los dos primeros modelos de Gemstar eBook son los sucesores del Rocket eBook (concebido por NuvoMedia) y del SoftBook Reader (concebido por SoftBook Press), debido a la recompra de NuvoMedia y SoftBook Press por la sociedad de medios Gemstar-TV Guide International en enero de 2000.
Comercializados en noviembre de 2000 en los Estados Unidos, estos dos modelos el REB 1100 (pantalla en blanco y negro, sucesor del Rocket eBook) y el REB 1200 (pantalla en color, sucesor del SoftBook Reader) son construidos y vendidos bajo la marca RCA, que pertenece a Thomson Multimedia. El sistema operativo, el navegador y el software de lectura son específicos al producto, así como el formato de lectura, basado en el formato OeB (Open eBook). Los dos modelos son vendidos en 300 y 699 USD por el supermercado SkyMall.
Las ventas son muy inferiores a los pronósticos. En abril de 2002, un artículo del New York Times anuncia la suspensión de la fabricación de estos aparatos por RCA. En el otoño de 2002, sus sucesores, el GEB 1150 y el GEB 2150, son producidos bajo la marca Gemstar y vendidos por SkyMall a un precio más barato (199 y 349 USD), con o sin suscripción anual o bianual a la librería digital de Gemstar eBook.
Pero las ventas siguen siendo poco concluyentes y Gemstar decide poner fin a sus actividades eBook. La sociedad abandona la venta de tabletas de lectura en junio de 2003, y al mes siguiente también abandona la venta de libros digitales.
Primera tableta de lectura europea, el Cybook (21 x 16 cm, 1 kilo) es concebido y desarrollado por la sociedad francesa Cytale, y comercializado a partir de enero de 2001. Su memoria 32 megabytes de memoria SDRAM (Synchronous Dynamic Random Access Memory) y 16 M de memoria flash permite almacenar 15.000 páginas de texto, o sea 30 libros de 500 páginas.
Olivier Pujol, director general de Cytale, escribe en diciembre de 2000: «Hace dos años mi camino se cruzó con el de un extraordinario proyecto, aún en ciernes: el libro electrónico. Desde aquel día me he convertido en el promotor impenitente de este nuevo modo de acceso al documento escrito, a la lectura, y a la felicidad de leer. La lectura digital por fin se está desarrollando, gracias a este maravilloso objeto: biblioteca, librería nómada, libro «adaptable», y también medio de acceso a todos los sitios literarios (o no), y a todas las nuevas formas de literatura, pues también es una ventana abierta sobre la web.»
Pero las ventas son muy inferiores a los pronósticos y por lo tanto la sociedad se ve obligada a declararse en suspensión de pagos. Cytale es declarada en liquidación judicial en julio de 2002 y en la misma fecha abandona sus actividades.
Unos meses más tarde, la sociedad Bookeen, creada en 2003 a iniciativa de Michael Dahan y Laurent Picard, ambos ingenieros en Cytale, retoma la comercialización del Cybook. En julio de 2007, Bookeen presenta la nueva versión de su tableta, bautizada Cybook Gen3, con una pantalla que utiliza la tecnología E Ink.
En abril de 2004, Sony lanza en Japón su primer lector, el Librié 1000- EP, producido en colaboración con las sociedades Philips y E Ink. Esta tableta es la primera en utilizar la tecnología de visualización desarrollada por la sociedad E Ink y llamada comúnmente tinta electrónica.
El aparato sólo pesa 300 gramos (con pilas y protección de pantalla), y mide 12,6 x 19 x 1,3 centímetros. Su memoria es de 10 M con posibilidad de extensión y su capacidad de almacenamiento es de 500 libros. La pantalla mide 6 pulgadas, su definición es de 170 DPI (Dots Per Inch) y tiene una resolución de 800 x 600 pixeles. Un puerto USB permite descargar libros desde un ordenador. El aparato se compone también de un teclado, de una función de grabación y de una síntesis de voz. Funciona con cuatro pilas alcalinas, que en teoría permiten consultar unas 10.000 páginas. Cuesta 375 USD.
Luego el Librié deja paso al Sony Reader, lanzado en octubre de 2006 en los Estados Unidos, y vendido por 350 USD.
La librería en línea Amazon.com lanza en noviembre de 2007 su propia tableta de lectura, el Kindle, que tiene forma de libro (19 x 13 x 1,8 cm, 289 gramos), con una pantalla en blanco y negro (6 pulgadas, 800 x 600 pixeles), un teclado, una memoria de 256 Mo (extensible con tarjeta SD), una conexión WiFi y un puerto USB. Vendido por 400 USD (273 euros), puede contener hasta 200 libros escogidos entre los 80.000 disponibles en el catálogo de Amazon. Se venden 538.000 Kindle en 2008.
En febrero de 2009, Amazon lanza una nueva versión del Kindle, el Kindle 2, con un precio de 359 dólares (más barato después) y un catálogo de 230.000 títulos. En mayo de 2009, lanza el Kindle DX con una pantalla más grande, para los diarios o los libros con imágenes, por ejemplo, con un precio de 489 USD.
En abril de 2010, Apple lanza el iPad, su tableta digital multifunción, en los Estados Unidos con un precio de 499 USD y una librería (iBookstore) de 60.000 libros que crece rápidamente. Un lanzamiento mundial sigue en junio de 2010. Después del iPod y del iPhone, dos objetos de culto para toda una generación, Apple también se convierte en un actor importante en el ámbito del libro digital.
Puede ser que la competencia resulte dura dentro de este mercado tan prometedor. Ya veremos a qué modelos darán preferencia los usuarios por su solidez y su peso reducido, por ser económicos y por ofrecer una verdadera «comodidad de lectura», sin olvidar la dimensión estética y las posibilidades de lectura en tres dimensiones.
Según Jean-Paul, webmaster del sitio web hipermedia cotres.net, entrevistado en enero de 2007, «ha habido un adelanto. Gracias a las PDA y a otros aparatos portátiles multimedia, el público se ha ido acostumbrando a manipular pantallas táctiles de dimensión individual (más que cualquier aparato de pago público). El hipermedia se ha convertido hoy día en una evidencia. Ahora les toca a los ingenieros y a los especialistas del marketing ingeniárselas para elaborar un objeto rentable, ligero, atractivo, no demasiado frágil, que ocupe lo mejor posible el espacio que separa las dos manos del terrícola sentado en el autobús o en el WC: la superficie de una hoja A4 en formato italiano, o sea ± 800 x 600 pixeles. Por supuesto, el contenido no estará en 2 dimensiones sino en 3, como los GPS de próxima generación, o las miras telescópicas en la carlinga de un A-Win.»
El «papel electrónico» debería llegar pronto, con las sociedades E Ink y Plastic Logic en primera línea para proponernos soportes de lectura flexibles y ultrafinos.