EVOLUCIÓN DEL SISTEMA

Una vez que las pautas de interacción familiar (reglas) han sido identificadas y comparadas con la estructura de referencia familiar deseada (deseos), el terapeuta familiar está preparado para comenzar la segunda fase de una sesión de terapia familiar, es decir, hacer evolucionar el sistema para que las reglas no interfieran con las necesidades de cada miembro. Los sistemas cerrados son creados por personas que están tomando las mejores opciones de su modelo del mundo, personas que están usando los procesos de modelamiento humano de la mejor forma que pueden. Pero, desgraciadamente, están confundiendo el mapa con el territorio, y el resultado son reglas acerca de cómo debe actuar cada miembro del sistema familiar (canales de salida), cómo debe pensar (sistemas representacionales) y de qué se debe dar cuenta (canales de entrada). La brecha entre los deseos y necesidades de los miembros de la familia y los patrones y reglas familiares, es resultado del proceso de modelamiento de esos miembros. Para que la terapia familiar sea efectiva, tiene que ocurrir algún cambio en la forma en que los miembros de la familia hacen sus modelos (crean representaciones), como también en las reglas mismas. Los ingredientes necesarios para este cambio ya fueron presentados en Magia I y en los capítulos previos de Magia II. Sin embargo, en la terapia familiar deben ser usados en forma especial y delicada o el sistema familiar no sobrevivirá como tal. Ningún miembro de la familia puede ser dejado atrás con el viejo conjunto de reglas, y ningún miembro puede estar fuera de ellas. El resultado de alienar a algún miembro de la familia de cualquiera de estas dos formas provocará una división del sistema (divorcio, separación, hostilidad u otras cosas peores). El terapeuta familiar debe caminar por esta cuerda floja con el máximo cuidado. Para hacer más fácil la tarea, se entregarán algunos sencillos principios. La estrategia global para hacer evolucionar el sistema familiar consiste en usar los tres procesos de modelamiento humano de tal manera que los límites del sistema familiar sean expandidos.

  1. Un paso necesario será la recuperación del material eliminado. Las preguntas del Meta-modelo servirán para proporcionar comunicaciones lingüísticas más plenas, y por lo tanto, representaciones más plenas a los miembros que escuchan. Además, será importante agregar nuevos canales de entrada y salida y crear sistemas representacionales, porque estos permiten a las personas comunicarse con otros en forma significativa.
  2. La remoción de las distorsiones constituirá gran parte del trabajo de evolución del sistema, usando el Meta-modelo para denominalizar lingüísticamente. También tendrá un rol importante la re-denominación, el traspaso de un sistema representacional a otro y el acceso a los recuerdos.
  3. Otros pasos necesarios serán romper las generalizaciones por medio de las técnicas del Meta-modelo, comparar los modelos de los diferentes miembros de la familia, y en especial, desafiar la mal-formación semántica lectura de mente.
  4. Los movimientos hacia la meta-posición serán también parte efectiva de un sistema familiar en evolución. Pueden ser utilizados tanto para instruir a los miembros a lograr comunicaciones más efectivas, como para cambiar patrones ver-sentir u oír-sentir que derivan en reglas rígidas.

Si un terapeuta familiar puede hacer evolucionar un sistema familiar de modo que la retroalimentación no sea calibrada, emergerán nuevas pautas de conducta de todos los miembros de la familia, a medida que van creando representaciones más ricas del mundo compartido en que viven. Esto requerirá, sin embargo, que los miembros de la familia aprendan que el mapa no es el territorio, al menos en algunas áreas de sus vidas. Rara vez se logra esto con sólo decirlo, y el trabajo del terapeuta deberá centrarse en proporcionar experiencias a los miembros de la familia para que aprendan que esta es una realidad innegable, y que además puede ser placentera. El dolor y la desesperanza de aquellos que buscan terapia familiar son evidenciados por su presencia. Quieren más de lo que tienen, y no creen tener los recursos para lograrlo. El terapeuta verdaderamente hábil deberá hacer más que simplemente dar una solución al problema inmediato. Deberá lograr que el descubrimiento de esa solución sea una experiencia placentera, proporcionando patrones para enfrentar situaciones que se puedan generalizar a otras áreas de la vida familiar, y al mismo tiempo, debe lograr que todos los miembros de la familia sean respetables para todos los otros. La creación de funciones de sinestesia nuevas, negativas no será tan beneficiosa como un aprendizaje entretenido y gratificante de nuevas formas de enfrentar situaciones. El resultado ideal de la terapia familiar es crear un sistema abierto que genere la creación de nuevos patrones para enfrentar situaciones, basados en la retroalimentación sensorial.

Veamos ahora una entrevista familiar, parte por parte, para dar sentido a los principios que hemos presentado aquí. Esta es la primera vez que esta familia es entrevistada por el terapeuta. Son cuatro miembros:

Esta familia se presentó «voluntariamente» para ser entrevistada en una sesión de demostración con uno de los autores. Habían sido vistos previamente en dos oportunidades por otro terapeuta, quien los describió al autor como un grupo imposible, poco cooperador y que no quería realmente ser ayudado, hasta que los desafió para que se presentaran a la demostración. Cuando aceptaron, se sorprendió; luego nos advirtió que podría ser una mala elección para una demostración, porque probablemente no iban a cooperar. Escogimos esta transcripción porque permite mostrar cómo las buenas intenciones pueden ser fácilmente mal interpretadas. A pedido de los terapeutas, no se dio ninguna otra información antes de la sesión. La familia llegó a la sesión: la madre, luego el padre, con los hijos de la mano. Se sentaron en las cuatro sillas disponibles:

Luego entró el terapeuta. Las presentaciones fueron hechas por el moderador.

Terapeuta: Estoy muy agradecido que hayan venido y estén aquí conmigo hoy. También quiero agradecerles por permitir que los observadores compartan la experiencia con nosotros, con lo cual lograrán nuevos aprendizajes. Espero también que esta vez sea posible para todos ustedes (dirigiéndose a la familia) aprender cosas nuevas. Me gustaría comenzar averiguando cuáles exactamente podrían ser esas cosas. Empezaré contigo, Samuel. ¿Qué te gustaría que ocurriera aquí? ¿Qué esperas que pase hoy día?

Samuel: Ummmm, bueno, no sé qué ocurrirá.

Terapeuta: Tienes razón; yo tampoco lo sé. ¿Pero qué esperas que pase?

Samuel: Eh… fuimos donde el doctor P. primero debido a Olivia. Tuvo algunos problemas y nos recomendaron que fuéramos a verlo. Sabemos que ella está alterada, se porta mal, y su madre también está muy alterada.

Terapeuta: Permíteme interrumpirte, Samuel. Te escuché decir que Olivia había hecho algo, no sé lo que fue. También te escuché decir que Jimena ha sufrido con esto. Quisiera saber dos cosas: específicamente, qué problema ha tenido Olivia, y, en segundo lugar y lo más importante, qué esperas lograr hoy aquí.

Samuel: Ha tenido problemas en el colegio, faltando el respeto a los profesores y…

Jimena: (Interrumpiendo). Está pasando por una etapa de rebeldía y no ve lo serio que esto es. Se porta mal para demostrar a todos lo independiente que puede ser y sencillamente no ve lo que nos está haciendo a nosotros…

Terapeuta: Aguarda un minuto, Jimena. Quiero escucharte, pero primero quiero terminar con Samuel. ¿Te parece bien?

Jimena: Supongo que sí.

Samuel: Gracias (sarcásticamente). Me… Me gustaría que las cosas se calmaran. Sí, me gustaría que Jimena y Olivia dejaran de agarrarse del cogote. ¡Discuten y discuten y cada vez es peor!

Jimena: Bueno, si tú…

Terapeuta: Jimena…

Jimena: Está bien, esperaré.

Olivia: Apuesto que lo harás.

Jimena: Ahora tú vas…

Terapeuta: Un momento. Llevamos aquí sólo unos minutos y ya he podido ver y escuchar que tienen problemas entre ustedes. Jimena y Olivia, me gustaría ver si podemos encontrar una forma para que las cosas funcionen mejor entre ustedes. Pero antes, necesito saber algunas cosas de cada uno. ¿Estarían dispuestos a dejar que cada miembro de la familia hable, sin importar lo que digan, que cada uno tenga su turno sin ser interrumpido? (Todos asienten afirmativamente). Gracias. ¿Samuel?

Samuel: Esto es realmente el meollo del asunto. Me irrito tanto cuando empiezan con toda esa porquería. Me gustaría que terminara.

Terapeuta: Samuel, ¿hay algo más que realmente quisieras, alguna otra esperanza?

Samuel: Sí, quiero que terminen las peleas; también me gustaría que mi esposa fuera más afectuosa conmigo. Ella… no actúa como antes.

Terapeuta: Jimena, ¿qué es lo que tú esperas que ocurra aquí; qué cambios esperas?

Jimena: Espero que de alguna manera las cosas puedan aclararse con Olivia antes que cometa una gran equivocación.

Terapeuta: ¿Qué cosas necesitan ser aclaradas, Jimena?

Jimena: La conducta de Olivia.

Terapeuta: ¿Qué conducta, específicamente?

Jimena: Ella… Bueno, dos cosas. Ella tiene que mostrar algún respeto y mostrar algún sentido de responsabilidad.

Terapeuta: Jimena, ¿podrías decir cómo te gustaría que Olivia te mostrara respeto?

Jimena: Me desobedece, llega tarde a casa y nunca está para ayudar a limpiar y hacer ese tipo de cosas. Ambas trabajamos y ella debe ayudarme con la casa; tú entiendes, mostrar cierta responsabilidad. Su pieza parece un chiquero y…

Terapeuta: Jimena, ¿has visto alguna vez un chiquero?

Jimena: Bueno, no, pero tú sabes lo que quiero decir.

Terapeuta: Me gustaría saber, porque me cuesta imaginar su pieza cubierta de barro y de corontas de choclo (todos se ríen). Jimena, me doy cuenta que estás muy preocupada por Olivia y que tal vez tú también necesitas ayuda de ella. Me gustaría encontrar alguna forma para que obtengas esas cosas. Veamos qué ocurre. Déjame chequear con Olivia.

El terapeuta siguió trabajando de esta manera con Olivia y Tomás. Olivia quería que su madre le permitiera más libertad. La llamó retadora, autoritaria, tirana. También quería que su madre «dejara de molestar a papá». Tomás dijo que no quería nada y que sólo había venido porque su madre lo arrastró, pero que le gustaría que «pararan los gritos». Dijo: «A veces siento que en casa hay una guerra declarada, todos contra todos». Cuando el terapeuta le preguntó qué quería para sí mismo, dijo: «Silencio».

En esta transcripción, hay suficiente información, a pesar de la eliminación de una parte de ella, para comenzar a detectar algunos patrones en la conducta de esta familia que ayudarán a llevar a cabo cambios positivos con esta experiencia. Primero está el sistema representacional más altamente valorado. Samuel es principalmente kinestésico-apaciguador; Jimena, visual-inculpadora; Olivia, visual-inculpadora; Tomás, kinestésico-apaciguador. El resultado es un sistema familiar estable pero rígido. Incluso en los primeros minutos de esta sesión, han respondido rápidamente con aquello que podría confundirse con una mala conducta. Podrían ser considerados no cooperadores, pero sería inexacto. Muy por el contrario, respondieron de manera tal que proporcionaron justo la información necesaria para que una terapia familiar sea útil y efectiva. El terapeuta ha obtenido una gran cantidad de información haciendo calzar sus predicados con los de los clientes, planteando a Jimena preguntas con predicados visuales tales como mostrar, claramente, etc. Esta sesión duró dos horas y media, lo que constituye alrededor de ciento sesenta páginas de material escrito. Por esta razón, serán presentadas sólo algunas partes, para demostrar varios aspectos acerca de cómo evolucionan los sistemas familiares. En los primeros veinticinco minutos quedaron revelados los siguientes patrones.

Samuel se «sentía» dejado de lado por Jimena; añoraba afecto y quería que su familia estuviera más en contacto con las necesidades de cada uno. Sentía que su esposa no respetaba sus deseos; ella mantenía su empleo a pesar de las reiteradas peticiones para que lo abandonara, se quedara con la familia y se preocupara de la casa. Sentía además que ella no debería salir con sus amigas a los bares sin él. Jimena, «veía» las cosas de manera muy diferente. Pensaba que su esposo era demasiado celoso y «él no veía lo estúpido que eso era». Quería también que fuera más estricto con Olivia. Ella dijo que él «simplemente no mira lo que está ocurriendo frente a él». También dijo: «Claramente, Olivia debe moldearse» y «debe ser más parecida a su hermano». Olivia pensaba por su parte que su padre debía encarar a Jimena. «El simplemente deja que ella nos empuje a todos; yo veo eso, aunque a mí no me lo hace». «Le demuestro que conmigo no se va a salir con la suya». Tomás dijo que «se sentía enfermo con todas estas peleas». Querría arrancar y esconderse.

Examinemos ahora las estructuras de referencia deseadas por la familia y veamos qué tipo de evolución será necesario para encontrar opciones nuevas más satisfactorias.

Para que los miembros de esta familia puedan lograr los objetivos deseados, serán necesarios ciertos cambios. Si Jimena y Olivia quieren encontrar alguna conexión entre ellas y si Jimena quiere aclarar su «imagen» de Olivia y viceversa, tendrán que aprender que sus mapas, en dos aspectos, no son el territorio. Primero, que la incongruencia de sus comunicaciones impide los resultados deseados, por ejemplo, los mensajes de Jimena acerca de su preocupación por Olivia son comunicados en forma inculpadora, de tal modo que parecen una crítica y no una preocupación. Las palabras de Jimena no calzan con su tono de voz ni con su postura corporal. La comunicación incongruente es la manera normal de intercambiar mensajes en esta familia. Incluso cuando Samuel dijo que deseaba más afecto de su esposa, su tonalidad no calzaba con sus palabras; transmitían otros mensajes que eran interpretados por Jimena como críticas acerca de su conducta. Parecía que la comunicación entre los miembros de esta familia era, en sí misma, un riesgo. Cualquier comentario era una crítica a otro miembro. Estaban todos calibrados para recibir mensajes negativos, y así cada mensaje era interpretado como algo malo. Todos los miembros de esta familia creían en su capacidad para leer la mente; cada interpretación equivocada era convertida en un circuito oír-sentir. Esta familia tendría que aprender tanto a comunicar sus propios mensajes como a recibir mensajes de otros miembros. En segundo lugar, sus acciones tenían significados específicos (ver-sentir), los cuales tendrían que ser cambiados si querían lograr una mayor comunicación entre ellos. Al interpretar mal las acciones de Jimena, Olivia trataba inmediatamente de protegerse. Olivia también ha confundido el mapa con el territorio y ha calibrado su visión. Durante la sesión, Jimena buscó la mano de Olivia en un intento, según le pareció al terapeuta, de conectarse más y de desarrollar una entrada kinestésica. Olivia retiró la mano y acusó a su madre de tratar de sujetarla para hacerla sentirse como una niña chica.

Las reglas eran algo así:

No escuches, de todas maneras vas a sufrir.

No te molestes en decir nada agradable, porque nadie escuchará.

No pidas nada porque no debes ser egoísta, igual no conseguirás nada.

No toques a otro si hay alguien mirando; van a ver-sentir especialmente mamá.

Sé fuerte, no seas tú mismo, o te van a herir.

Estas reglas no fueron desarrolladas por personas que intentaban provocarse sufrimientos unas a otras, sino por personas que hacían lo mejor que podían con sus patrones particulares de comunicación incongruente y funciones de sinestesia. El siguiente extracto corresponde a las partes de la entrevista que se relacionan con la evolución del sistema. Estas partes han sido agregadas para demostrar el uso de todas las técnicas presentadas en Magia I y hasta ahora en Magia II, con el propósito de hacer evolucionar un sistema.

Terapeuta: Jimena, ¿qué es exactamente lo que quieres para Olivia?, ¿qué te gustaría cambiar en tu relación con ella?

Jimena: (Tono crítico). Sólo quiero que sea feliz, y enseñarle para que no cometa los mismos errores míos. Quiero que vea que estoy tratando de hacer lo mejor.

Terapeuta: Al decir eso, Jimena, creo que realmente quieres lo mejor para Olivia, pero tu tono de voz es áspero mientras dices que quieres ayudarla y estar más cerca, y me pregunto si Olivia no interpretará tu mensaje como algo así: «No haces nada bien; nunca. No ves lo mucho que yo hago por ti» (exagerado, con tono inculpador y gestos cómicos). ¿Es eso lo que escuchas cuando ves a tu madre hablar así?

Olivia: Sí, siempre dice saber lo que le conviene a todo el mundo.

Terapeuta: Debe ser terrible mantener controlados a billones de personas en el mundo. ¿Realmente afirma saber lo que es mejor para todos o solamente para ti?

Olivia: Bueno, para muchas personas.

Terapeuta: Jimena, ¿sabías que Olivia no comprendía tu mensaje como una ayuda, sino más bien como una crítica?

Jimena: Más o menos…

Terapeuta: ¿Te gustaría descubrir una nueva forma de comunicar tu deseo de ayudarla y de pedir su ayuda?

Jimena: Sí, me gustaría.

Terapeuta: Olivia, al oír a tu madre decir que le gustaría encontrar un nuevo camino, ¿quisiera saber si tú también quieres encontrar un nuevo camino hacia ella?

Olivia: Creo que sólo está buscando una forma de decirme las cosas para que yo las haga.

Terapeuta: ¿Crees que eso es verdad?

Olivia: Sí.

Terapeuta: ¿Te gustaría averiguar si es verdad?

Olivia: Sí.

Terapeuta: Entonces, ¿podrías preguntarle? Creo que en esta familia pierden mucho tiempo adivinando lo que quiso decir el otro, y creo además que muchas veces adivinan mal. Veamos si es así. Pregúntale.

En la sección precedente hay dos patrones interesantes. Primero, con el comentario de la incongruencia de Jimena, el terapeuta está tratando de demostrarle que sus mensajes no son recibidos en absoluto de acuerdo a su intención. Esto abre la posibilidad de descubrir mejores maneras de comunicarse, demostrando al mismo tiempo cuáles son esas maneras; en este caso, retroalimentación auditiva en vez de calibración. Segundo, el terapeuta está desafiando directamente la mal-formación semántica lectura de mente, primero demostrando que realmente ocurre, y luego ofreciendo una nueva alternativa, preguntar. Este es también el primer paso para desarrollar un nuevo sistema representacional que puede ser compartido por Jimena y Olivia.

Olivia: ¿Lo que quieres es sólo descubrir un modo para conseguir que yo haga cosas?

Jimena: No, sólo quiero que no me dejes fuera, me preocupo mucho por ti.

Terapeuta: ¿Qué escuchaste, Olivia?

Olivia: Aún piensa que no puedo valerme por mí misma.

Terapeuta: Jimena, ¿dijiste o piensas que Olivia no se puede valer por sí misma?

Jimena: No, no dije eso. Yo… Yo… creo que puede, pero…

Terapeuta: ¿Pero qué?

Jimena: Bueno, tiene sólo 16 años.

Terapeuta: ¿Sólo 16?

Este es un buen ejemplo de cómo llevar a cabo el proceso de comparar modelos. En el siguiente paso, el terapeuta sigue con lo mismo, al hacer que estas dos mujeres visuales usen su sistema representacional más altamente valorado para comparar sus modelos más a fondo.

Terapeuta: Jimena y Olivia, me gustaría intentar algo para ver si podemos aclarar algunas cosas. ¿Podrían las dos acercarse? Ahora, cierren los ojos. Olivia, forma una imagen de tu madre dentro de tu cabeza, y tú, Jimena, una de Olivia. Obsérvenla atentamente, sin abrir los ojos, ¿qué es lo que ves, Jimena?

Jimena: Mi pequeña hija, con un lindo vestido y…

Olivia: Siempre me ves como una niña pequeña.

Terapeuta: Cierra los ojos, Olivia; espera y ve qué ocurre. Olivia, ¿qué ves?

Olivia: Veo a mi madre apuntándome con el dedo, molesta y enojada.

Terapeuta: Ahora, mantengan los ojos cerrados, les voy a decir lo que yo veo y escucho. Veo a Olivia, de 16 años, convirtiéndose en adulta. Y te escucho a ti, Jimena —que aún tienes a Olivia encasillada en una imagen pasada. También veo a Jimena como una madre que está tratando de encontrar una forma de conectarse con su hija, y tú, Olivia, tienes a tu madre encasillada en la imagen de un monstruo controlador. Creo que no se conocen. ¿Podrían abrir los ojos y realmente encontrarse, tal vez por primera vez en muchos años?

Jimena: (Comenzando a sollozar). Sí, sí me gustaría.

Terapeuta: Olivia, te veo sorprendida. Tal vez esta sea una nueva Olivia.

Olivia: No creo que nosotras… (empieza a llorar).

Terapeuta: ¿Qué es lo que no crees?

Olivia: Que ella…

Terapeuta: Pregúntale.

Olivia: ¿Puedes realmente verme como una persona?, como…

Jimena: Sí, pero me da miedo.

Terapeuta: ¿Podrías decir qué es lo que te da miedo, Jimena?

Jimena: Estás creciendo y me da miedo perderte.

Terapeuta: No puedes perderla mientras no la tengas; ¿crees que la tienes?

Jimena: No, pero quisiera.

Cuando ellas se dieron cuenta que sus modelos eran antiguos, comenzaron a encontrar nuevas formas para comunicarse. Han comenzado a aprender que la lectura de mente establece límites y pone murallas entre ellas. Con la ayuda del terapeuta, hicieron un nuevo contrato acerca de cómo sería su interacción, aprendiendo comunicación verificada.

El siguiente extracto ocurrió alrededor de veinte minutos después cuando el terapeuta cambió su foco de atención de Jimena y Olivia por el de Jimena y Samuel. Preguntó a Jimena si ahora que tenía ciertas conexiones nuevas con Olivia, le gustaría descubrir nuevas formas de contactarse con Samuel.

Jimena: (Mirando a Samuel, respondiendo la pregunta del terapeuta). No quiero que me controles, ni que me preguntes dónde he estado ni a quién he visto, y que no insistas en que abandone mi trabajo.

Samuel: No lo haré más; has jodido y jodido y ya no quiero…

Jimena: Ah, vamos; con esas miradas y esas preguntas esquivas…

Samuel: A la mierda; tú te imaginas…

Terapeuta: Esperen un momento, se están yendo por otro lado. ¿Qué es exactamente lo que quieres de Jimena?

Samuel: Quiero que sea más afectuosa y…

Terapeuta: No tan rápido. Más afectuosa, ¿cómo?

Samuel: Quiero que me bese, pero ella siempre dice no aquí, no al frente de los niños, no ahora…

Terapeuta: Jimena, ¿entiendes a qué se refiere Samuel?

Jimena: Creo que sí; quiere manosearme, y yo creo que eso en privado está bien, pero no delante de los niños.

Terapeuta: ¿Qué crees que pasaría si tus hijos vieran que tú y Samuel se tienen afecto?

Jimena: Bueno… (pausa)… se sentirían incómodos.

Terapeuta: ¿Cómo sabes eso?

Jimena: Los veo cuando lo hace, veo sus caras.

Terapeuta: De nuevo estás adivinando; ¿te gustaría averiguar si es verdad?

Jimena: No lo sé.

Terapeuta: Si no lo sabes, adivina.

Jimena: Olivia, ¿te molesta?

Olivia: No, me molesta cuando veo que lo apartas, pienso que no lo quieres.

Jimena: Ah…

Tomás: Sí, siempre he pensado que papá no te gusta; a veces me he sentido molesto cuando tú…

Terapeuta: Ummmm, parece que también estabas equivocada en esto, Jimena. ¿Hay alguna otra cosa que te impide ser afectuosa con Samuel?

Jimena: (Suspira). Sí, creo que sí; me siento intimidada por él.

Terapeuta: ¿Cómo?

Jimena: Se mete en mi vida y…

Samuel: Pensé que estábamos casados.

Terapeuta: Samuel, ¿estar casados significa que no se tiene ninguna privacidad o actividad privada?

Samuel: No, ella tiene muchas, pero cuando trato de involucrarme de alguna manera, dice que estoy invadiendo su espacio.

Terapeuta: Jimena, lo que escucho decir a Samuel, y corrígeme Samuel si estoy equivocado, es que tú haces muchas cosas sin él y no ve que hagas cosas con él. Parece que tú no lo quieres o no lo necesitas. Y cada vez que él demuestra interés, sientes que te invade.

Jimena: No, lo veo preguntándome dónde he estado, qué he estado haciendo, a quién vi…

Terapeuta: Espera, Jimena; ¿estabas tratando deliberadamente de meterte en los asuntos de Olivia?

Jimena: Ah no, no deliberadamente.

Terapeuta: ¿Es posible que esto sea otro ejemplo de lo mismo, sólo que esta vez eres tú la que se siente invadida?

Jimena: Sí, es posible.

Terapeuta: ¿Piensas que puede ser más que posible?

Jimena: Sí.

Terapeuta: Samuel, ¿estás tratando de invadir el espacio de Jimena o estás pidiendo más atención?

Samuel: Quiero un poco de atención.

Terapeuta: Jimena, ¿entiendes lo que es querer atención y no obtenerla? ¿Entiendes lo que es intentarlo desesperadamente y que tus mensajes sean mal interpretados? ¿No es exactamente lo que ocurre con Olivia?

Jimena: Supongo que sí.

Terapeuta: ¿Podrían los dos acercar las sillas y ponerse frente a frente? Eso es.

En el extracto anterior hay algunos patrones interesantes. (1) El modo en que el terapeuta traduce de un sistema representacional a otro, tomando los predicados kinestésicos de Samuel y comunicando a Jimena el mensaje con predicados visuales. Esto permite a estas dos personas compartir información que de otro modo sería imposible. Al mismo tiempo, desafía en forma directa la lectura de mente. (2) La manera en que el terapeuta re-denomina el problema entre Jimena y Samuel para demostrarles que tiene las mismas características formales que el problema entre Jimena y Olivia. Dado que Jimena tiene esta experiencia, puede cambiar los índices referenciales de la experiencia de Samuel a la suya, estableciendo así una conexión que de otra forma no sería posible. (3) El terapeuta también se presenta a sí mismo como un modelo de cómo el mismo mensaje puede ser comunicado congruentemente, obteniendo como resultado la estructura de referencia deseada. Esto pone a Samuel en una meta-posición con respecto a su propia comunicación, primero debido a que sus intenciones son mal interpretadas y luego escuchando y viendo sus dos polaridades comunicadas congruentemente, siendo así entendidas. Esto le ofrece una nueva opción acerca de cómo transmitir sus mensajes, y al mismo tiempo le ofrece a Jimena una nueva alternativa para recibirlos.

Terapeuta: Me gustaría dedicar algunos minutos a tratar de enseñarles a entenderse entre ustedes. Lo que quiero hacer es enseñarles a escucharse y a verse unos a otros, a verse realmente, tal como son. Jimena, ¿podrías comenzar tú ahora? Tómense las manos y mírense a los ojos. Jimena, ¿podrías pedir lo que quieres para ti de una manera que tú creas que Samuel realmente te escuchará? Samuel, tú sólo escucha.

Jimena: Por favor, déjame tener mi propio espacio sin amargarte, sin comentarios sarcásticos y sin esas miradas.

Terapeuta: Samuel, lo que le escucho a Jimena es que quiere tener espacio, cosa que ya tiene, pero lo quiere de un modo distinto, ella quiere sentir que tú lo apruebas. Quiere que captes que se siente mal interiormente cuando recibe mensajes verbales o no verbales de desaprobación. ¿Comprendes eso?

Samuel. Creo que sí, pero no ha dejado nada para mí. Ella (señalando a Jimena) no me ha dejado nada; me siento desplazado todo el tiempo.

Terapeuta: Jimena, ¿puedes ver lo que significa para Samuel verte disfrutando sola, sin él, y no hacer con él cosas que él aprecia?

Samuel: Además no quiero sentir que está mal que yo me interese por lo que tú haces.

Terapeuta: ¿Entiendes lo que significa estar interesada en otra persona y que esa persona, Jimena, piense que estás invadiendo su espacio?

Jimena: Lo entiendo.

Terapeuta: Supongo que lo que estás diciendo, Samuel, es que quieres que Jimena apruebe lo que haces, ¿verdad?

Samuel: ¿Qué?

Terapeuta: Dije que me parece que tú quieres que Jimena apruebe tu interés en ella, que apruebe tu afecto, tu compañía, de la misma forma en que tú, Jimena, quieres que él apruebe que tomes tiempo para ti misma y que trabajes, y de la misma manera en que tú, Jimena, quieres que Olivia apruebe tu interés en ella. ¿Es esto lo que está pasando aquí?

Samuel: Nunca lo había mirado de este modo.

Terapeuta: Bueno, tal vez sea una nueva forma de comprender las cosas para ustedes. ¿Qué piensas tú, Jimena?

Jimena: Creo que tienes razón.

Terapeuta: ¿Se tomarían las manos por un momento cerrando los ojos? Ahora quiero que recuerdes la primera vez que pensaste que este hombre era para ti, y cuándo tú, Samuel, decidiste que Jimena era la chica para ti. Ahora, sin decir una palabra, abran los ojos y comprueben si aún ven a esa persona sentada al frente. Han pasado algunos años; ambos han aprendido cosas nuevas. ¿Qué ves, Jimena?

Jimena: Siento como si no lo hubiera mirado durante mucho tiempo.

Terapeuta: Jimena, prométeme que no olvidarás mirarlo de esta manera, y si lo olvidaras, que te sentarás tal como estás ahora, aunque sea en medio de una pelea, y lo mirarás de este modo. ¿Lo harás?

Jimena: Lo intentaré.

Samuel. ¿Te lo puedo recordar?

Jimena: Ojalá lo hagas.

La transcripción anterior ofrece otros patrones valiosos para la evolución del sistema familiar. (1) El terapeuta re-denominó las necesidades no satisfechas de los miembros de la familia como si fueran realmente las mismas. Esto es bastante sencillo cuando consideramos que son resultado del mismo conjunto de reglas y sistema. (2) El resultado fue que Samuel «vio» las cosas de manera diferente; él está construyendo un nuevo sistema representacional. Además, el acceso a los recuerdos conectados con el sentimiento ayudó a Jimena a recuperar las representaciones kinestésicas que sentía por Samuel en otro momento de su vida. Ambos han comenzado a construir puentes entre ellos. Están empezando a compartir los sistemas representacionales. El sistema representacional menos usado es el auditivo y ofrece grandes recursos para desarrollar conexiones. Además, se están desarrollando nuevos canales de entrada; en el pasado, la entrada auditiva había sido casi totalmente ignorada por esta familia. Ahora se convierte en una forma válida para recibir y validar información. Dado que ningún miembro de la familia debe ser dejado fuera, el terapeuta intenta construir nuevos puentes para Tomás, quien ha observado y escuchado con asombro durante dos horas.

Terapeuta: Tomás, no te he olvidado.

Tomás: Nunca los había visto así.

Terapeuta: ¿Así cómo, Tomás?

Tomás: Tan bien el uno con el otro; ¿durará?

Terapeuta: ¿Te gustaría averiguarlo? Pregúntales.

Tomás: Mamá, ¿va a durar esto?

Jimena: No para siempre, querido, pero espero que por mucho tiempo. Tenemos que aprender muchas cosas antes de que sea así siempre. ¿Comprendes?

Tomás: Por supuesto; nadie puede ser bueno todo el tiempo; es demasiado difícil.

Terapeuta: ¿Hay alguien en particular a quien te gustaría acercarte más?

Tomás: A todos, creo.

Terapeuta: Bien. He notado algo acerca de esta familia. Ustedes se tocan muy poco. Todos deben estar hambrientos de contacto físico. Todo el mundo necesita abrazos y esas cosas. ¿Me permiten que les muestre otra cosa que creo que todos podrían compartir? Es algo bastante sencillo que Virginia Satir, mi profesora, utiliza con las familias para ayudarlas a acostumbrarse a tocarse más a menudo. ¿Están dispuestos?

Esta sesión concluyó con un abrazo familiar y con la promesa de practicarlo al menos una vez al día. Como revisión de su nuevo aprendizaje, al concluir la sesión, cada uno dijo a los demás lo que había aprendido. La familia luego se retiró, despidiéndose del terapeuta. Después que se habían ido, se encontró un pedazo de papel en la silla de Olivia. Decía: «Gracias otra vez. O.».