MAL-FORMACIÓN SEMÁNTICA Y FUNCIONES DE SINESTESIA:

LECTURA DE MENTE

La Lectura de Mente es con frecuencia resultado de la inversión del proceso de mal-formación semántica Causa-Efecto. En la mal-formación semántica Causa-Efecto, el cliente recibe información a través de los canales visual y auditivo y representa esa información como una sensación corporal —una representación kinestésica. En el caso de la Lectura de Mente, hemos descubierto que el cliente recibe sensaciones corporales —representación kinestésica— y distorsiona la información que le llega visual y auditivamente desde afuera de tal forma que se acomode a sus sensaciones corporales. Por ejemplo, un cliente está deprimido y se siente desvalorizado en su relación de pareja. Esta segunda persona, sin darse cuenta de los sentimientos de la primera, llega a casa tarde, muy cansada después de un día de trabajo. Entra a la habitación donde está el cliente, saluda con languidez y se queja. El cliente, usando los sentimientos de depresión y desvalorización, interpreta el lánguido saludo y los quejidos como una respuesta de la percepción que de él tiene esa persona, y mirando al terapeuta le dice:

Lo ves, te dije que ella piensa que soy un inútil. Escuchaste sus quejidos.

Lo que ha ocurrido aquí es que el cliente está leyendo la mente de su pareja —está interpretando (o en un término psicológicamente más clásico, proyectando) algunas comunicaciones analógicas de su pareja (saludo lánguido y quejidos) como información visual y auditiva que significa que ella piensa que él no vale nada, porque eso es lo que él está sintiendo. Luego, el cliente distorsiona la información visual y auditiva que recibe para hacerla consecuente con sus sentimientos. La forma en que cada uno de nosotros distorsiona la información auditiva y visual que recibimos no es al azar; la distorsión se hace de tal modo que sea máximamente consecuente con la forma en que nos sentirnos en ese momento. En otras palabras, estamos ejercitando nuestros circuitos sentir-ver y sentir-oír[30].