En los dos volúmenes de La estructura de la magia, hemos intentado de la mejor forma posible mostrar algunos de los muchos patrones que los terapeutas de las diferentes escuelas tienen en común. Nunca tuvimos la intención de crear una nueva escuela de terapia; más bien, queríamos crear una nueva manera de hablar acerca de la terapia, de modo que pudieran ser comprendidas las semejanzas de las diferentes escuelas abocadas a la tarea de ayudar a las personas a cambiar. No queríamos demostrar que un enfoque particular de terapia es más poderoso que otro, sino que todas las formas de terapia ayudan a los clientes en su cambio. De modo que la pregunta ya no es cuál enfoque es mejor, sino cómo funcionan todos esos enfoques aparentemente diferentes.
La respuesta que entregamos en estos dos primeros volúmenes es básicamente muy sencilla. Todas las técnicas de toda forma de terapia afectan los procesos de representación, la creación y organización del modelo del mundo del cliente. Su efectividad estará en el grado en que estas técnicas provoquen cambios en el modelamiento del mundo del cliente. A medida que el modelo del mundo del cliente cambia, cambian sus percepciones y también su conducta. Los procesos a través de los cuales el modelo del mundo de una persona se empobrece, son los mismos procesos mediante los cuales se puede enriquecer —los procesos de Eliminación, Distorsión y Generalización. Toda forma de terapia, todas las técnicas de las distintas formas de terapia —de hecho, todo aprendizaje— pueden ser comprendidas en términos de los procesos de representación.
No parece bastante extraordinario que las técnicas terapéuticas reflejen tan precisamente los desórdenes mentales que se encuentran en las salas de enfermos crónicos de los hospitales psiquiátricos. Técnicas de regresión en el tiempo, técnicas de disociación, tales como las técnicas de clasificación presentadas en la Parte II de este volumen, técnicas gestálticas, técnicas proyectivas en la terapia del arte… la lista continúa interminable, son permutaciones de toda forma de terapia. Nosotros, como terapeutas, en esencia usamos los patrones formales presentes en comportamientos psicóticos y esquizofrénicos para ayudar a nuestros clientes a crecer y a cambiar para enriquecer sus vidas. Esto sugiere que Ronald Laing tiene razón cuando describe la esquizofrenia como un proceso natural de cambio. El rol del terapeuta consiste más en guiar usando los procesos naturales que funcionan permanentemente en la persona. En nuestra experiencia, hemos descubierto que la conducta de esquizofrénicos y psicóticos es altamente repetitiva —como si estuvieran pegados en un patrón que repiten una y otra vez. Muchas veces hemos pensado que viven, tal vez, en un sueño repetitivo que debe ser soñado una y otra vez, en busca de una solución de algún patrón incompleto.
También hemos pensado que estos «enfermos mentales» son simplemente un ejemplo exagerado de la forma en que la mayoría de los seres humanos viven sus vidas, que tal vez han sido encerrados —escondidos de la sociedad— porque constituyen un símbolo de la vida repetitiva, vacía y apagada que viven muchos seres humanos «normales». En cierto sentido, este fue el propósito del movimiento de potencial humano —permitir que la psicología estuviera disponible para todos, para que todos pudiéramos llevar vidas más felices y creativas. Fritz Perls dijo en una oportunidad: «… El hombre vive en un estado de bajo nivel de vitalidad. Aun cuando generalmente no sufre mucho, sabe poco acerca de lo que es vivir en forma verdaderamente creativa».
Con este pensamiento en mente, les pedimos que consideren La estructura de la magia como nosotros: lo entendemos como un libro no sólo para cambiar la personalidad, sino también como el primer libro sobre personalidad creativa y generativa.
Finalmente, queremos recordar a los lectores de ambos volúmenes de La estructura de la magia que son sólo una forma de hablar de ella.