Notas

[1] Carter describe el momento casi indescriptible en que se da cuenta de que ha descubierto una tumba real. Carter y Mace (1923: 89). <<

[2] Desde luego, la familia Carnarvon adopta un punto de vista ligeramente distinto. Por ejemplo, Fiona, 8.a condesa de Carnarvon, cuenta «cómo un aristócrata e intelectual inglés y un dibujante y arqueólogo inglés llegaron a conocerse y realizaron su sueño de hacer descubrimientos sobre la civilización del Antiguo Egipto». Carnarvon (2007: 2). <<

[3] La estadística la da la BBC Radio 4, programa Today, 1 de febrero de 2011. Estas cifras no tienen en cuenta la abrupta bajada de visitantes después de la caída del gobierno de Mubarak, una bajada que está creando grandes sufrimientos a los que viven del turismo en Egipto. Mientras escribo esto, en julio de 2011, el número de visitantes va aumentando poco a poco. <<

[4] Romer y Romer (1993: 10) identifican un segundo problema que describen, quizá más una percepción visual que algo preciso, como La violación de Tutankamón. Es decir: «la explotación de un pequeño valle en un país extranjero por un grupo de diversos especialistas que, a su vez, hacen más bien poco por conservar sus antiguos monumentos y a veces, peor aún, parecen incluso amenazarlos». <<

[5] J. H. Breasted escribiendo a la esposa de John D. Rockefeller Jr. el 23 de febrero de 1926, citado en James (1992: 352); Smith (1923: 11). <<

[6] Mientras la religión de la época de Amarna se describe como «monoteísmo» (adoración de un solo dios), se clasifica mejor como «henoteísmo» (la adoración de un solo dios aun admitiendo la existencia o posible existencia de otros dioses). <<

[7] Tanto Ajenatón como Nefertiti han desarrollado una vida cultural similar después de la muerte. Véase Montserrat (2000). <<

[8] Carter y Mace (1923: 76). <<

[9] Davis (1912). <<

[10] Johnson (2009). <<

[11] Porter y Moss (1972: 454-459). <<

[12] Todas las medidas se han tomado de Reeves (1990: 70-71). <<

[13] Carter (1933: 154). <<

[14] James (1992: 202). <<

[15] Estadísticas aportadas por Romer y Romer (1993: 10). <<

[16] Cross (2008) y una comunicación personal de 2011. Cross cree que la inundación ocurrió durante los primeros años del reinado de Ay. Bickerstaffe (2009) está de acuerdo en la importancia de la inundación, pero la fecha «no mucho después del año 8 de Horemheb». <<

[17] El historiador clásico Diodoro Sículo, en el siglo I a. C., tienta a los historiadores con un atisbo del pasado perdido del Valle. Library of History I: 46. <<

[18] Citado en Romer (1981: 32). <<

[19] Pococke (1743), citado en Pinkerton (1814: 246). <<

[20] Newberry (1928: 7). La estela que describe está en el Museo de Berlín, n.o inv. 17813. <<

[21] Baikie (1917: 191-193). <<

[22] The Times, 1 de diciembre de 1922. <<

[23] Originalmente, la estela mostraba a Tutankamón de pie con su consorte, Anjesenamón. Pero durante el reinado de Horemheb, la reina fue borrada y los nombres de Tutankamón fueron reemplazados por los de Horemheb. Para una traducción completa del texto, véase Bennet (1939). En el templo de Montu en Karnak se descubrió un pequeño fragmento de un texto duplicado. Ambos se hallan ahora en el Museo de El Cairo (41504 y 41565). <<

[24] Davis (1907: XXVII-XXVIII). <<

[25] Weigall (1912: 175). <<

[26] Borchardt (1905: 254). <<

[27] Davis (1910). La publicación de Davis debe leerse en conjunto con Bell (1990) y Reeves (1981). Gran parte del análisis de la tumba y sus contenidos que se ofrece aquí está basado en la obra de Bell. <<

[28] Los objetos perdidos de la KV 55 y su recuperación se tratan con detalle en The Theban Royal Mummy Project, website presentada por W. M. Miller. <<

[29] Weigall (1922: 193). <<

[30] Gardiner (1957: 10). <<

[31] Tyndale (1907: 185-186). <<

[32] Cross (2008: 305) y comunicación personal de 2011. <<

[33] Weigall (1922: 197). <<

[34] Gardiner (1957: 25). <<

[35] Krauss (1986). <<

[36] Martin (1985: 112). <<

[37] Lucas (1931). <<

[38] Engelbach (1931: 98 y ss.). <<

[39] Davis (1910: 9 y 2). <<

[40] Weigall (1922: 196). <<

[41] Smith (1912: 51). <<

[42] Allen (1988). <<

[43] Gardiner (1957: 19-20). <<

[44] Davis (1910: 2). <<

[45] Tyndale (1907: 193-194). <<

[46] Hankey (2001: 93). <<

[47] Winlock (1941: 21-23). <<

[48] Reeves (1983). <<

[49] Tratado por Arnold en Winlock (1941: 16-17). <<

[50] Davis (1912: 3). <<

[51] Contribución de Maspero, «Note on the Life and Reign of Touatânkhamanou» («Nota sobre la vida y reinado de Touatânkhamanou»), a la publicación de Davis (1912: III-23), se centra con mucho tacto en los monumentos tebanos de Tutankamón, ignorando más o menos el descubrimiento de su «tumba». <<

[52] Hankey (2001: 51). <<

[53] Carter y Mace (1923: 76). <<

[54] James (1992: 413-15). <<

[55] Carter (1923: 82). <<

[56] Carnarvon (2007: 14). <<

[57] Frayling (1992: 193). <<

[58] Weigall (1922: 193). <<

[59] Carter y Mace (1923: 86). <<

[60] Ibíd. (87); diario de Carter, 1 de noviembre de 1922; Cross (2008: 308, fig. 4). <<

[61] Carter y Mace (1923: 89). <<

[62] Ibíd. (95). <<

[63] La sugerencia de que un pequeño grupo de gente entró en la Cámara de Enterramiento antes de que se llevara a cabo la apertura oficial de la puerta interior parte, entre otros, de Hoving (1978: 97). <<

[64] Mervyn Herbert Journal, Middle East Centre, St. Antony’s College Oxford: fol. 369 y ss. <<

[65] Lucas (1942: 136). <<

[66] Ibíd. (137). <<

[67] El acuerdo está reproducido por entero en James (1992: 418-422). Carnarvon puede que se viese influido en su decisión por el hecho de que la Real Sociedad Geográfica había llegado a un acuerdo innovador para la cobertura de la expedición de 1921 al Everest, y que había funcionado muy bien para todos los implicados. <<

[68] Ambos telegramas citados en Allen (2006: 10). <<

[69] Los argumentos a favor y en contra del relato de Adamson están resumidos en Zwar (2007). <<

[70] Carter y Mace (1923: 134). <<

[71] Ibíd. (170). <<

[72] Carter da la fecha de apertura de la Cámara de Enterramiento del 17 de febrero, pero relatos independientes de Mace, Hall y la señora Burton confirman que en realidad era 16 de febrero de 1912 (James 1992: 246). <<

[73] Diario de Mervyn Herbert, Museo de El Cairo. Citado en Reeves (1992: 82). <<

[74] Carter y Mace (1923: 182). <<

[75] Ibíd. (143-144). <<

[76] Winstone citando a Breasted (2008: 198). <<

[77] Carter (1927: XIII). <<

[78] Ibíd. (41). <<

[79] Ibíd. (45). <<

[80] Ibíd. (51-52). <<

[81] Ibíd. (79). <<

[82] Ibíd. (82-83). <<

[83] Ibíd. (87-88). <<

[84] Carter y Mace (1923: 184). <<

[85] Carter (1933: 98). <<

[86] Carter creía que había nacido en 1873; sus documentos oficiales, incluyendo sus anotaciones en el Quién es quién e incluso su obituario, llevan esa fecha. Sin embargo, su certificado de nacimiento deja bien claro que nació un año más tarde. <<

[87] Bahn (1992). <<

[88] The Times, 30 de noviembre de 1922. <<

[89] Ibíd., 4 de diciembre de 1922. <<

[90] Ibíd., 14 de febrero de 1923. <<

[91] Lucas (1927: 185). <<

[92] Carter (1933: 163-164). <<

[93] Scott (1927: 197-199). Existe alguna confusión entre el relato de Scott y el de Carter (1927: 43) en cuanto al agente fortalecedor que se aplicó a la tela. <<

[94] Carter y Mace (1923: 114). Las «camisas» probablemente sean túnicas. <<

[95] Como observa Vogelsang-Eastwood, «hay… algunos prejuicios entre los egiptólogos (casi todos varones) en cuanto a la cuestión de si las telas y los trajes constituyen un campo de estudio académico “serio”». (1999: 4). <<

[96] Ibíd. (1923: 120); New York Times, 7 de febrero de 1923. <<

[97] Pfister (1937); Crowfoot y Davies (1941). <<

[98] Vogelsang-Eastwood (1999). <<

[99] Las medidas calculadas por el Proyecto Textil Tutankamón, Vogelsang-Eastwood (1999: 17-19). <<

[100] Carter (1927: 12-13). <<

[101] Peter Green citado por Frayling (1992: 265); Reeves (1990: 208). <<

[102] Carter cita a sir Gardner Wilkinson (1927: 139-140). El subtítulo de este apartado está tomado de una publicación titulada de forma idéntica por Daniel Miller; una exploración de la importancia de las posesiones personales escrita desde el punto de vista del antropólogo social. Miller (2008). <<

[103] Carter (1933: 32, 35). <<

[104] No era el único rey confundido por este asunto; una escena en el templo mortuorio de Ramsés III de la 19.a dinastía muestra al Ramsés muerto realizando trabajos agrícolas de baja categoría ante Osiris. <<

[105] Newberry (1927). <<

[106] Las orejas del ataúd más interior de Tutankamón, así como de su máscara dorada, estaban perforadas también para llevar pendientes, pero los agujeros fueron cubiertos posteriormente con pequeños discos de oro. <<

[107] Carter y Mace (1923: 172). <<

[108] Smith (1912: 38-39). <<

[109] Bickerstaffe (2009: 105-112). <<

[110] Hawass et al. (2010). <<

[111] Eaton-Krauss (1993); Robins (1984). <<

[112] Carter y Mace (1923: 117). <<

[113] Eaton Krass (2008: 26). <<

[114] Aldred (1978: 57); Arnold (1996: 107). <<

[115] Carter y Mace (1923: 119). Tutankamón fue enterrado con cuatro tronos, cuatro sillas, once taburetes y doce reposapiés: Eaton-Krauss (2008: 21). <<

[116] Las escenas de la capilla de Tutankamón se comentan en Troy (1986: 100 y ss.). Véase también Bosse-Griffiths (1973). <<

[117] Carter se prepara para la autopsia de Tutankamón. Carter (1927: 106). <<

[118] Carta de Carter a Derry, 11 de julio de 1926. Citado en Leek (1972: 1). <<

[119] The Histories 2: 86. Traducción de A. de Sélincourt (1954: 115). No es seguro que Heródoto visitase Egipto. <<

[120] Los expertos normalmente están de acuerdo en que se usaría sal de natrón seca, aunque algunos han afirmado que la solución de natrón habría sido más efectiva. <<

[121] Después de discutir con Robert Loynes y Rosalie David, me he dado cuenta de lo difíciles de conseguir que debieron de ser algunos de los aspectos de la momificación y vendaje tradicionales (comentario personal, julio de 2011). Loynes actualmente se está enfrentando a algunas de esas dificultades al preparar su tesis doctoral en la Universidad de Manchester. <<

[122] Derry (1927: 145). <<

[123] The Times, 3 de febrero de 1923. <<

[124] Ibíd., 13 de febrero de 1923. <<

[125] Ibíd., 20 de marzo de 1923. <<

[126] Para el temor a ser enterrados vivos y los extremos a los que estaban dispuestos a llegar algunos para evitar ese truculento destino, véase Bondeson (2001). <<

[127] Para el temor a la autopsia y la disección, véase MacDonald (2005). <<

[128] Véase, por ejemplo, Dannenfeldt (1985). <<

[129] Brandon (1991: 231). <<

[130] Wolfe (2009: 227). El doctor Douglas, en aquella etapa de su vida respetable cirujano, había tenido que huir de Nueva York muchos años antes por el delito de robar cuerpos. <<

[131] Edwards (1888: 450-451). <<

[132] «Mummies as Bric-a-Brac» («Momias como baratijas»): en el Congregationalist de Boston, 16 de agosto de 1882, publicado originalmente en Harper’s Magazine. Citado en Wolfe (2009: 201). <<

[133] Day (2006: 36); Wolfe (2009: 227-229). <<

[134] David (2007: 99-113) discute la importancia de la autopsia original de los «dos hermanos». Murray había trabajado como enfermera en Calcuta antes de darse cuenta de que era demasiado baja para la profesión que había elegido. <<

[135] Murray (1910: 7). <<

[136] Transcripción/ficha de los objetos de Carter n.o 256b-05. <<

[137] Carter (1927: 108). <<

[138] Ibíd. (86). <<

[139] Citado en Marchant (2011: 45). <<

[140] Véase, por ejemplo, Bucaille (1990). <<

[141] Véase, por ejemplo, Forbes (1992). <<

[142] Chronicle: Tutankhamen post mortem, 25 de octubre de 1969; Harrison (1971), Harrison y Abdalla (1972). Estoy muy agradecida a Robert Connolly de la Universidad de Liverpool por su permiso para publicar algunas de esas imágenes en este libro. <<

[143] Harris y Wente (1980). <<

[144] Hawass et al. (2010). <<

[145] Diario de Carter, 11 y 12 de noviembre de 1925. <<

[146] Ibíd., 16 de noviembre de 1925. <<

[147] Derry (1972: 14). <<

[148] Ibíd. (15). <<

[149] Leek (1972: 17-18). <<

[150] Connolly, Harrison y Ahmed (1976). <<

[151] Citado en Marchant (2011: 45). <<

[152] The Times, 5 de mayo de 2006. <<

[153] Véase, por ejemplo, David (2007: 119-120). <<

[154] Mace (1923: 6). <<

[155] Harrison (1971). <<

[156] Boyer, Rodin, Grey y Connolly (2003: 1145-1146). <<

[157] Brier (1998: 173). <<

[158] Boyer, Rodin, Grey y Connolly (2003: 1146-1147). <<

[159] Harer (2007). <<

[160] Maspero (1912: 111). <<

[161] Wente (1995). <<

[162] Bickerstaffe (2009: 97) se pregunta si esta momia será Nebmaatre Amenhotep III o alguien de nombre similar, Nebmaatre Ramsés VI, de la 20.a dinastía. <<

[163] Hay que felicitar al Consejo Supremo de Antigüedades por su labor pionera en este campo. <<

[164] Allen (2009). <<

[165] Ray (1975). <<

[166] Véase, por ejemplo, Van Dijk (2000: 275): «Algunos estudiosos han optado por un período de gobierno conjunto que durase unos doce años, otros han admitido como máximo la posibilidad de un solapamiento breve de un año o dos, mientras que la mayoría de los estudiosos lo han rechazado por completo». <<

[167] Hawass et al. (2010: 639). <<

[168] Reeves (1981: 53) ha sugerido que «no se puede descartar la posibilidad de alguna pérdida o confusión del material original esquelético entre el tiempo del descubrimiento a principios de 1907 y el examen posterior de Elliot Smith aquel mismo año». Es igualmente probable que el material pueda haber sido identificado erróneamente desde el examen preliminar de Smith. <<

[169] Smith (1910: XXIV). <<

[170] Smith (1912: 53-54). <<

[171] Derry (1931: 116). <<

[172] Harrison (1966: 111). <<

[173] Citado en Tyldesley (2000: 132). <<

[174] Wente y Harris (1992). <<

[175] «El doctor Selim [el radiólogo Ashraf Selim] observó que la columna vertebral mostraba, además de una ligera escoliosis, unos cambios degenerativos significativos asociados con la edad. Dijo que aunque resulta difícil determinar la edad de un individuo sólo con los huesos, él situaba la edad de la momia como de más de 60 años». Citado en el Misterio de la Momia de la KV 55, en la website de Zahi Hawass. http://www.guardians.net/hawass/articles/Mystery%20of%20the%20Mummy%20from%20KV55.htm. <<

[176] Para una consideración de las pruebas de la vida de Nefertiti, incluyendo un comentario de las pruebas de Nefertiti como rey, véase Tyldesley (2005). <<

[177] La dama Tiye tenía exactamente el mismo nombre que la reina Tiya; para evitar confusión se ha dado una versión moderna distinta de ambos nombres. <<

[178] Loeben (1986). Los dos shabti están ahora en el Museo de Brooklyn y el Louvre de París. <<

[179] Aldred (1988: 229). <<

[180] Según unas teorías alternativas, se ha sugerido que pudo haberse reencarnado como Cleopatra, María Antonieta, Isadora Duncan, Marilyn Monroe y la princesa Diana, entre otras. <<

[181] Gabolde (1998: 153-157); Dodson (2009: 36-38). <<

[182] Tratado en Allen (2009). <<

[183] Harris (1973a); (1973b); (1974). <<

[184] Gardiner (1928). <<

[185] Tyldesley (2006: 121-122). <<

[186] El sistrum era un sonajero sagrado que agitaban las mujeres como alabanza a Hathor, ya que su sonido ligeramente metálico recordaba el roce del matorral de papiros del cual surgió Hathor, la vaca divina. Un sonido igualmente agradable se podía producir también agitando un collar de cuentas menyt. <<

[187] Tyldesley (2006: 113-114). <<

[188] Ibíd. (113-114). <<

[189] Ibíd. (135-137). <<

[190] Un relieve recuperado de Hermópolis Magna, que ahora se guarda en la Ny Carlsberg Glyptotek de Copenhague, parece mostrarla realizando esta función. <<

[191] Hanke (1978: 190-191); véase también Harris (1974b). <<

[192] The Times, 19 de diciembre de 1922. <<

[193] Martin (1989: 37-41). <<

[194] Gabolde (1998: 107-110). <<

[195] Green (1996: 15 y nota final 56). <<

[196] Pendlebury (1935); Davies (1923: 133). Para otras referencias a la «desgracia» de Nefertiti, véase Seele (1955). <<

[197] Para conocer todos los detalles de la muerte de Meketatón, consúltese Martin (198: 42-48); El-Khouly y Martin (1984: 8, 16); Arnold (1996: 115). <<

[198] Post (1971). <<

[199] Zivie (2009). <<

[200] Davies (1905: 36-45). <<

[201] Allen (2009: 9). <<

[202] Darnell y Manassa (2007: 44-47). <<

[203] Luban (1999). <<

[204] Fletcher (2004). <<

[205] Hawass et al. (2010). <<

[206] Derry, citado en Leek (1972: 21-23). <<

[207] Reeves (1990: 123). <<

[208] Harrison et al. (1979). <<

[209] Chamberlain (2001); Hellier y Connolly (2009). <<

[210] Hawass et al. (2010). <<

[211] Phizackerley (2010). <<

[212] Ambas pruebas circunstanciales las sugiere Booth (2007: 80). <<

[213] Darnell y Manassa (2007: 178-184). <<

[214] Güterbock (1959: 94-95). <<

[215] Schulman (1978: 43). <<

[216] Güterbock. <<

[217] Ahora en las colecciones del Museo de Berlín. <<

[218] Carter (1927: 20). <<

[219] Algunos son autores con muchísimo éxito en este género, entre los más conocidos, quizá, la egiptóloga Barbara Mertz, que escribe la serie de Amelia Peabody bajo el seudónimo de Elizabeth Peters. Amelia, una intrépida dama egiptóloga de finales del período victoriano, principios del eduardiano, está presente en el Valle de los Reyes mientras se desarrollan gran parte de los acontecimientos de este libro. <<

[220] Goldacre (2008: 243). <<

[221] Aaronovitch (2009: 5). <<

[222] Desarrollada, medio en broma, después de consultar con unos colegas. La Ley de Tyldesley se puede aplicar a las «grandes teorías» (aliens, poderes sobrenaturales, etc.) y a las «pequeñas teorías» (el uso de cosméticos, la homeopatía, etc.). Una vez consciente de la ley, es imposible evitar observar lo muy a menudo que cualquier invención o innovación al azar se atribuye a los antiguos egipcios. <<

[223] Carter y White (1923). La historia se relata aquí de nuevo de forma abreviada. <<

[224] Carta escrita por Winlock a Edward Robinson, director del Metropolitan Museum, Nueva York, 28 de marzo de 1923. Citado extensamente en Hoving (1978: 82). <<

[225] James (1992: 94). <<

[226] El desarrollo de nuestra fascinación con «la momia» como personaje se discute en Day (2006). <<

[227] Coates y Bell (1903: 21). <<

[228] Cifras tomadas de estadísticas del gobierno de Gran Bretaña. <<

[229] Winifred Burghclere en Carter y Mace (1923: 27). <<

[230] Winifred Burghclere, ibíd. (39). <<

[231] Hoving (1978: 229-230). <<

[232] Lord Carnarvon citado en Vandenberg (1975: 27). <<

[233] Vandenberg (1975: 20). <<

[234] Ibíd. (20). <<

[235] Carter (1933: 33, 40-41). <<

[236] Hoving (1978: 227). <<

[237] «… La principal función de una tumba en el Antiguo Egipto es actuar como vehículo para la salvación en la otra vida, sea cual sea la naturaleza o naturalezas específicas de esa otra vida», Snape (2011: 212). <<

[238] Ibíd. (80). <<

[239] Strudwick (2005: 217-218). <<

[240] Ibíd. (437). <<

[241] Vandenberg (1975: 12). <<

[242] Artículo sin publicar citado en James (1992: 371). <<

[243] Winlock, New York Times, 26 de enero de 1934, 19-20. <<

[244] Nelson (2002). <<

[245] Conan Doyle estaba firmemente convencido de la verdad de las «Hadas Cottingley», fotografiadas en 1917 por las colegialas Elsie Wright y Frances Griffiths. En los ochenta se reveló que todo fue un engaño. <<

[246] New York Morning Post, abril de 1923. <<

[247] Lucas (1927: 165-166). <<

[248] Dean (2002: 95-96). <<

[249] Dean (1975). <<

[250] Comentario atribuido a Luis Bulgarini (1949): «el poder de la radiación» como defensa de la tumba se comenta con más detalle en Vandenberg (1975: 190-194). <<

[251] La biografía de Weigall, escrita por su nieta Julie Hankey, recalca esa conexión en su título: A Passion for Egypt: Arthur Weigall, Tutankhamun and the «Curse of the Pharaohs» (Una pasión por Egipto: Arthur Weigall, Tutankamón y la «Maldición de los Faraones»), (2001). <<

[252] Una afirmación que se cita a menudo. Véase por ejemplo Hoving (1978: 194). <<

[253] Weigall (1923: 136). <<

[254] Smith (1923: 10). <<

[255] Weigall (1923: 316-317). <<

[256] Ibíd. (138). <<

[257] Un tablero de momia es una máscara decorada y una caja abierta que forman parte del ajuar funerario de una momia. <<

[258] Frayling (1992: XIII). <<

[259] Howard Carter reflexiona sobre el papel del egiptólogo: relato no publicado del robo de la tumba de Amenhotep II, Archivos del Instituto Griffith, Oxford. Citado en James (1992: 387). <<

[260] Reeves (1985). <<

[261] El tocado nemes, el tocado de tela que se ve en la máscara funeraria de Tutankamón, cubre la corona, la parte trasera de la cabeza y la nuca, y tiene un faldón de tela largo que baja detrás de cada oreja hasta el hombro. El tocado khat es una versión simplificada del nemes, y carece de los faldones delanteros. <<

[262] Carter (1927: 41). <<

[263] G. O’Farrell (2001), The Tutankhamen Deception: The Story of the Mummy’s Curse. Pan Books: 2. <<

[264] Citado en Hankey (2001: 265). <<

[265] Budge (1920: 143-144). <<

[266] Lilyquist (2003). <<

[267] James (1992: 315). <<

[268] Véase, por ejemplo, Hoving (1978: 323-325). <<

[269] Citado en James (1992: 353). <<

[270] Ibíd. (326). <<

[271] Reeves (1988). <<

[272] Winstone (2008: 328). <<

[273] Véase, por ejemplo, ibíd. (330). <<

[274] Diario del Foreign Office, 7 de diciembre de 1939. Citado en Winstone (2008: 330). <<

[275] Reeves (1997). <<

[276] Obituario de Randy Kennedy: New York Times, 10 de diciembre de 2009; Hoving (1993: 15). <<

[277] Hoving (1978: 16). <<

[278] New York Tribune, citado en Hoving (1978: 327-328). <<

[279] Citado en Winstone (2008: 184). <<

[280] Hoving (1978: 350-357: 350): «… a pesar de la ley nacionalista, un cierto número de tesoros de la tumba abandonaron Egipto… a través de Carter y lord Carnarvon. Sus actos fueron, durante más de cincuenta años, uno de los secretos mejor guardados de la historia de la egiptología». <<

[281] Malek (2007: 3). <<

[282] Para la «egiptización» post-Tutankamón, véase Curl (1994: 211-20); para el fenómeno paralelo egipcio, más apagado, véase Colla (2007: 13). <<

[283] Graves y Hodge (1940: 126). <<

[284] Frayling (1992: 33). <<

[285] Ibíd. (36). <<

[286] Se mantienen otras exposiciones permanentes británicas con réplicas de Tutankamón en Dorchester y Highclere. Quizá no sea culpa del organizador si algunos de los visitantes a estas atracciones creen que han visto los objetos reales de la tumba. Una reproducción menos fiel se encuentra en la instalación «King Tat» de 2005-2006 de los artistas Shaun Doyle y Mally Malison, una obra de arte inspirada por la tumba de la exposición del Imperio Británico. <<

[287] Edwards (2000: 271-272). Los hechos y cifras que aparecen aquí están tomados de su autobiografía (2000: 296). <<