Un grupo de buenos amigos

Entre la primera y la segunda sesión de quimioterapia, la Sociedad General de Autores se empeñó en rendirme un homenaje en el Teatro Principal de Zaragoza. La verdad es que en aquel momento yo no tenía ganas ni de homenajes ni de nada, porque me sentía más muerto que vivo. Pero a finales de noviembre, y casi recién salido del hospital, me vi una tarde-noche en la primera fila de un teatro repleto, viendo cómo un grupo de buenos amigos querían acordarse de mí y decirme que me querían.

El acto lo presentó Olga Viza, que estuvo fantástica a pesar de que yo no fui un buen contertulio. Apenas la oía debido a mi sordera y a mi gran confusión. La noche fue casi mágica: Pilar Bardem, Miguel Ríos, Ana y Víctor, Luis Pastor y Rosana, que hizo una preciosa versión de mis Banderas rotas. Me emocionaron realmente. Creo que allí, en ese teatro, estaba toda mi gente. Al menos toda esa gente a la que yo he considerado mía