RAÚL (Oficial superior)

Veníamos trabajando sobre este objetivo desde tiempo atrás. Los Comandos Antiterroristas hicimos varias operaciones de asalto aéreo llegando en helicópteros sobre áreas ya determinadas, con indicaciones muy puntuales, muchas veces apoyados por comandos de Operaciones Especiales, la unidad donde nosotros habíamos sido instructores.

Buena parte de esas operaciones se habían realizado entre el Golfo de Urabá y los limites con Panamá, otra zona dominada por el bandido y en la que también se sentía a gusto.

Allí el problema de las operaciones helicoportadas era que, primero éste hombre como bandido de alta peligrosidad tenía muchos oídos y muchos ojos en diferentes puntos de la geografía dominada por el como los de los controladores aéreos en los aeropuertos de la región, los de algunos miembros de la misma Fuerza Pública, los de gente de la región, campesinos, ganaderos. De manera que cualquier movimiento de la Policía se lo reportaban de forma inmediata.

Por este motivo, resultaba casi imposible lograr la captura mediante una operación en helicóptero porque siempre los Black Hawk y los UH60, se escuchan más o menos dos minutos antes de que lleguen al blanco.

Dos minutos en aquellas zonas selváticas, con ríos, con cañadas, representan mucho tiempo para huir. Además, ellos ya tienen sus rutas de escape determinadas.

Son gente sagaz y por eso, cuando llegábamos, encontrábamos la comida caliente, las camas revolcadas, la ropa a un lado y también sus juguetes sexuales. Estos bandidos generalmente son depravados y éste, como Los Mellizos, utilizaba no solamente diversos aparatos sino que en sus escondites encontrábamos ropa negra para sadomasoquismo, antifaces, chalecos, látigos, esposas… Con su dinero tienen acceso a modelos y a reinitas prepago, pero también a mujeres, como dicen, comunes y silvestres.