Aquellos vuelos sobre una explanada con árboles derribados en la cima de una montaña habían echado a perder los planes y desde el Centro de Operación retomamos el hilo de los rastros, pero una vez más, comenzando por los que se movían en la base de la escala. Quienes nos dieron nuevamente algunas luces fueron los carpinteros.
En ese proceso nos llegó la información de que el Viejo había decidido cambiar su esquema de seguridad. Hasta entonces supimos que andaba con quince hombres, que aquellos manes se estaban comunicando con otras personas sin que el bandido lo supiera, pero finalmente terminó enterándote de tanta desorganización. ¿Qué hizo? Cambió a toda su gente y contrató a mujeres, y así, rodeado de bandidas estuvo solo con ellas tal vez una semana y luego mandó a llamar a Cuca.
Nosotros calculamos que las loras lo podrían vender con cierta facilidad y nuestras cartas eran en ese momento esperar.
En tanto Cuca se convirtió en enlace entre Mario, Nelson el de las cartas, y el Cabezón, o sea el viejito de las mulas. A partir de ese momento Cuca pasaba a ser el más cercano al objetivo.