Me encontraba en un punto estratégico y la vi pasar, me fijé en el chofer y en el tripulante, pero el tripulante no tenía bigote.
—¿Será? ¿No será?
A la altura de una «Y» el objetivo tomó la vía que conduce a Bogotá. Me acerqué a una patrulla de la Policía de Carreteras en un puesto de control y les dije:
—Yo soy Fulano de Tal. Estamos en un operativo. Vienen dos camionetas con matrículas tal y tal, marcas tales, colores tales, necesito que las detengan y las requisen.
Buscaba que dejaran sola a la tractomula. Ellos hicieron lo que les pedí, informaron que todos los ocupantes estaban armados aunque con documentos, y les dije nuevamente:
—Deténganlos ahí. Pidan antecedentes, demórenlos cuanto puedan.
La tractomula continuó adelante.