ISMAEL (Oficial superior)

Felipe organizó a su gente, había montado diferentes actividades y fue obteniendo buenos resultados. Incluso tomamos en arrendamiento un café —o cantina, como les dicen en esa región—, en la plaza de un poblado llamado El Jardín, hasta donde los bandidos salían en plan de descanso.

La encargada del negocio fue una agente nuestra veterana en labores de Inteligencia. El lugar fue pintado y aseado en poco tiempo, Alicia, así se llama ella, contrató directamente a varias empleadas para que atendieran a las mesas y a la vez obtuvieran información, desde luego sin saber realmente quién era Alicia, ni cuál era su labor en aquel sitio.

Efectivamente, los guardaespaldas y los mandos medios de los bandidos empezaron a aparecer en aquel sitio en plan de beber y hablar, hablar, hablar.