ISMAEL (Oficial superior)

Lucas nos condujo hasta un lugar arriba de la base de la Sierra y allí capturamos a cuatro personas con armamento que hacían de punto de control sobre el talud de una montaña.

Posteriormente surgió otro informante que nos explicó la ubicación real de uno de Los Mellizos ¿De cuál? De Miguel Angel, o sea Pablo Arauca. Dijo que tenía una reunión con aquél.

Lo enviamos con un GPS y se fue. Llegó finalmente al lugar y diez minutos más tarde atacamos el sitio con helicópteros.

Allí capturamos a todo él anillo de seguridad del narco, doce personas con fusiles, radios, armamento, equipos de campaña, mapas y, como cosa curiosa, en la cabaña encontramos una torta de chocolate.

El pastel lo había llevado nuestro guía como regalo, pues además de representar una especie de santo y seña, era el preferido del Mellizo; un pastel oscuro con unas pasas grandes elaborado en Bogotá:

—Cuando uno lo viene a visitar él pide que le traigamos esto. Ésa es su pasión —dijo el guía.

Miramos la torta, miramos la despensa, había enlatados, comida de mar y comida de calidad. En ese preciso momento decidimos intensificar la cacería, pues esta vez había logrado escapársenos. Era el mes de noviembre.

Una vez regresamos empezamos a analizar qué había fallado en esa operación. Por qué se nos había escapado, y llegamos a la conclusión de que sus anillos de seguridad eran muy amplios. Se hallaban a unos cinco, diez, quince kilómetros a la redonda y eso es una gran distancia sobre aquel terreno, de manera que, por ejemplo, cuando aparecía un helicóptero el anillo más distante había empezado a informar, y mientras nosotros llegamos al sitio, el objetivo tuvo mucho tiempo para penetrar en el bosque, corpulento y cerrado.