El regreso de Rodrigo marcó la hora cero y fue lanzada la ofensiva.
Se determinó un bombardeo porque una operación por tierra en la selva lo único que conseguiría sería correrlos de allí. Lo cerrado de la jungla ofrecía un alto margen de error para una operación por tierra, que tendría que ir avanzando al ritmo que se fuera abriendo camino.
Aunado a eso, el estudio que se había hecho del cabecilla determinó que cuando se iba a demorar algunos días en un mismo lugar, hacía minar el entorno del campamento y modificaba los anillos de seguridad. En dos palabras, intentar entrar por tierra significaba una operación suicida.