Origen de las citas usadas, por orden de aparición
—B. Jack Copeland & Diane Proudfoot, Un Alan Turing desconocido, Scientific American, ISSN 1135-5662
—F. G. Healt, Los orígenes del código binario, Scientific American, ISSN 1135-5662
—Luis Arroyo, Realidad Virtual, ed. Espasa, ISBN 84-239-9761-8
—Jérome Segal, La geometría de la información, Scientific American, ISSN 1135-5662
—Richard P. Feynman, ¿Está Ud. de broma, Sr. Feynman? Alianza Editorial, ISBN 84-206-9547-5
—Thomas Bernhard, Corrección, Madrid, Alianza Editorial, ISBN 84-206-9547-5
—Jacob D. Bekenstein, La información en el universo informático, Scientific American, ISSN 1135-5662
—Daniel Arijon, Gramática del lenguaje audiovisual, Escuela de Cine y Vídeo, ISBN 84-86435-48-X
—François Cheng, El libro del Zen de Zhuangzi, Madrid, Siruela, ISBN 84-7844-769-5
—Anthony Acampora, Láser en el kilómetro final, Scientific American, ISSN 1135-5662
—Mark Dery, Velocidad de escape, Madrid, Siruela, ISBN 84-7844-396-7
—Jeff Rothenberg, ¿Son perdurables los documentos digitales?, Scientific American, ISSN 1135-5662
—Félix de Azúa, diario El País, 10-08-2004
—P. R. Zimmermann, Criptografía para Internet, Scientific American, ISSN 1135-5662
—Artforum, Revista de Arte, diciembre de 1966, New York.
—Martin Cooper, Antenas adaptables, Scientific American, ISSN 1135-5662
—Greil Marcus, Rastros de carmín, Barcelona, Anagrama, ISBN 84-339-1365-4
—Eddie Prévost, Cometer todos los errores adecuados, revista Zehar, n.º 53, Arteleku, ISSN 1133-844 X
—Ignacio Aparicio, Las construcciones de la arquitectura, Madrid, Espasa, ISBN 84-239-9761-8
—Silvestra Mariniello, El cine y el fin del arte, Madrid, Cátedra, ISBN 84-376-1069-9
También se han manejado diferentes artículos de The New York Times.
El resto de referencias, ya sean de origen papel o páginas web, aparecen completas y con suficiente claridad a lo largo del texto.
Aunque, como sabemos, cuanto existe está hecho de ficción, algunas historias y personajes han sido directamente extraídos de esa «ficción colectiva» a la que comúnmente llamamos «realidad». El resto, de aquella otra «ficción personal» a la que solemos denominar «imaginación». Así, el lector habrá encontrado biografías reales y públicas desviadas del original, y biografías ficticias que han ido a converger al cauce de otras reales, componiéndose de esta manera la «docuficción» en la que viene a constituirse Nocilla Dream.
Nocilla Dream, cuyo arranque surge de la conjunción de la lectura del artículo El árbol generoso (de Charlie LeDuff, The New York Times, 10-06-2004), con el fortuito hallazgo, en un sobre de un azucarillo de un restaurante chino, del verso de Yeats, «Todo ha cambiado, cambió por completo / una belleza terrible ha nacido», y la también fortuita reaudición ese mismo día de la canción ¡Nocilla, qué merendilla! de Siniestro Total (DRO, Discos Radiactivos Organizados, 1982), fue escrito entre los días 11 de junio y 10 de septiembre de 2004 en las ciudades de Bangkok y Palma de Mallorca.
El así denominado Proyecto Nocilla, constituido por Nocilla Dream y las sucesivas Nocilla Experience y Nocilla Lab, responde a la traslación de ciertos aspectos de la poesía postpoética al ámbito de la narrativa.