Todos tenemos una época en la vida en la que fuimos muchos, esa que va del nacimiento hasta los 3,5 años aproximadamente, cuando no tenemos conciencia de ser quienes somos salvo por lo que nos contarán más tarde quienes nos ha visto crecer. Hasta ese momento no somos más que lo que da de sí cada una de esas versiones de nuestra fase sin conciencia, elementos inertes o vegetales: una piedra, un matorral, un haz de viento, un trozo de arena, etc. cuya suma es la exacta identidad de un desierto de 3,5 años de longitud.