En el One Way in Love están recogiendo, las chicas ya se han ido a sus casas, Jack le pide a Donna, la mujer del jefe, que le ponga un güisqui, ella responde que le acompaña en el trago, pero que rápido, que hay que cerrar. Ella coge los 2 vasos vacíos del escurridor, se los pone en los ojos como si fueran 2 catalejos, y Jack sonríe y le dice que ésa era una de las bromas que más le hacía Carol, mirar con 2 vasos como si fueran prismáticos. Donna, sin inmutarse, traga de penalti y le dice,
—¿Sabes cuál es la gran y única putada de la vida, Jack? ¿Lo sabes?
Jack dice no con la cabeza.
—Pues que los que se van no vuelven.
—¿Eh?
—Sí, no vuelven para contar qué hay allí, cómo se vive, si allí hay más güisqui que cerveza o viceversa, si hay luz natural o por el contrario bombillas, si allí fueron los japos quienes ganaron la 2.ª Guerra Mundial y no nosotros, y todo eso.
—Sí, sí, está claro, Donna. Ésa es la putada. Ni que hablar.
Bajan la persiana metálica,
—Bueno, Jack, hasta el martes; ¿qué haces mañana?
—Me voy hoy a la caravana, así mañana aprovecho allí el día.
—Vale, buena pesca.
Él tira hacia la izquierda; ella a la derecha.