Sandra, ¿sabes una cosa?, le dijo un día Jota, En aquel palacio de cristal dedicado al parchís hay una radio que un obrero por descuido dejó encendida. Me han dicho que los nómadas pasan y una voz extranjera, que reverbera en las estancias vacías, les hace compañía hasta muchos kilómetros más allá, donde la escuchan los días que el viento sopla a favor. No me lo creo, responde Sandra. Pues es verdad; por cierto, he visto que reponen de nuevo Viaje a Italia de Rossellini en sesión de madrugada, ¿vamos? Sandra lo piensa unos segundos, y dice, No, me temo que será un rollo.