El 8 de julio de 1947, la oficina de relaciones públicas de la base de la Fuerza Aérea en Roswell, Nuevo México, anunció el estrellamiento y recuperación de un disco volante. Se confió al personal de las Fuerzas Aéreas del 509 Escuadrón de Bombarderos su rescate. Al día siguiente, la prensa informó que el general en jefe de la Octava Fuerza Aérea en Fort Worth, Texas, anunció que el personal de la base de Roswell había recuperado un balón meteorológico con un reflector de radar, y no un «disco volante».
Medio siglo más tarde, se continúa especulando sobre lo que cayó en el suroeste de los Estados Unidos. Algunos observadores creen que el objeto era de origen extraterrestre. En su Informe de la Investigación de la Fuerza Aérea relativo al Incidente de Roswell, de julio de 1994, la USAF no cuestiona que algo ocurrió cerca de la base militar del mismo nombre, pero informa que la fuente más probable de los restos fue un globo lanzado dentro de un proyecto gubernamental secreto diseñado para determinar el estado de desarrollo de las armas nucleares soviéticas. El debate sobre lo que cayó allí aún continúa.