Por todo lo que se hace real en esta era que desciende, donde los héroes nada dejan, salvo el resonar férreo de sus nombres en gargantas de vates, me yergo en este silencioso corazón llorando el ritmo fugaz de vidas caídas en el polvo. Y el tamizado susurro proclama el tránsito de la gloria cuando los cantos se apagan en ecos moribundos por todo lo que se hace real. Los aposentos y salones bostezan vacíos a mis lamentos, pues alguien debe dar respuesta. Dar respuesta a todo esto. Alguien. |
La era que desciende —Torbora Fethena |