10.1. Confucio era modesto en sus maneras y hablaba con cautela: puede compararse con el precepto de John Henry Newman: «Rara vez un caballero se destaca cuando conversa» (The Idea of a University, Discurso VIII, 10). La famosa descripción de un caballero por parte de Newman es demasiado larga para ser citada aquí (de todos modos, muchos lectores la conocerán), pero es curioso señalar su sorprendente cualidad china; para Newman, la principal virtud que debe inspirar la conducta de un caballero es una «gentileza y feminidad de sentimiento que es consecuencia de la civilización». Al parecer, esta asociación entre civilización y feminidad no es tan evidente en Occidente, y se produciría más naturalmente dentro del contexto de una tradición filosófica que siempre atribuyó un papel dominante al principio yin.
Todo el capítulo 10 trata de la conducta propia de un caballero; su contenido bebe de dos fuentes, que no siempre pueden distinguirse claramente: algunas de las afirmaciones son descriptivas y se refieren a lo que Confucio hizo realmente, mientras que otras son prescriptivas e indican lo que un caballero debe hacer. Cuando el sujeto de la oración es «Confucio», o cuando es «un caballero», la distinción es obvia; sin embargo, con mucha frecuencia, el lector se ve enfrentado a un ambiguo «él». En general, he adoptado el pretérito imperfecto para los pasajes que se refieren a Confucio, y el presente de indicativo para los que se refieren al modelo de caballero; pero, en algunos casos, la distinción es algo arbitraria. <<
10.5. Cuando sostenía la tabla de jade: este pasaje se refiere probablemente a la ejecución de misiones diplomáticas en el extranjero. <<
10.6. Solapas color púrpura o malva: estos dos colores tenían que ser evitados, ya que son cercanos al negro, que se reservaba exclusivamente para ceremonias rituales y oficiales.
Rojo y violeta: colores demasiado lujosos para llevarlos a diario en casa.
Piel de oveja, de ciervo, de zorro: respectivamente, negra, blanca y amarilla, para hacer juego con el color de la túnica.
Manga derecha más corta: ¿para realizar más fácilmente las actividades manuales?
Su camisón de noche llega hasta las rodillas: la mayoría de los comentaristas y traductores han optado por una lectura literal: «la mitad de larga de la talla de un hombre». Como ésta sería una longitud ridícula para un camisón de noche, algunos comentaristas han sugerido que el pasaje se refería en realidad a la colcha de cama. Sin embargo Qiam Mu, señaló que shen (en referencia a la talla del cuerpo) tenía dos significados diferentes: 1, la longitud desde la cabeza a los pies; 2, la longitud desde la cabeza hasta el pecho. Si se toma la palabra en la segunda acepción, «un shen y medio», el camisón llegaría aproximadamente hasta las rodillas, lo cual parece una longitud bastante sensata para el camisón de un caballero.
Con excepción de su túnica ceremonial, que es de una sola pieza, toda su ropa está cortada y cosida: las palabras que es de una sola pieza y cosida no están en el original; las he añadido para hacer más explícito el sentido general.
Pieles de cordero ni bonetes negros: el negro fue siempre considerado como un color absolutamente inadecuado para el duelo. <<
10.8. No come en exceso: otra posible lectura del carácter yan sería: «No tiene ninguna objeción a que su arroz sea de la mejor calidad, ni a que su carne esté delicadamente cortada».
Que no sean servidos en el momento adecuado: la expresión es ambigua y puede significar tanto que la comida sea servida a la hora apropiada del día como que sea adecuada a la estación del año. <<
10.14. El lado este: lugar de honor. <<
10.16. No me atrevo a probarla: Arthur Waley comenta: «Un chün-tzu (caballero) no toma ninguna medicina que no le sea administrada por el médico cuyo padre y abuelo hayan servido a la familia. Puede compararse con el apego inglés al “viejo médico de cabecera”». <<
10.17. No preguntó por los caballos: ¡espléndida manifestación del humanismo confuciano! Para apreciarla totalmente, hay que recordar que en tiempos de Confucio un caballo era mucho más valorado que un mozo de cuadra.
Un comentarista tardío chino intentó puntuar este pasaje de forma diferente (en lugar de «Shang ren hu?» Bu wen ma, él leía: «¿Shang ren bu bu?» Wen ma). Entonces significaría: «Él preguntó: “¿Hay alguien herido?”, y después preguntó sobre los caballos». La sugerencia de este comentarista era que la preocupación del sabio abarcaba a todas las criaturas: por ello, en un orden adecuado, primero preguntó por las personas y después por los caballos. El hecho de que Confucio hubiera mostrado también preocupación por la suerte de algunos caballos evocaría probablemente ecos de simpatía en Occidente, donde se encuentran muchos exponentes ilustres de una actitud similar, desde San Francisco de Asís hasta la reina de Inglaterra Isabel II. Desgraciadamente, esta lectura no tiene ningún fundamento filológico sólido; se basa en un grosero anacronismo gramatical, y nunca fue citada, excepto para ilustrar de forma divertida el tipo de ambigüedades que pueden resultar de la ausencia de puntuación en el chino clásico. <<
10.21. Cuando visitaba el Gran Templo: con una ligera modificación, esta oración repite la apertura del pasaje 3.15. <<
10.22. Cuando murió un amigo: el respeto por los muertos es de importancia capital en la ética confuciana; véase la nota 10.25. <<
10.23. Carne para el sacrificio: utilizada para el culto a los antepasados; véase la nota 10.2. <<
10.25. Bonete ceremonial: Qian Mu sugiere que, en lugar del carácter mian («bonete ceremonial»), debe leerse el carácter wen («ropa de duelo»). Sin duda concordaría con el contexto.
El respeto por los muertos es una obligación de significado tan trascendental que incluso abarca respetar a aquellos que están haciendo duelo. De aquí, la reverente actitud de Confucio hacia todas las personas en duelo, por humilde que fuese su condición. Como señaló Ernst Jünger: «La cultura se basa en el tratamiento que se da a los muertos; la cultura se desvanece con la decadencia de las tumbas». Este concepto ya se hallaba en el núcleo de cualquier civilización humanista; sin embargo, actualmente los valores por los que Antígona estaba dispuesta a dar su vida en los tiempos clásicos de nuestra cultura parecen haberse convertido sólo en una débil memoria en la conciencia moderna, y las manifestaciones de piedad hacia los muertos, que se encuentran en todos los clásicos —sean chinos o griegos—, exigirán probablemente notas de explicación para los futuros lectores.
Raymond Carver, tal vez uno de los testigos más sensibles de nuestro actual colapso cultural, ha proporcionado un ejemplo escalofriante de este deterioro en una de sus historias, «Tanta agua tan cerca de casa». Estando de excursión, tres amigos se encuentran accidentalmente con el cuerpo desnudo de una mujer asesinada; como no quieren estropear su fin de semana de pesca en el bosque, dejan pasar dos días antes de denunciar el hallazgo. Al enterarse, la esposa de uno de los «pescadores» siente un impulso irreprimible —que no puede explicar— de asistir al funeral de la víctima desconocida.
Vendedor ambulante: sigo aquí la interpretación de Qian Mu (fan en lugar de ban). La traducción habitual «una persona que lleva documentos oficiales» parece mucho menos plausible.
El estallido repentino de un trueno o de un violento vendaval: constituyen augurios del Cielo. <<
10.27. Asustado, el pájaro alzó el vuelo…: la oscuridad de todo este pasaje ha estimulado peligrosamente la imaginación de muchos comentaristas. En realidad, parece que el texto original ha sido irremediablemente mutilado y corrompido; no tendía sentido insistir en darle un sentido. <<