8.1. El Maestro dijo: «De Taibo, puede decirse en verdad que su fuerza moral fue suprema. Tres veces renunció al dominio del mundo entero, sin dar ninguna oportunidad a los demás para que lo alabasen». [→]
8.2. El Maestro dijo: «Sin los ritos, la cortesía cansa; sin los ritos, la prudencia es tímida; sin los ritos, el valor es pendenciero; sin los ritos, la franqueza es dañina. Cuando los caballeros tratan a sus propios familiares con generosidad, las personas ordinarias son atraídas a la bondad; cuando no se olvidan los viejos vínculos, las personas ordinarias no son volubles».
8.3. Cuando el maestro Zeng estaba enfermo, llamó a sus discípulos y les dijo: «Mirad mis pies. Mirad mis manos. En los Poemas se dice:
Convulso y con temblores,
como al borde de un abismo,
como al caminar sobre hielo.
Pero ahora, amigos míos, sé que he llegado seguro al puerto. [→]
8.4 Cuando el maestro Zeng estaba enfermo, el señor Mengjing acudió a visitarlo. El maestro Zeng dijo: «Triste es el canto de un pájaro que está a punto de morir; verdaderas son las palabras de un hombre que está al borde de la muerte. Cuando un caballero sigue la Vía, pone especial atención en tres cosas: en su actitud, evita la temeridad y la arrogancia; en su expresión, se atiene a la buena fe; en sus palabras, renuncia a la vulgaridad y al sinsentido. En cuanto a los detalles de los sacrificios y otros ritos, se lo deja a los encargados de los mismos». [→]
8.5. El maestro Zeng dijo: «Hace mucho tiempo que tuve un amigo que practicó lo siguiente: competente, pero dispuesto a escuchar a los incompetentes; con talento, pero dispuesto a escuchar a los que carecían de él; poseyéndolo, parecía no tenerlo; aceptaba los insultos sin ofenderse». [→]
8.6. El maestro Zeng dijo: «Podéis confiarle el cuidado de un huérfano, podéis confiarle el gobierno de todo un país; si lo ponéis a prueba, permanece inalterable. ¿Es alguien así un caballero? Sin duda, lo es».
8.7. El maestro Zeng dijo: «Un erudito debe ser fuerte y resuelto, puesto que su carga es pesada y su jornada larga. Su carga es la humanidad, ¿acaso no es ésta pesada? Su jornada se termina sólo con la muerte, ¿acaso no es ésta larga?».
8.8. El Maestro dijo: «Inspiraos en los Poemas, estabilizad vuestro proceder con los ritos; encontrad vuestra satisfacción en la música».
8.9. El Maestro dijo: «Podéis hacer que los demás sigan la Vía, pero no podéis hacer que la entiendan». [→]
8.10. El Maestro, dijo: «Atrapado por la pobreza, un hombre valiente quizá se rebele. Si se le empuja demasiado lejos, también puede rebelarse un hombre sin moral». [→]
8.11. El Maestro dijo: «Un hombre puede tener los espléndidos talentos del duque de Zhou, pero si es arrogante y malvado, sus méritos no valen nada».
8.12. El Maestro dijo: «Es difícil encontrar a un hombre que pueda estudiar tres años sin pensar en alcanzar un puesto».
8.13. El Maestro dijo: «Mantened la fe, amad el conocimiento, defended la buena Vía con vuestra vida. No entréis en un país inestable; no residáis en un país revuelto. Brillad en un mundo que sigue la Vía; ocultaos cuando el mundo la pierde. En un país en el que prevalece la Vía es vergonzoso permanecer pobre y anónimo; en un país que ha perdido la Vía, es vergonzoso convertirse en alguien rico y recibir honores».
8.14. El Maestro dijo: «No entrometeros en el proceder de un cargo que no sea el vuestro».
8.15. Cuando Zhi, el maestro de música, está dirigiendo la obertura y el final de Las águilas pescadoras, ¡qué plenitud entra por los oídos!.
8.16. El Maestro dijo: «Las personas impetuosas, pero que no son sinceras; las que son ignorantes, y además imprudentes; las ingenuas, pero que no son dignas de confianza, están más allá de mi comprensión».
8.17. El Maestro dijo: «Aprender es como cazar, ya que cuando no obtienes la pieza [cuando no comprendes], temes perder lo que ya has obtenido».
8.18. El Maestro dijo: «¡Qué sublimes eran Shun y Yu: dominaban todo lo que estaba bajo el Cielo, pero no se apegaban a ello!». [→]
8.19. El Maestro dijo: «¡Qué gran soberano fue Yao! ¡Qué sublime! Sólo el Cielo es grande, y Yao siguió su modelo. La gente no encontraba palabras para elogiar su generosidad. ¡Qué sublimes fueron sus logros, qué espléndidas sus instituciones!».
8.20. Shun gobernó el mundo entero sólo con cinco ministros. El rey Wu dijo: «Yo tengo diez ministros».
Confucio dijo: «¡Cuán verdad es que es difícil encontrar personas capaces! Se supone que la época de Yao y Shun era abundante en talento, pero Shun encontró sólo cinco ministros; respecto al rey Wu, puesto que uno de sus ministros era mujer, de hecho sólo encontró nueve hombres. Aunque la Casa de Zhou dominaba dos tercios del mundo, seguía siendo tributaria de Shang. Puede decirse en verdad que la fuerza moral de Zhou era suprema». [→]
8.21. El Maestro dijo: «No encuentro defecto alguno en Yu. Comía y bebía frugalmente, pero mostraba una absoluta devoción en sus sacrificios a los espíritus; se vestía pobremente, pero sus túnicas ceremoniales eran magníficas; su morada era modesta, pero empleó su energía en canalizar las inundaciones. No puedo encontrar defecto alguno en Yu». [→]