18.1. El señor de Wei huyó del tirano; el señor de Ji fue hecho esclavo por éste, y Bi Gan fue ejecutado por amonestarlo. Confucio comentó: «La Dinastía Yin tenía tres modelos de humanidad». [→]
18.2. Liuxia Hui era magistrado, y fue depuesto tres veces. Cuando las personas le preguntaban: «¿Por qué no te vas a algún otro lado?», él respondía: «Si trabajas con honradez, ¿dónde no encontrarás la misma suerte? Si trabajara en contra de los dictados de mi conciencia, ¿para qué necesitaría dejar la tierra de mis padres?». [→]
18.3. El duque Jing de Qi había invitado a Confucio, diciendo: «No puedo tratarlo lo mismo que al señor Ji. Le trataré como si su rango estuviera entre el señor Ji y el señor Meng». Y a continuación añadió: «Soy demasiado viejo. No puedo emplearlo». Confucio se marchó [del estado de Qi].
18.4. Los habitantes de Qi enviaron al estado de Lu como presente un grupo de muchachas que bailaban y cantaban. El señor Ji Huan las aceptó, y durante tres días no atendió los asuntos de la corte. Entonces Confucio se marchó [del estado de Lu]. [→]
18.5. Jieyu, el loco de Chu, pasó por delante de Confucio cantando:
¡Fénix, oh Fénix!
El pasado ya no tiene remedio,
pero el futuro todavía no está perdido.
¡Abandona, abandona!
¡Contados están los días de los funcionarios!
Confucio detuvo su carruaje, pues quería hablar con él, pero el loco aceleró el paso y desapareció. Confucio no logró hablar con él. [→]
18.6. Changju y Jieni estaban arando juntos. Confucio, que pasaba por allí, envió a Zilu a preguntar dónde estaba el vado. Changju preguntó: «¿Quién está en el carruaje?». Zilu respondió: «Es Confucio». —«¿Confucio de Lu?». —«Él mismo». —«Entonces ya sabe dónde está el vado».
Zilu preguntó entonces a Jieni, que preguntó a su vez: «¿Quién eres tú?». —«Soy Zilu». —«¿El discípulo de Confucio, de Lu?». —«Sí». —«El universo entero es barrido por la misma marea; ¿quién puede invertir su curso? En lugar de seguir a un caballero que va de un señor a otro, ¿no sería mejor seguir a un caballero que haya renunciado al mundo?». Mientras tanto continuaron atendiendo su campo.
Zilu regresó e informó a Confucio. Éste pareció perdido en sus pensamientos y suspiró: «Es imposible asociarse con pájaros y animales salvajes. ¿Con quién seguir en compañía si no es con los de mi propia especie? Si el mundo siguiera la Vía, no tendría que reformarlo». [→]
18.7. Una vez que viajaba con Confucio, Zilu quedó rezagado. Entonces encontró a un anciano que llevaba al hombro un cesto colgado de su cayado. Zilu le preguntó: «¿Has visto a mi maestro?». El anciano respondió: «¿Quién puede ser tu maestro si no te esfuerzas con tus cuatro miembros y no puedes distinguir siquiera las cinco clases de cereal?». Entonces plantó su cayado en el suelo y empezó a sembrar.
Zilu lo miró respetuosamente.
El anciano lo invitó a pasar la noche, mató un pollo, cocinó un poco de arroz y le presentó a sus dos hijos.
Al día siguiente, Zilu reemprendió su jornada e informó a Confucio.
El Maestro comentó: «El hombre que encontraste es un eremita», y envió a Zilu de vuelta para buscarlo, pero al llegar al lugar donde vivía, Zilu descubrió que el anciano se había ido.
Zilu comentó entonces: «No está bien retirarse de la vida pública. No se puede ignorar la diferencia entre la vejez y la juventud, y mucho menos las obligaciones recíprocas entre el príncipe y el súbdito. No se pueden descartar las relaciones humanas más esenciales, simplemente para preservar la propia pureza. Un caballero tiene una obligación moral de servir al Estado aunque prevea que no prevalecerá la Vía».
18.8. Quienes se habían retirado del mundo fueron Boyi, Shuqi, Yuzhong, Yiyi, Zhuzhang, Liuxia Hui y Shaolian. El Maestro dijo: «No aceptar componendas ni insultos puede resumir la actitud de Boyi y Shuqi». Sobre Liuxia Hui y Shaolian comentó: «Hicieron compromisos y sufrieron insultos, pero lograron conservar la decencia en sus palabras y la prudencia en sus obras». Sobre Yuzhong y Yiyi comentó: «Se hicieron eremitas y dejaron de hablar. Permanecieron puros y se refugiaron en el anonimato. Personalmente hago las cosas de diferente modo: no sigo prescripciones rígidas de lo que hay que hacer y de lo que no». [→]
18.9. Zhi, el gran maestro de música partió para Qi. Gan, músico del segundo banquete, partió para Chu. Liao, músico del tercer banquete, partió para Cai. Que, músico del cuarto banquete, partió para Qin[18]. El tambor Fangshu cruzó el río Amarillo. El timbal Wu cruzó el río Han. Yang, el sustituto del maestro de música, y Xiang, que tocaba el carillón de piedra, cruzaron al otro lado del mar. [→]
18.10. El duque de Zhu dijo a su hijo, el duque de Lu: «Un caballero no descuida a sus parientes. No da la oportunidad a sus ministros de quejarse de que no se confía en ellos. Sin una grave causa, no despide a los viejos vasallos. De nadie espera la perfección».
18.11. La dinastía Zhou tenía ocho caballeros: los hermanos mayores Da y Gua; los siguientes hermanos Tu y Hu, los hermanos más jóvenes Ye y Xia, y los hermanos menores Sui y Gua.