ALAIN DE BENOIST DE GENTISSARD (Saint-Symphorien, municipio incorporado actualmente al de Tours, 11 de diciembre de 1943). Es un académico francés, líder e ideólogo principal del think-thank de la Nueva Derecha y del grupo GRECE. Edita desde 1968 el periódico Nouvelle École y desde 1988 Krisis. En 1978 recibió el Gran Premio de Ensayo de la Academia Francesa.

Intelectual que se formó en la Sorbona, habiendo estudiado Derecho, Filosofía, Sociología e Historia de las Religiones, Benoist es poco conocido fuera de su país aunque sus obras han sido muy influyentes en el pensamiento de la derecha europea. En sus textos ataca y crítica el fenómeno de la globalización, la inmigración descontrolada y el liberalismo considerándolos como contraproducentes para el concepto de Estado-nación. Se muestra esperanzado en que dentro de los límites de la democracia, las consecuencias negativas de estos fenómenos generen un intenso debate social que acabe reflejándose en el sistema. Se adhiere a la teoría del marxista Antonio Gramsci de que antes de producirse un cambio político, es necesario conseguir la hegemonía cultural, esto es, conseguir que las ideas a implantar sean aceptadas por los ciudadanos. Por este motivo, Alain de Benoist se centra en el trabajo cultural más que en el político. Ha sido influido por Ernst Jünger, Jean Baudrillard, Helmut Schelsky y Konrad Lorenz.

Alain de Benoist es especialmente crítico con el cristianismo primitivo, al cual considera germen del igualitarismo y el universalismo. Considera que Europa debe redescubrir sus raíces paganas.

Los sectores más críticos con el pensamiento de Benoist suelen proceder del ala más liberal de la derecha y de gran parte de la izquierda, tachándole en todos los casos de difusor del neofascismo. Sin embargo, Benoist ha atacado repetidamente en sus obras la ideología fascista. La acusación de neofascista probablemente se origine en su rechazo del cosmpolitismo, la inmigración masiva y la teoría de los derechos humanos.

Benoist ha ido evolucionando progresivamente hacia unos planteamientos políticos cada vez más democráticos, desde una postura inicial fuertemente aristocrática. En la actualidad defiende que la manera más efectiva de promover el cambio político es aumentar el nivel de democracia a todos los niveles, especialmente el local.