El Frío fue extraditado a Italia y colaboró con la justicia. En los meses sucesivos, Ojo Feroz, Ricotta y Donatella optaron también por la vía del arrepentimiento.
El Búfalo fue arrestado algunos meses después. Una patrulla de la policía lo sorprendió en un coche cargado de armas. Jamás se supo a qué estaban destinadas.
Gracias a las declaraciones de los arrepentidos, el Búfalo, el Tapón, el Negro, el Seco, Carlo Bufones y muchos otros fueron condenados a largas penas de detención.
El patrimonio del Seco fue confiscado. El Seco acumuló otro en poco tiempo.
El Maestro, Zeta y el Peludo fueron absueltos de todas las imputaciones.
El conde Ugolino murió de SIDA.
El abogado Miglianico siguió ejerciendo con éxito la profesión. El abogado Vasta se jubiló.
El Rata vive con nombre falso en otra ciudad.
Treintamonedas fue asesinado mientras salía de un bar.
El Niño nunca fue capturado.
Patrizia sigue al frente del gimnasio y presenta un programa televisivo de fitness en una red de canales locales.
El asesinato del Piojo jamás se resolvió.
El juez Borgia fue transferido a una sección civil del Tribunal de Apelación.
El dottore Nicola Scialoja dirige la Oficina de Logística e Información sobre Criminalidad del Ministerio del Interior. Vive en un lujoso ático de la calle Chiana. Sigue soltero.