En 1809 el ejército británico estaba dividido en regimientos, tal como sucede hoy en día, pero la mayoría de ellos recibía un número y no un nombre; así por ejemplo, el regimiento de Bedfordshire se llamaba en realidad el 14.º, los comandos de Connaught el 88.º y así sucesivamente. Los soldados preferían los nombres, pero tuvieron que esperar hasta 1881 para que se aprobaran oficialmente. No le he dado deliberadamente ningún número al South Essex, un regimiento ficticio.
Un regimiento era una unidad administrativa; la unidad básica de batalla era el batallón. La mayoría de regimientos consistía, al menos, en dos batallones, pero algunos, como el imaginario South Essex, eran pequeños regimientos de un único batallón. He aquí por qué en Sharpe y el águila del imperio ambas palabras se usan indistintamente respecto al South Essex. En teoría, un batallón tenía un millar de hombres, pero las enfermedades y las bajas junto con la escasez de reclutas hacían que los batallones entraran a menudo en batalla con tan solo quinientos o seiscientos hombres.
Todos los batallones estaban divididos en diez compañías. Dos de ellas, la Compañía Ligera y la Compañía de Granaderos, eran la élite del batallón y, las compañías ligeras en particular, eran tan útiles que se reclutaban o se ampliaban regimientos enteros de tropas ligeras, como los fusileros del 95.º.
Un batallón estaba normalmente al mando de un teniente coronel, con dos comandantes, diez capitanes y, por debajo de ellos, los tenientes y alféreces. Ninguno de estos oficiales había recibido ningún tipo de preparación; esto quedaba reservado para los oficiales de ingeniería y artillería. Uno de cada veinte oficiales era ascendido. El ascenso normal se producía más por antigüedad que por méritos, pero un hombre rico, siempre que hubiera servido durante un cierto período en su graduación, podía comprar el ascenso siguiente y de esta manera colarse. Este sistema de compra podía conllevar ascensos muy injustos, pero vale la pena recordar que sin él el soldado británico de mayores éxitos, sir Arthur Wellesley, posteriormente duque de Wellington, no hubiera alcanzado una graduación lo suficientemente alta en los inicios de su carrera como para formar el ejército más sobresaliente que haya tenido Gran Bretaña; el ejército en el que Richard Sharpe luchó contra los franceses en Portugal, España y Francia entre 1808 y 1814.