Contrafactus

El Cangrejo ha invitado a un pequeño grupo de amigos a ver el partido de fútbol del sábado en la tarde por televisión. Aquiles ya ha llegado, pero la Tortuga y su amigo el Sr. Perezoso aún son esperados.

Aquiles: ¿Serán esos nuestros amigos, los que arriban montados sobre ese insólito vehículo de una sola rueda?

(El Sr. Perezoso y la Tortuga desmontan y entran.)

Cangrejo: Ah, mis amigos, estoy tan feliz de que hayan podido venir. Permítame presentarle a mi viejo y querido amigo, el Sr. Perezoso, y éste es Aquiles. Creo que ya conoce al Sr. Tortuga.

Sr. Perezoso: Ésta es la primera vez, que yo recuerde, que me es presentado un Bicíclope. Encantado de conocerlo, Aquiles. He oído decir muchas cosas magníficas acerca de la especie biciclópea.

Aquiles: Igualmente, se lo aseguro. ¿Me permite preguntarle algo acerca de su elegante vehículo?

Tortuga: ¿Se refiere a nuestro uniciclo tándem? Nada de elegante. Es simplemente un medio en que dos pueden ir de A a B a la misma velocidad.

Sr. Perezoso: Está construido por una compañía que también hace sube-y-subes.

Aquiles: Ya veo, ya veo. ¿Qué es ese botón que tiene ahí?

Sr. Perezoso: La palanca de cambios.

Aquiles: ¡Ajá! ¿Cuántas velocidades tiene?

Tortuga: Una, incluida la marcha atrás. La mayoría de los modelos tienen menos, pero éste es un modelo especial.

Aquiles: Parece ser un uniciclo tándem bastante fino. Oh, Sr. Cangrejo, le quería decir lo mucho que gocé anoche escuchando la actuación de su orquesta.

Cangrejo: Gracias, Aquiles. ¿Estaba Ud. allí por casualidad, Sr. Perezoso?

Sr. Perezoso: No, no pude ir; lamento decirlo. Estaba participando en un torneo de individuales mixtos de ping-ping. Fue muy emocionante, ya que mi equipo empató en el primer lugar consigo mismo.

Aquiles: ¿Ganó Ud. algo?

Sr. Perezoso: Por cierto que sí, una cinta de Möbius de dos lados hecha de cobre; está chapada en plata por un lado y en oro por el otro.

Cangrejo: Felicitaciones, Sr. Perezoso.

Sr. Perezoso: Gracias. Bueno, cuénteme acerca del concierto.

Cangrejo: Fue una presentación de lo más encantadora. Tocamos algunas piezas de los mellizos Bach…

Sr. Perezoso: ¿Los famosos Johanns y Bastian?

Cangrejo: Son idénticos. Y hubo una obra que me hizo pensar en Ud., Sr. Perezoso; un maravilloso concierto de piano para dos manos izquierdas. El penúltimo (y único) movimiento era una fuga a una voz. No puede imaginar lo intrincada que era. Como finale, tocamos la Novena Zenfonía de Beethoven. Cuando terminó, toda la audiencia se puso de pie y aplaudió con una mano. Fue sobrecogedor.

Sr. Perezoso: Oh, siento habérmelo perdido. ¿Cree Ud. que lo han grabado? En casa tengo un excelente equipo de alta fidelidad para tocarlo —el mejor sistema monoaural de dos canales que se puede conseguir en el mercado.

Cangrejo: Estoy seguro de que lo puede encontrar en alguna parte. Bueno, amigos, el partido está por comenzar.

Aquiles: ¿Quién juega hoy, Sr. Cangrejo?

Cangrejo: Creo que Local versus Visitante. Oh, no, eso fue la semana pasada. Creo que esta semana es Local versus Forasteros.

Aquiles: Yo voy por Local, siempre lo hago.

Sr. Perezoso: Qué convencional. Yo nunca voy por Local. Mientras más cerca vive un equipo de las antípodas, más grito por él.

Aquiles: Oh, ¿de modo que Ud. vive en las Antípodas? He oído que es encantador vivir allí, pero no me gustaría visitarlas. Están tan lejos.

Sr. Perezoso: Y lo extraño en ellas es que no se acercan en absoluto, no importa qué camino siga.

Tortuga: Ése es el tipo de lugar que a mí me gusta.

Cangrejo: Es hora de que comience el partido. Creo que voy a encender la T.V.

(Se dirige hacia un enorme mueble con pantalla, bajo la cual hay un panel de instrumentos tan complicado como el de un avión a propulsión. Aprieta un botón, y el estadio de fútbol aparece en brillantes y vividos colores en la pantalla.)

Locutor: Buenas tardes, a todos los aficionados. Bueno, parece que nuevamente tenemos la oportunidad de ver a Local y Forasteros enfrentados sobre el césped para medir sus fuerzas, en una rivalidad que ya es casi cuestión de piel. Ha estado lloviznando toda la tarde, y el campo de juego está un poco mojado, pero a pesar del tiempo, éste promete ser un excelente partido, especialmente con ese GRAN par de extremos izquierdos con que cuenta Local, Gambetas y Remates. ¡Se inicia el encuentro! Mueve el balón Roperos para Local, pero intercepta Dribleros para Forasteros. Este corre ahora buscando el área rival, sortea a un contrario, a otro, y a otro, ¡pero es derribado a la entrada del área por Hachazos de Local!

Cangrejo: ¡Qué carrerón! ¿Vieron cómo CASI fue derribado por Leñeros, pero cómo de alguna manera lo eludió?

Sr. Perezoso: Oh, no sea tonto, Sr. Cangrejo. Nada de eso sucedió. Leñeros NO derribó a Dribleros. No hay necesidad de confundir al pobre Aquiles (o al resto de nosotros) con sus fórmulas mágicas acerca de lo que “casi” sucedió. Los hechos son los hechos, sin “casi”, ni “si”, “y”, o “pero” que valga.

Locutor: Aquí tenemos la repetición de la jugada. Observen cómo el número 5, Leñeros, aparece por el costado sorprendiendo a Dribleros, ¡y por poco lo derriba!

Sr. Perezoso: ¡“Por poco”! ¡Bah!

Aquiles: ¡Qué jugada más espectacular! ¿Qué haríamos sin repeticiones?

Locutor: Lanzamiento directo para Forasteros a la entrada del área rival. Oportunitas se sitúa entre los defensas rivales para evitar el fuera de juego. Artilleros toca el balón retrocediéndolo para Cañonazos —pase atrás— quién envía un centro hacia su propio campo ¡doble pase atrás! Dribleros coge el balón y lo retrocede para su portero ¡triple pase atrás!

Sr. Perezoso: ¡Fantástico! ¡Qué manera de retroceder! ¡Qué buen partido!

Aquiles: Pero Sr. P, creí que Ud. iba por Forasteros y éstos acaban de desperdiciar una excelente oportunidad.

Sr. Perezoso: ¿Sí? Oh, bueno ¿a quién le importa, mientras haya sido una bonita jugada? Veámosla de nuevo.

(… y así transcurre el primer tiempo. En el segundo tiempo, Local pierde 1 a 0 y necesita igualar el marcador. La oportunidad se les presenta en un contragolpe que se inicia en el centro del campo.)

Locutor: Gambetas lleva el balón. Amaga un pase para Leñeros quien se lleva la defensa consigo. Remates se abre por la derecha, libre de mareaje. Gambetas le cruza el balón con un pase raso. Remates lo domina, entra en el área, queda solo frente al portero, y… (Se escucha una exclamación quejumbrosa de parte de la multitud.) oh, ¡se le escapa el balón por el fondo! ¡Qué golpe más duro para Local, amigos! ¡Si a Remates no se le hubiera escapado el balón por el fondo, podría haber sorteado al portero y metido el gol! Veamos la repetición subjuntiva.

(Y en la pantalla aparece la misma jugada anterior.)

Gambetas lleva el balón. Amaga un pase para Leñeros quien se lleva la defensa consigo. Remates se abre por la derecha, libre de mareaje. Gambetas le cruza el balón con un pase rasante. Remates lo domina, entra en el área, queda solo frente al portero, y… (Se escucha una exclamación de alivio de parte de la multitud.) ¡casi se le escapa el balón por el fondo! ¡Pero lo domina, sortea al portero y gol! (El estadio revienta en una multitudinaria ovación.) Bueno, amigos, eso es lo que hubiera ocurrido si a Remates no se le hubiera escapado el balón por el fondo.

Aquiles: Espere un momento… ¿Hubo un gol o NO lo hubo?

Cangrejo: Oh, no. Eso fue tan solo la repetición subjuntiva. Ellos simplemente siguieron la jugada en forma hipotética ¿entiende?

Sr. Perezoso: ¡Ésa es la cosa más ridícula que he oído nunca! Sólo falta que inventen orejeras de concreto.

Tortuga: Las repeticiones subjuntivas no son muy usuales, ¿o sí?

Cangrejo: Bastante, si Ud. tiene una Subjun-TV.

Aquiles: ¿Se trata acaso de algún antídoto para la Conjun-TV-tis?

Cangrejo: ¡En absoluto! Es una nueva clase de TV, que puede operar en el modo subjuntivo. Son particularmente indicadas para partidos de fútbol y cosas por el estilo. Yo ya tengo la mía.

Aquiles: ¿Por qué tiene tantos botones y selectores extraños?

Cangrejo: Es para que Ud. pueda sintonizar el canal apropiado. Hay muchos canales que transmiten en el modo subjuntivo, y es deseable que Ud. pueda seleccionarlos fácilmente.

Aquiles: ¿Podría mostrarnos lo que quiere decir? Me temo que no entiendo muy bien de qué se trata toda esta conversación acerca de “transmitir en el modo subjuntivo”.

Cangrejo: Oh, realmente es muy simple. Ud. puede descubrirlo por sí mismo. Yo voy a ir a la cocina a preparar un poco de papas fritas, que sé que son la debilidad del Sr. Perezoso.

Sr. Perezoso: ¡Mmmmm! De acuerdo, Sr. Cangrejo. Las papas fritas son mi plato favorito.

Cangrejo: ¿Y qué hay del resto?

Tortuga: Yo podría comer unas pocas.

Aquiles: También yo. Pero espere, antes de que se vaya a la cocina, ¿existe algún truco para usar su Subjun-TV?

Cangrejo: Ninguno en especial. Simplemente siga viendo el partido, y cuando haya un cuasigol, o cuando Ud. desee que las cosas hubieran sido de alguna manera diferente, entonces juguetee simplemente con los selectores, y vea qué sucede. El aparato no va a sufrir daño alguno, aún cuando puede que Ud. sintonice algunos canales muy exóticos. (Y desaparece metiéndose en la cocina.)

Aquiles: Me pregunto qué quiere decir con eso. Oh, bueno, volvamos al partido. Estaba metidísimo.

Locutor: Gana Forasteros por 4 a 0. Remates tiene el balón para Local en el mediocampo. Gambetas corre por el centro. Remates le pasa el balón por arriba buscando pasar a la defensa de Forasteros. Gambetas corre buscando el balón que…

Aquiles: Vamos Gambetas, ¡domínala! ¡Hazle un túnel a esos Forasteros!

Locutor: …cae en una poza ¡PLACH! Se para en seco a los pies de Fortunatos mientras Gambetas pasa de largo. Fortunatos inicia un rápido contraataque. Lo toca para un compañero y corre para la devolución. Recibe el balón en mitad del campo rival y se va buscando el área, ¡pero es derribado! ¡El árbitro pita lanzamiento directo por falta sobre el formidable Fortunatos! Peligrosa situación para Local. Oh, bueno, así son las cosas.

Aquiles: ¡Oh, no! Si tan solo no hubiera estado lloviendo… (Frota sus manos con desesperación.)

Sr. Perezoso: ¡OTRA de esas confusas hipotéticas! ¿Por qué siempre están Uds. evadiéndose a sus absurdos mundos de fantasía? Si yo fuera Ud., me mantendría firmemente apegado a la realidad. “Nada de sinsentido subjuntivo” es mi lema. Y no lo abandonaría ni aunque alguien me ofreciera cien —no, ciento doce— papas fritas.

Aquiles: Oiga, eso me da una idea. Quizá moviendo debidamente estas perillas pueda evocar una repetición subjuntiva en la cual no esté lloviendo, no haya poza, no se pare en seco el balón, y Gambetas no pase de largo. Me pregunto si… (Camina hasta la Subjun-TV y la mira con atención.) Pero no tengo idea para qué sirven estas diferentes perillas. (Mueve unas pocas al azar.)

Locutor: Gana Forasteros por 4 a 0. Remates tiene el balón para Local en el mediocampo. Gambetas corre por el centro. Remates le pasa el balón por arriba buscando pasar a la defensa de Forasteros. Gambetas corre buscando el balón que…

Aquiles: ¡Vamos, Gambetas, domínala! ¡Hazle un túnel a esos Forasteros!

Locutor: …cae en una poza ¡PLACH! Oh… da un bote en falso sobrando a Fortunatos y cayendo a los pies de Gambetas. Éste la domina, entra al área, queda solo frente al portero, dispara y… ¡gol para Local! (Gritos y aplausos del público que apoya a Local.) ¡Así es como hubiera sido si los balones de fútbol fueran esferoides ovalados en lugar de esferas! Pero en realidad, Local pierde el balón y Forasteros consigue una falta directa al borde del área. Oh, bueno, así son las pozas.

Aquiles: ¿Qué piensa Ud. de ESO, Sr. Perezoso?

(Y Aquiles mira risueño en dirección al Sr. Perezoso, pero este último está completamente abstraído y es ajeno al efecto devastador que menciona Aquiles. El Sr. Perezoso está ocupado observando al Cangrejo que llega con una gran bandeja con ciento doce —no cien— papas fritas, y servilletas para todos.)

Cangrejo: Y bueno, amigos, ¿cómo encuentran Uds. mi Subjun-TV?

Sr. Perezoso: De lo más decepcionante, Sr. Cangrejo, para serle franco. Parece tener grandes desperfectos. Realiza absurdas excursiones al sinsentido por lo menos la mitad de las veces. Si fuera mía, se la daría inmediatamene a alguien como Ud., Sr. Cangrejo. Pero por supuesto no es mía.

Aquiles: Es un invento sumamente extraño. Traté de reproducir una jugada para ver cómo hubiera sido bajo diferentes condiciones climáticas, pero el aparato parece tener voluntad propia. En lugar de cambiar el clima, cambió la forma del balón de fútbol: le dio FORMA OVALADA en lugar de FORMA DE BALÓN DE FÚTBOL. Ahora dígame ¿cómo puede un balón de fútbol no tener la forma de balón de fútbol? Es una contradicción de términos. ¡Qué absurdo!

Cangrejo: ¡Qué juego más insípido! Pensé que Ud. seguramente encontraría subjuntivos más interesantes. ¿Qué le parecería ver cómo hubiera sido la última jugada si el partido hubiera sido de baloncesto en lugar de fútbol?

Tortuga: ¡Oh! ¡Magnífica idea!

(El Cangrejo gira dos perillas, y retrocede.)

Locutor: Ahora hay cuatro en el banco de castigo y…

Aquiles: ¿Cuatro en el banco de castigo?

Locutor: Correcto, amigos, cuatro en el banco de castigo. Cuando Ud. convierte el fútbol en baloncesto, tiene que conceder ALGO a cambio. Ahora bien, como decía, hay cuatro en el banco de castigo. Remates lleva la pelota para Local, traspasando la mitad de la cancha. Gambetas se sitúa bajo el tablero esperando el pase para anotar. Remates le envía la pelota por entre los brazos de los rivales que…

Aquiles: Vamos, Gambetas, ¡agárrala! ¡Hazle un globito a esos Forasteros!

Locutor: …la desvían ¡PAF! Rebota en el tablero cayendo en las manos de Fortunatos mientras Gambetas cae al suelo después de saltar buscando la pelota. Fortunatos arranca botando rápidamente. Se la lanza a un compañero situado a la entrada de la zona rival y se sitúa cerca del tablero para recibir la devolución. La recibe, va a anotar, ¡pero le golpean la mano haciéndole perder puntería! ¡El árbitro sanciona falta sobre el formidable Fortunatos otorgando dos tiros libres a favor de Forasteros! Malas perspectivas para Local. Bueno, amigos del fútbol, así es como se habría visto la última jugada, si es que éste hubiera sido un partido de baloncesto.

Sr. Perezoso: ¡Bah! También podría haber transportado este partido a la Luna.

Cangrejo: ¡Dicho y hecho! Basta una vuelta aquí, otra acá…

(En la pantalla aparece una cancha desolada y plagada de cráteres, donde dos equipos en trajes espaciales se dan la cara, inmóviles. De pronto, ambos equipos comienzan a moverse flotando. Los jugadores dan grandes saltos en el aire, pasando a veces por sobre las cabezas de otros jugadores. El balón es puesto en juego y vuela tan alto que casi desaparece. Después de un rato cae flotando lentamente junto a un jugador en traje espacial, aproximadamente a medio kilómetro de distancia de donde salió.)

Locutor: Y aquí, amigos, tienen Uds. la repetición subjuntiva de cómo habría sucedido en la Luna. Bueno, ya estaremos de vuelta después de este importante mensaje comercial de nuestros auspiciadores para los amigos que toman Cerveza Sgol ¡mi clase favorita de cerveza!

Sr. Perezoso: ¡Si no fuera tan flojo yo mismo devolvería esa desastrosa TV al vendedor! Pero ay, mi destino es ser un flojo Perezoso… (Se sirve un manojo de papas fritas.)

Tortuga: Es una invención maravillosa, Sr. Cangrejo. ¿Puedo sugerir una hipotética?

Cangrejo: ¡Por supuesto!

Tortuga: ¿Cómo se hubiera visto la última jugada si el espacio fuera tetradimensional?

Cangrejo: Oh, ésa es una hipotética complicada, Sr. T, pero creo que puedo codificarla en los selectores. Un momento.

(Se levanta y, por primera vez, pareciera estar usando todo el poder del panel de control de su Subjun-TV. Gira dos o tres veces casi todas las perillas y verifica cuidadosamente varios indicadores. Luego retrocede con una expresión de satisfacción en su rostro.)

Creo que con esto debería funcionar.

Locutor: Y ahora observemos la repetición subjuntiva.

(Una confusa configuración de caños retorcidos aparece en la pantalla. Se agranda, y luego se achica, y por un momento parece realizar algo análogo a una rotación. Luego se convierte en un extraño objeto con forma de seta, y entonces vuelve a transformarse en un montón de caños. Mientras sufre esta metamorfosis transformándose en otras formas extrañas, el locutor hace su comentario.)

Gambetas tiene el balón para Local en el mediofuera. Ve a Remates elevado. Le toca el balón de tacón para arriba. Remates lo domina y se acerca peligrosamente al volumen rival. Elude a un contrarío, y a otro, pero es derribado a no más de 3 metros de su propio volumen de castigo. Y ahí tienen, amigos 3-D, como se habría visto, si el fútbol fuera jugado en cuatro dimensiones espaciales.

Aquiles: ¿Qué hace Ud., Sr. Cangrejo, cuando gira estos diferentes selectores del panel de control?

Cangrejo: Selecciono el canal subjuntivo apropiado. Vea, hay toda clase de canales subjuntivos transmitiendo simultáneamente, y mi deseo es sintonizar aquel que represente la clase de hipotética que ha sido sugerida.

Aquiles: ¿Puede hacer eso en cualquier TV?

Cangrejo: No, la mayoría de las TV no pueden recibir canales subjuntivos. Ellas requieren de una clase especial de circuito que es muy difícil de montar.

Sr. Perezoso: ¿Cómo sabe Ud. qué está transmitiendo cada canal? ¿Lo ve en el diario?

Cangrejo: No necesito saber el número del canal. En vez de eso, lo sintetizo codificando en estos selectores la situación hipotética que deseo ver representada. Técnicamente, esto se llama “sintonizar un canal mediante sus parámetros contrafácticos”. Siempre hay un gran número de canales transmitiendo toda clase de mundos concebibles. Todos los canales que presentan mundos que están “próximos” entre sí, tienen números de referencia que también están próximos entre sí.

Tortuga: ¿Por qué no tuvo Ud. que girar para nada los selectores, la primera vez que vimos una repetición subjuntiva?

Cangrejo: Oh, eso fue porque había sintonizado un canal que está muy próximo al Canal Realidad, pero ligeramente desviado. De modo que de vez en cuando se desvía de la realidad. Es casi imposible sintonizar EXACTAMENTE el Canal Realidad. Pero eso está perfecto, ya que este canal es tan desabrido. ¡Todas sus repeticiones son al pie de la letra! ¿Se imagina? ¡Qué aburrido!

Sr. Perezoso: Yo encuentro toda esta idea de la Subjun-TV un gran aburrimiento. Pero quizá podría cambiar de parecer, si es que tuviera alguna evidencia de que su máquina puede manejar una contrafáctica INTERESANTE. Por ejemplo, ¿cómo se habría visto la última jugada si la suma no fuera conmutativa?

Cangrejo: ¡Ay de mí, uy de mí! Me temo que ese cambio es demasiado radical para este modelo. Desafortunadamente, no tengo la Superjun-TV, que es lo máximo en su línea. La Superjun-TV puede manejar CUALQUIER COSA que Ud. le plantee.

Sr. Perezoso: ¡Bah!

Cangrejo: Pero vea, puedo hacerlo CASI tan bien como eso. ¿No le gustaría ver cómo habría sido la última jugada si 13 no fuera un número primo?

Sr. Perezoso: ¡No gracias! ¡ESO no tiene ningún sentido! En todo caso, si yo fuera la última jugada, me estaría cansando ya de ser disfrazada una y otra vez para satisfacer los deseos de su descabellado generador de conceptos. ¡Sigamos con el partido!

Aquiles: ¿Dónde consiguió esta Subjun-TV, Sr. Cangrejo?

Cangrejo: Aunque no lo crea, el Sr. Perezoso y yo fuimos a una feria al aire libre la otra tarde, y este aparato se ofrecía como el primer premio de una lotería. Normalmente yo no participo en esas frivolidades, pero un impulso loco se apoderó de mí, y compré un boleto.

Aquiles: ¿Y Ud., Sr. Perezoso?

Sr. Perezoso: Admito que compré uno, sólo por darle en el gusto al viejo Cangrejo.

Cangrejo: Y cuando fue anunciado el número ganador, ¡descubrí para mi sorpresa que yo había ganado la lotería!

Aquiles: ¡Fantástico! ¡Nunca antes había conocido a alguien que se hubiera ganado algo en una lotería!

Cangrejo: Mi buena suerte me dejó mudo.

Sr. Perezoso: ¿No tiene nada más que contarnos acerca de esa lotería, Sr. Cangrejo?

Cangrejo: Oh, no mucho más. Es sólo que mi número era el 129. Ahora bien, cuando anunciaron el número ganador, éste era el 128, sólo uno menos.

Sr. Perezoso: Como Ud. ve, él no se lo ganó en realidad.

Aquiles: El CASI se lo ganó, aunque…

Cangrejo: Vea, prefiero decir que me lo gané, pues anduve tan terriblemente cerca… Si mi número hubiera sido tan sólo un número más pequeño, me lo habría ganado.

Sr. Perezoso: Pero desafortunadamente, Sr. Cangrejo, un número de menos es lo mismo que cien números de menos.

Tortuga: O de más. ¿Qué hay de Ud., Sr. Perezoso? ¿Cuál era su número?

Sr. Perezoso: El mío era 256, la próxima potencia de 2 después de 128. ¡Seguro que eso también cuenta como un acierto, si es que cualquier cosa cuenta! Sin embargo, esos oficiales de feria —esos fiera de oficiales— eran tan cabeza dura. Ellos se negaron a concederme mi tan merecido premio. Un bromista por ahí reclamaba que ÉL se lo merecía, porque su número era el 128. Yo creo que mi número estaba mucho más cerca que el SUYO, pero Ud. no puede ir contra la corriente.

Aquiles: Estoy todo confundido. Si después de todo Ud. no se ganó la Subjun-TV, Sr. Cangrejo, ¿entonces cómo podemos haber estado sentados toda la tarde aquí mirándola? Parece como si nosotros mismos hubiéramos estado viviendo en alguna clase de mundo hipotético que podría haber existido si las circunstancias hubieran sido tan sólo levemente diferentes…

Locutor: Y eso, amigos, fue como habría transcurrido la tarde donde el Sr. Cangrejo, si él se hubiera ganado la Subjun-TV. Pero ya que no se la ganó, los cuatro amigos simplemente pasaron una agradable tarde mirando cómo Local fue goleado 128 a 0. ¿O fue 256 a 0? Oh, bueno, eso no tiene ninguna importancia, en el hockey sobre vapor pentadimensional plutoniano.