Prólogo

La gente tiene poco tiempo para leer. Así que imagínese el lector el poco que le queda a uno para escribir. Estos son motivos de suficiente peso para decidirme a escribir esta historia en su versión abreviada; es más práctico para todos.

Con tal propósito, busqué en el diccionario la palabra Abreviar, cuya definición reproduzco a continuación:

Abreviar: tr. Hacer breve, acortar, reducir a menos tiempo o espacio.

Es decir, que una novela abreviada debe recortar tiempo y espacio al relato en cuestión. El texto escrito debe ocupar menos papel y su lectura, menos minutos al lector.

Por eso, a partir de ahora utilizaré la letra «T» para referirme al vocablo «tiempo». Para el dinero, emplearé el carácter «$». No es porque el del euro sea menos valioso. El motivo es que mi ordenador es algo antiguo y su símbolo no aparece en el teclado.

Eso simplifica las cosas. Hay un viejo dicho que reza: «El tiempo es oro». En inglés, «El tiempo es dinero». Pues bien, en el nuevo formato que acabo de inventar, este refrán se escribe así:

«El T es $»

Más, dispuestos a abreviar, empecemos por terminar ya este prólogo y pasar al capítulo Primero, que resumiremos como C1. Y es que seguro que usted tampoco dispone de demasiado tiempo. Perdón, T.