[1] Las seis últimas fueron Operación Pacífico (1959), de Blake Edwards; Página en blanco (1960), de Stanley Donen; Suave como visón (1962), de Delbert Mann; Charada (1963), de Stanley Donen; Operación Whisky (1964), de Ralph Nelson, y Apartamento para tres (1966), de Charles Walters.
[2] Kael, «The Man from Dream City».
[3] Mayer creó una organización que aglutinaba a los diversos estudios para hacer frente a la tendencia en Hollywood hacia el sindicalismo, en lo que durante los primeros veinte años había sido una industria libre y dominada por los gestores. Mayer presentó oficialmente la Academia en una cena de gala celebrada en el hotel Ambassador el 17 de enero de 1927. A Douglas Fairbanks, miembro fundador de la Academia (y uno de los creadores de la United Artists), se le ocurrió la idea de otorgar unos premios para promocionar las películas.
[4] Grant era sin duda la única gran estrella que nunca había conseguido el ansiado Oscar. Muchas figuras legendarias de Hollywood —Charlie Chaplin, Buster Keaton, los hermanos Marx, W. C. Fields, Greta Garbo, Fred Astaire, Kirk Douglas, Mickey Rooney, Maurice Chevalier, Bob Hope, Barbara Stanwyck, Robert Mitchum, Errol Flynn, Edward G. Robinson, Danny Kaye y Jerry Lewis— nunca ganaron un Oscar por su trabajo. Alfred Hitchcock nunca obtuvo el Oscar al mejor director. Grant, eterno marginado, hizo el siguiente comentario sobre los Oscars, cuando Fredric March consiguió el de mejor actor en 1946 (por la película de William Wyler Los mejores años de nuestra vida, frente al amigo de toda la vida de Grant, Laurence Olivier, protagonista y director de Hamlet). «Hay algo vergonzoso en toda esa gente rica felicitándose en público unos a otros. Cuando todo empezó, bromeábamos entre nosotros diciendo: “Vale, Freddie March, sabemos que has ganado un millón de dólares. Ahora sube y recoge tu medalla [por Doctor Jekyll y mister Hyde] por eso”». Grant solía decir a sus amigos y a los periodistas que su especialidad, la comedia ligera, «tenía pocas probabilidades de ganar un Oscar».
[5] Fue la demanda federal SIMPP frente a Paramount Pictures. La sentencia sobre el caso, que se hizo pública en 1948, terminó con cuarenta años de control de los grandes estudios sobre la producción, distribución y exhibición de las películas.
[6] La demanda contra la MCA y Universal Studios, presentada el 8 de agosto de 1969 en el Tribunal Supremo de Los Ángeles, solicitaba más de ocho millones de dólares en concepto de daños y perjuicios por la venta de cuatro películas coproducidas por Grant y Donen, y financiadas por la Universal, que finalmente adquirió la MCA. Las cuatro películas eran Página en blanco, Suave como visón, Operación Pacífico y Operación Whisky. Fuentes: Los Angeles Herald Examiner y Variety. La venta invalidó la demanda.
[7] Citado por Sheilah Graham en su columna de cotilleos, marzo de 1970.
[8] Desde que la ceremonia de los Oscars se transmitía por televisión, Grant solo había aparecido dos veces: en 1957, para aceptar el premio a la mejor actriz en nombre de Ingrid Bergman, otra marginada por Hollywood, y en 1958, de nuevo sustituyendo a Bergman para entregar el Oscar al mejor actor a Alec Guinness.
[9] En su columna de marzo de 1970 en el Hollywood Citizen-News, el periodista de la sección de espectáculos John Austin escribió: «Mis colegas periodistas y yo conocíamos la historia desde hace semanas, algunos desde hace meses… Algunos compañeros se dedican a airear los trapos sucios de los demás, y es una verdadera vergüenza, una tragedia, de hecho, que Cary Grant, a la edad de sesenta y seis años, con una honorable trayectoria profesional a sus espaldas, haya tenido que pasar por todo esto incluso antes de que se haya podido demostrar que es el padre de la hija de la señorita Bouron».
[10] Grant estuvo dando vueltas por el mundo durante el asunto Bouron. Viajó a Bristol, luego a las Bahamas, hizo una parada en el hotel Warwick de Nueva York, regresó a Beverly Hills, después se trasladó a Las Vegas y de vuelta a casa. Voló en un DC-3 privado que Howard Hughes le prestó durante el tiempo que lo necesitara.
[11] De hecho, es posible que Grant saliera del país por consejo de su abogado, que temía al juez Rittenband, conocido por su severidad, especialmente cuando se trataba de celebridades. Antes del caso Bouron, Rittenband había presidido la sala donde se vieron la causa de divorcio de Elvis Presley y la batalla legal que emprendió Marlon Brando por la custodia de su hijo, y en ambas ocasiones su sentencia favoreció claramente a la esposa. Pocos años después del caso Bouron, Rittenband presidiría el tribunal que juzgó a Román Polanski por abuso de menores y, según se rumoreó, pese a que las partes llegaron a un acuerdo, el juez intentó imponer un castigo ejemplar al díscolo director. Como Grant, Polanski, seguramente aconsejado por su abogado, abandonó el país.
[12] Muchas preguntas siguen sin respuesta hoy día. Bouron era una prostituta de lujo y tenía una extensa ficha policial. El delito más grave de que se le acusó fue el de robo, en 1967, pero finalmente fue absuelta. Había estado casada dos veces y tenía dos hijos. Su primer marido era un antiguo doble de cine, Milos Milocevic, con quien contrajo matrimonio en 1964, según se decía, por una cantidad de cinco cifras para evitar que lo deportaran a su Yugoslavia natal, donde le esperaba una condena de quince años por desertar del ejército. Dos años después, en febrero de 1966, cinco meses antes de su divorcio, acordado previamente, encontraron el cuerpo sin vida de Milocevic junto al de Barbara Rooney, que en aquella época estaba casada con el actor Mickey Rooney. Al parecer se suicidó después de matarla. El 30 de octubre de 1973, tres años después de que Bouron presentara la demanda de paternidad contra Grant, hallaron su cadáver en el maletero de un coche robado, en el aparcamiento de un supermercado. El juzgado de instrucción de Los Ángeles dictaminó que la causa de la muerte había sido los golpes que recibió con un martillo. Por último, la hija cuya paternidad Bouron atribuía a Grant, llamada Stephanie Andrea Grant Bouron tenía a todas luces, según el informe policial, «sangre negra». El asesinato nunca fue resuelto. Según la policía de North Hollywood, «varios amigos de la víctima declararon que solía ligar con hombres en bares o restaurantes». Cuando los periodistas le pidieron a Grant que hiciera alguna declaración sobre la muerte de Bouron, el actor optó por no decir nada.
[13] John Austin, Hollywood Citizen-News, 2 de abril de 1970.
[14] Grant dio su conformidad para que Cannon ofreciera una entrevista en exclusiva a la columnista de la prensa rosa Sheilah Graham, una semana después de que él recibiera el premio. En ella, Cannon contaba varios detalles sobre la noche que ella y Grant pasaron juntos justo antes de la ceremonia. Según Cannon, Grant le leyó su discurso de aceptación y le preguntó si aprobaba el contenido, y «yo le leí mi discurso de perdedora». Al final de la entrevista Graham daba a entender que Grant y Cannon se estaban planteando volver a vivir juntos. La idea era mostrar a Grant como un «hombre de familia», algo que sin duda él alentó, para reparar los daños que su imagen hubiera podido sufrir a consecuencia del asunto Bouron. Grant controló desde el principio su relación con Hollywood y los periodistas nacionales de la prensa rosa, y se decía que, pese a su comportamiento siempre amable y servicial, los odiaba a todos. En 1940 demandó a Graham por un artículo en el que ella insinuaba demasiado a las claras que Grant era gay y que todo el mundo en Hollywood lo sabía. Más adelante retiró la demanda. Sus «contactos» habituales, como él los llamaba, eran Hedda Hopper, John Austin, Ben Maddox, Leonard Lyons, Sydney Skolsky, Earl Wilson, Walter Winchell y Ed Sullivan.
[15] Finalmente lo ganó Goldie Hawn por su actuación en Flor de cactus.
[16] Mike Nichols fue el autor del montaje. El único fragmento de película que Grant pidió expresamente que se incluyera fue la escena en la que lloraba en Serenata nostálgica (1941), en la que su interpretación le valió una de sus dos nominaciones al Oscar. La única película que insistió en que no debía aparecer fue Singapore Sue, un cortometraje que hizo cuando aún vivía en Nueva York. Fue su primer trabajo en el cine y siempre declaró que no la soportaba.
[17] Cary Grant, «How to Dress Confidently», This Week (suplemento de Los Angeles Times), 1 de abril de 1962.
[18] Web oficial de la Universidad de Bristol: «History, Architecture, Churches, Statues and Landmarks».
[19] Alec es el diminutivo de Alexander, y así consta el nombre en la partida de nacimiento.
[20] «Hasta hace poco no comprendí una de las causas por las que mi madre se encerró en sí misma. Unos años antes de que yo naciera, mis padres tuvieron otro hijo… un chico que desgraciadamente murió de convulsiones a los pocos meses de vida», Grant, «Archie Leach».
[21] La partida de nacimiento de Archibald Alec (Alexander) Grant no se cumplimentó hasta el 29 de febrero de 1904, cinco semanas después de que viniera al mundo, lo que no era nada extraordinario en aquella época. No obstante, ese lapso de tiempo ha generado mucha confusión respecto a la auténtica fecha de su nacimiento, su origen étnico y su «verdadera» ascendencia; en concreto, se ha afirmado que en realidad era judío y/o adoptado. El autor no ha encontrado ningún dato objetivo que apoye esas teorías, y tampoco ninguna prueba fehaciente sobre una conspiración para ocultar su «verdadero» origen, padres, ascendencia o algo parecido. Por lo menos un biógrafo anterior ha esgrimido testimonios de que Grant fue circuncidado como «prueba» de que era judío. Si fue circuncidado, probablemente sería porque su madre insistió en ello, tras la muerte de su primer hijo, creyendo, como mucha gente en aquella época, que la circuncisión ayudaba a evitar que los niños contrajeran enfermedades e infecciones. Hasta la fecha no se ha encontrado ninguna prueba concluyente de que se efectuara esa operación al pequeño Leach por razones médicas o religiosas. Por otro lado, aunque casi siempre se hace pocos días después del nacimiento, la circuncisión puede realizarse en cualquier momento.
[22] Citado en Cleveland Amory, «That Touch of Class», Parade, 22 de septiembre de 1985, pp. 4-9.
[23] «Creo que me vistieron con ropas de bebé durante mucho más tiempo que a cualquier otro niño, y quizá durante un tiempo yo no estaba seguro de si era un niño o una niña», escribió Grant en «Archie Leach». La meticulosa atención que Grant prestaba a su atuendo, especialmente en sus últimas películas, como Suave como visón y Con la muerte en los talones, así como su obsesión por la perfecta confección de sus trajes, evoca el trabajo de su padre en una sastrería, un vínculo relativo a la indumentaria con los recuerdos más felices que guardaba de su padre.
[24] Harris, en Cary Grant, p. 194, cita una entrevista no publicada que Joe Hyams le hizo a Grant en 1959, durante el rodaje de Operación Pacífico.
[25] Amory, «Touch of Class».
[26] La cita completa de Grant sobre el valor de unos zapatos buenos: «Aprendí mucho sobre ropa y cómo comprarla de mi padre. No podíamos permitirnos demasiadas cosas cuando de niño vivía en Bristol (Inglaterra), pero no ignorábamos lo que hacían los que tenían dinero. Recuerdo que me compré tres o cuatro pares de zapatos. Eran bastante baratos. Mi padre me riñó. Me dijo que había que tener siempre buen aspecto y llevar cosas de calidad, aunque no se tuviera mucho dinero. Me explicó cosas sobre la ropa y me dijo que era mejor comprar un par de zapatos buenos que cuatro pares baratos, que se veía que eran de mala calidad y no durarían. Los zapatos son muy importantes. Hay que tener al menos dos pares, para irlos cambiando de vez en cuando. Sí, mi padre me enseñó a comprar poca ropa, pero buena», Davis, «Cary Grant».
[27] Esta filosofía sobre la indumentaria se reflejaba en el vestuario, relativamente exiguo pero de la mejor calidad, que Grant tenía incluso cuando era muy rico y popular. Desde que fue un actor independiente hasta el fin de su carrera, hacía constar en sus contratos que se quedaría, a discreción, con la ropa que lucía en sus películas, y más de una vez aceptó un guión por el vestuario. Según cita Davis en Cary Grant, el filme favorito del actor en cuestión de atuendo era Suave como visón (1962), por los lujosos y exclusivos trajes Cardinal confeccionados a medida que llevaba su personaje. Al final del rodaje se quedó con todos los trajes azules y grises, que combinaban tan bien con su cabello, por entonces canoso.
[28] Según Leslie Caron, que protagonizó con Grant Operación Whisky en 1964: «Era zurdo, pero se había ejercitado hasta ser ambidiestro. Una vez, el encargado de atrezzo colocó junto a la mano derecha de Grant una botella que debía utilizar en una escena y él le espetó muy enfadado: “¿Cómo pretendes que sirva la botella con esa mano?”», Carón, citada por María Brooks en Lefthander, 13 enero-febrero de 1995, p. 13. En «Archie Leach», Grant manifiesta su gratitud por que nadie intentara corregir su zurdera natural, como se solía hacer en las escuelas, tanto británicas como estadounidenses, a principios del siglo XX, cuando se consideraba un defecto.
[29] Harris, Cary Grant, p. 14; Grant, «Archie Leach».
[30] Grant, «Archie Leach».
[31] Grant, «Archie Leach».
[32] Conocida como Bob Pender y los Caballeretes, La Troupe de Gigantes de Pender, Ensayo General de los Nueve Números Burlescos de Bob Pender y, según recordó Grant más adelante, Los Acróbatas de Bob Pender.
[33] «DOCUMENTO DE CONFORMIDAD: con fecha 9 de agosto, entre Robert Pender, con domicilio en el 247 de Brixton Road, Londres, por una parte, y Elias Leach, con domicilio en el 12 de Campbell Street, Bristol, por la otra. El citado Robert Pender acepta contratar al hijo del citado Elias Leach, Archie Leach, en su troupe por un salario semanal de diez chelines, con manutención y alojamiento proporcionados por la compañía, que también correrá con dichos gastos cuando no haya trabajo. Este salario aumentará a medida que el citado Archie Leach ascienda en la profesión y este se compromete a continuar como empleado de Robert Pender hasta que cumpla dieciocho años o, en caso contrario, notificándolo con seis meses de antelación. Robert se compromete a enseñarle a bailar y otras habilidades necesarias para su trabajo. Archie se compromete a realizar su trabajo lo mejor posible. Firmado, Bob Pender», Nelson, Evenings with Cary Grant, p. 39.
[34] Ernest Kingdon (uno de los primos del joven Archie que vivían con él y con su madre), citado en Godfrey, Cary Grant, p. 41.
[35] Grant, «Archie Leach».
[36] Peter Cadbury (miembro de la famosa familia de chocolateros y nacido en Bristol), entrevistado por Xan Brooks, Guardian, 17 de agosto de 2001.
[37] El circuito de vodevil más prestigioso de Estados Unidos en aquella época.
[38] La paga era de cinco dólares al día, diez dólares los fines de semana. Grant trabajaba de martes a viernes, y los fines de semana.
[39] Higham y Moseley, Cary Grant, p. 37. Afirman haber entrevistado a Burns pocos años antes de que muriera.
[40] La fuente de la fantasiosa historia sobre el regreso de Archie a Inglaterra en 1925 fue el propio Archie Leach. En el verano de 1930, durante una gira le pidieron que escribiera una reseña autobiográfica para la prensa local, y pergeñó un relato ficticio y colorista de sus inicios, en el que aludía al supuesto viaje de regreso a su país en 1925. Ese viaje se menciona repetidamente en las biografías de Grant que se basan en dicha reseña, adornado con toda clase de detalles, pero sin ninguna base real. Grant continuaría usando ese método de dar pistas falsas, que solía funcionar, para quitarse de encima a quienes pretendían escribir sobre él. En sus últimas entrevistas, por ejemplo, Grant «confesó» que pertenecía a una familia con gran tradición teatral y que su padre era un próspero fabricante textil. Una de las «pruebas» más concluyentes que esgrimen Higham y Moseley para «demostrar» que Grant era judío y que Elsie no era su madre es la entrada correspondiente a Grant en el Who’s is Who in America de 1962, donde ella aparece con el nombre de Lillian. Es casi seguro que fue el propio Grant el que dio pie a la confusión de nombres, dado que siempre intentaba proteger a su madre de la curiosidad de escritores, investigadores y biógrafos. Al fin y al cabo, Elsie y Lillian son nombres muy parecidos, que pueden confundirse fácilmente al transcribirlos, un error que Grant no se molestaría en corregir.
[41] Citado en John Paddy Carstairs, «He’s Grand - and He’s Grant», Film Pictorial, 17 de diciembre de 1932.
[42] Citado en Wansell, Haunted Idol, p. 65.
[43] Grant, «Archie Leach». Según Grant, no fue Orry-Kelly, sino Max Hoffman hijo, un joven y bullicioso actor, quien le presentó a Reginald Hammerstein. Sin duda este es un ejemplo más de la maestría con que Grant recurría a la desinformación, ya que todas las pruebas apuntan a que conoció a Hammerstein gracias a Orry-Kelly. Es interesante observar que Grant nunca se refiere o menciona a Orry-Kelly por su nombre en ninguna entrevista o texto autobiográfico, ni siquiera en «Archie Leach».
[44] El espectáculo estaba protagonizado por Louise Hunter y Paul Gregory. Archie recibió en general buenas críticas, entre ellas una del New York Times que le describía como «un apuesto recién llegado». La Warner Bros hizo una versión cinematográfica de Golden Dawn en 1930, con Vivienne Segal y Walter Wolf King como protagonistas. Se recuerda fundamentalmente porque fue una de las primeras producciones de Hollywood que se rodaron por entero en color.
[45] El guión era de Ina Claire y David Belasco produjo la versión original de Broadway.
[46] Citado en Harris, Cary Grant, p. 41; se desconoce la fuente original.
[47] Polly recibió unas críticas pésimas y dejó de representarse tras solo dieciséis funciones. La peor crítica fue también la más divertida. Robert Garland, que trabajaba en el Telegram, parafraseando el poema de Robert Browning de 1845 «Home Thoughts, from Abroad», escribió: «¡Oh, estar en Inglaterra ahora que June está aquí!».
[48] En la década de 1920 Broadway era un semillero de compañías nacionales, que pertenecían a diversos productores o propietarios de salas. Antes del cine sonoro, de los espectáculos que se estrenaban en Broadway se hacía una versión que se llevaba de gira por las principales ciudades del país. Para Archie, la oportunidad de hacer bolos significaba que le vieran en toda la nación, y con su nombre en el cartel, un paso fundamental en su carrera teatral.
[49] Sigue siendo un misterio si Orry-Kelly contribuyó de algún modo a que los Shubert contrataran al apenas conocido Archie Leach y se lo birlaran a los Hammerstein.
[50] Este comentario sobre el cuello, ensanchado tras años de acrobacias, hizo que durante el resto de su vida Grant llevara camisas confeccionadas a medida con el cuello más alto de lo normal.
[51] Cary Grant, «Archie Leach».
[52] Es posible que Orry-Kelly tuviera algo que ver en la decisión de los Shubert de enviar a Archie a Saint Louis.
[53] Michael Curtiz, Time, 27 de julio de 1962.
[54] Décadas más tarde Cooper, en una entrevista que concedió a la actriz y periodista Suzy Parker, reconoció su prolongado «odio» hacia Grant y añadió un comentario hiriente sobre su aspecto y forma de actuar comentando que «su amaneramiento siempre me puso nervioso».
[55] Entrevista de Suzy Parker, 31 de marzo de 1956; en Wayne, Cooper’s Women, p. 143.
[56] Sternberg dirigió a Dietrich en siete películas clásicas (ocho si se cuenta la versión alemana de El ángel azul, una película que Sternberg rodó de nuevo en inglés, después del éxito de Marruecos): El ángel azul (1930, versión alemana e inglesa), Marruecos (1930), Fatalidad (1931), El expreso de Shanghai (1932), La Venus rubia (1932, con Cary Grant), Capricho imperial (1934) y El diablo es una mujer (1935). Tanto Capricho imperial como El diablo es una mujer fueron fracasos de taquilla.
[57] Probablemente Schulberg sabía que las llamadas «redadas» estaban de hecho organizadas por los productores para vender entradas, una inteligente treta que convirtió un espectáculo vulgar en un gran éxito. Mae West pasó a ser la mayor estrella de Broadway y eso bastó para que Schulberg quisiera llevársela a la Paramount.
[58] Ante las amenazas del gobierno federal de establecer una junta de censura similar a la que ya funcionaba en Gran Bretaña, la Asociación de Directores y Productores Cinematográficos de Estados Unidos creó un cargo para autorregular la industria del cine. En 1922 la asociación encargó al entonces director general de Correos, Will Hays, que velara por el cumplimiento de una serie de normas de moralidad. No todo el mundo celebró la llegada de Hays con el entusiasmo que mostraron los directivos de los estudios. Chaplin, eterno iconoclasta, colgó en los lavabos de caballeros de su estudio carteles en los que rezaba: «Bienvenido “malvado” Hays». Hubieron de pasar diez años antes de que el código de normas éticas rigiera en la industria cinematográfica. Hasta entonces los estudios intentaron aplicar normas propias y ver hasta dónde podían forzar los límites de lo que se conoció como el «Departamento Hays». De esa manera, en 1929, cuando las ganancias empezaron a disminuir, Cari Laemmle intentó en vano llevar a Mae West y su polémico espectáculo a Hollywood a través de Universal Studios. Dos años después, con el estudio al borde de la quiebra, la Paramount lo arriesgó todo para conseguir a la mujer y su reputación, además de los derechos de la obra que había tenido tanto éxito en Broadway. Como siempre, era el dinero, no la moral, lo que regía en Hollywood.
[59] Un texto bastante fantasioso de autopromoción, escrito por el «negro» Martin Sommers en 1933 para News Syndicate Co., que lo publicó en varias entregas. Más tarde apareció como libro con el título Goodness Had Nothing to Do with It.
[60] Según otra versión del descubrimiento de Grant, de la propia West: «En 1932, yo estaba con William LeBaron, el productor de Lady Lou, la película en la que yo iba a trabajar. Vi a Cary al otro lado de la calle. Dije: “¿Qué es eso?”. Y añadí: “Si ese tipo sabe hablar, me lo quedo”. Él dijo: “¿Para qué papel le querría?”. Le contesté: “El protagonista, por supuesto”». West contó esta versión de «su descubrimiento» de Cary Grant a Richard Gehman en American Weekly (21 de octubre de 1962).
[61] En realidad Lady Lou era el octavo largometraje de Grant.
[62] Citado en Cindy Adams, mayo de 1982.
[63] Otras frases memorables de Mae West proceden también de Lady Lou. Cuando le preguntan si ha conocido alguna vez a un hombre que la haya hecho feliz, West responde: «Claro. Muchas veces». Una mujer admira su diamante y exclama: «¡Dios mío!». West replica: «¡Dios no tiene nada que ver con esto!». Cuando Grant se resiste a sus insinuaciones sexuales, ella dice: «De acuerdo, suéltate, relájate. Te sentirás mejor». Cuando Grant se disculpa por robarle su tiempo, ella responde: «¿En qué te crees que empleo mi tiempo?». West canta una versión actualizada y sugerente de la canción «Frankie y Johnny», aparte de otras como «A Guy What Takes His Time».
[64] En su primer año en Hollywood, Grant trabajó en ocho películas, algo más del once por ciento de las setenta y dos producciones en las que intervendría entre 1932 y 1966. En los treinta y tres años siguientes (a partir de 1933), actuó en sesenta y cuatro películas más, una media de dos al año, aunque en cuanto se convirtió en actor independiente bajó un poco el ritmo. En 1940 trabajó en su película número treinta y seis (la mitad de la suma total de largometrajes que haría en su vida), cuando protagonizó Mi mujer favorita, de Garson Kanin. En los veintiséis años siguientes intervendría en la misma cantidad de películas que había hecho en los primeros ocho de su carrera.
[65] Citado en Davis, «Cary Grant…»
[66] West adaptó el guión del guionista del estudio Lowell Brentano, cuyo título original era The Lady and the Lions. West mantuvo la trama y reescribió todos los diálogos.
[67] La mujer acusada, de Paul Sloane; El águila y el halcón, de Stuart Walker, y Casino del mar, de Louis Gasnier y Max Marcin.
[68] La Paramount respondió a esas historias haciendo público a través de las mismas columnas de cotilleos que las mujeres describían a Cooper como «alguien que habla bajito y tiene un pene enorme».
[69] Dietrich hizo esta afirmación en varias ocasiones, entre ellas, en una entrevista citada en Higham y Moseley. Los rumores sobre la bisexualidad de la propia Dietrich circulaban desde hacía años; el hecho de que besara a otra mujer vestida con un esmoquin en El expreso de Shanghai no ayudó a disiparlos, pero tampoco perjudicó a su condición de estrella. En todo caso, le dio el carácter de «experta en la materia» para evaluar a sus potenciales amantes. Para quienes ejercían el poder en Hollywood, el lesbianismo era sencillamente excitante y, por lo tanto, tolerable. Según ellos, ningún hombre rechazaría una entrada para ver a Marlene Dietrich porque le gustaran las mujeres, pero muchos se negarían a ver una película de Cary Grant si creían que era «marica».
[70] Citado en Los Angeles Times, 25 de enero de 1933.
[71] El letrero HOLLYWOODLAND, de un metro y medio de altura, se erigió en 1923 en la cima de Beechwood Drive como un anuncio inmobiliario. En 1945 los propietarios lo abandonaron y lo reclamó la ciudad, que lo redujo a HOLLYWOOD.
[72] Scott, en Hadleigh, Hollywood Gays.
[73] Al menos en una ocasión su relación les privó de la posibilidad de trabajar juntos. La Paramount pensaba incluirlos en una película sobre el Ártico, Lobos del norte, con Carole Lombard como protagonista femenina, pero debido fundamentalmente a los persistentes rumores sobre las preferencias sexuales del dúo, al final los papeles fueron para Henry Fonda y George Raft. Henry Hathaway dirigió la película, que la Paramount estrenó en 1938.
[74] La denominación «mansión de solteros» para aludir a la casa donde vivían Grant y Scott se atribuye con frecuencia a Carole Lombard, pero de hecho fue idea de un ejecutivo del departamento de relaciones públicas de la Paramount.
[75] Ben Maddox, palabras recogidas (sin citar la fuente) por Gerald Clarke en Architectural Digest, abril de 1996, p. 282.
[76] Harris, Cary Grant, p. 58.
[77] La información sobre los ejercicios diarios y la apuesta que hicieron Grant y Scott procede de un informe de la RKO escrito por S. Barret McCormick en 1947, para dar publicidad al encuentro casual entre Scott y Grant durante el rodaje de El solterón y la menor.
[78] Chaplin, Mi autobiografía. Dedica tan solo dos párrafos a Cherrill: en uno describe su encuentro en la playa y en el otro habla de cuando la dirigió en Luces de la ciudad. En ningún momento alude al hecho de que intentara conquistarla.
[79] Teresa McWilliams, que fue la mejor amiga de Virginia y su vecina en Santa Mónica durante más de cuarenta años, puso a disposición del autor los diarios íntimos de la actriz y las numerosas grabaciones que guardaba para unas posibles memorias.
[80] Entrevista con el historiador de cine Gerard Molyneaux, en Milton, Tramp, p. 297.
[81] Chaplin había hecho antes ese tipo de cosas. En 1925, durante el rodaje de La quimera del oro, dejó embarazada a la protagonista, Lita Grey, de dieciséis años, y decidió rodar de nuevo sus escenas con Georgia Hale. La Paramount contrató a Hale por la fuerza de su interpretación y la seleccionó para El gran Gatsby, de Herbert Brenon (1926). La carrera de la actriz terminó con la llegada del cine sonoro, para el cual, según el estudio, no era adecuada.
[82] En la película Wayne interpreta al cabecilla de un grupo de chicos cuyo objetivo es expulsar a todas las chicas de su instituto. La cuestión se dirime finalmente en un partido de baloncesto. Virginia Cherrill, la protagonista, seduce a Wayne para intentar convencerle de cuán necesarias son las mujeres en la vida de los hombres. Respecto a esta película de serie B Variety comentó: «Las salas que tengan una clientela con clase no encontrarán nada en ella». Al final de su vida Wayne se refería entre risas a Girls Demand Excitement como la película más tonta que había hecho.
[83] En casi todas las versiones de su primer encuentro, se dice que Grant manifiesta su «amor instantáneo» por Cherrill, lo que, como otras muchas historias sobre ellos, seguramente es falso. Anteriores biógrafos del actor parecen haber tenido muchos problemas para discernir la fuente concreta de la cita de Grant o a quién se supone que se lo dijo. En Harris, Cary Grant, no aparece dicha fuente; tampoco en Grant, Ashman y Trescott, Cary Grant, aunque aquí se habla de amor «a segunda vista (teniendo en cuenta que se habían visto en los combates y el siguiente encuentro en la cafetería)»; en Higham y Moseley, Cary Grant, el actor queda «fascinado» por Cherrill, a quien nada menos que Orry-Kelly —en una cita cuya fuente no se indica y que tampoco se verifica (y que resulta inverosímil)— «advierte» que tenga cuidado con Grant. «Más adelante», después del divorcio, él le dice a Cherrill —en una cita que parece más una frase de un culebrón que un comentario de Orry-Kelly, cuya relación con Cherrill, si es que la tuvo, nunca se ha demostrado—: «Ambos le amamos y le perdimos». En Godfrey, Cary Grant, el actor queda «hechizado» por ella cuando se ven en la cafetería; en Wansell, Haunted Idol, se dice que Grant comentó (aunque no se menciona la fuente) a unos amigos cuyo nombre no se menciona, después del encuentro inicial en la cafetería: «Me enamoré de ella en cuanto la vi». Finalmente, Govoni, en Cary Grant, llega a esta conclusión: «No fue, en ningún sentido, un amor a primera vista». Una vez más, no se argumenta cómo se llega a esta conclusión.
[84] Rupert Hughes, Vicki Baum, Zane Grey, Viña Delmar, Irvin S. Cobb, Gertrude Atherton, J.P. McEvoy, Ursula Parrott, Polan Banks y Sophie Kerr.
[85] Según el director adjunto Michael Liesen, Grant estaba «despistado» y resultó herido cuando la explosión se produjo antes de lo previsto. El resto del reparto salió ileso porque siguieron las instrucciones y se quedaron en sus puestos, mientras que Grant, distraído abandonó el suyo.
[86] McWilliams, al recordar una conversación que había tenido con Cary Grant en 1982, en la pista de carreras de Hollywood Park. Salvo que se indique otra cosa, todas las citas de McWilliams proceden de entrevistas con el autor.
[87] Waterbury, «Story of Cary Grant».
[88] Levant, Memoirs, p. 91.
[89] Los Angeles Times, 16 de octubre de 1933. Grant mantuvo su palabra y nunca volvió a trabajar con Mae West. En las once películas que ella hizo, él fue el único actor que apareció en más de una ocasión como protagonista masculino.
[90] No hay que confundirla con la película de Raoul Walsh de 1949 White Heat (Al rojo vivo), protagonizada por James Cagney y Virginia Mayo.
[91] Niven, Bring on the Empty Horses.
[92] La información sobre el viaje de Grant a Inglaterra procede de papeles, artículos y otros documentos archivados en la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas; los materiales archivados en el departamento de investigación del Instituto de Cine Británico; documentos de investigación en Bristol; actas de juicios en Inglaterra, Los Ángeles y Estados Unidos; entrevistas del autor con Teresa McWilliams, y los papeles y diarios personales e inéditos de Virginia Cherrill.
[93] La institución era uno de los peores establecimientos psiquiátricos de toda Gran Bretaña. Las habitaciones estaban sucias; los pacientes, mal atendidos, y la comida era pésima. Elias escogió ese centro porque era de financiación pública y le costaba una libra al año.
[94] No se sabe a ciencia cierta qué enfermedad mental padecía Elsie, porque su historial médico no será público hasta 2073. En todo caso, en la época victoriana y eduardiana no era excepcional que el gobierno británico internara a algunas mujeres por considerar que sufrían trastornos mentales «anormales» que en la actualidad se reconocerían fácilmente como desequilibrios hormonales. El confinamiento de Elsie resultó además muy conveniente para Elias, que pudo así escapar de un matrimonio infeliz. Incapaz de costear los gastos de un divorcio, si su mujer estaba oficialmente incapacitada, él podía mantener sin problema su relación con Mabel en Southampton y, como Elsie aún estaba viva, nadie podía obligarle a casarse otra vez.
[95] Algunos han apuntado que Grant sabía del confinamiento de su madre desde la infancia, que su padre le había informado y que él aceptó la nueva vida de Elias en Southampton como parte del acuerdo. No hay pruebas de ello, ni parece posible en absoluto. Sin duda Grant habría mantenido contacto con su madre durante los diecinueve años que estuvieron separados. La mejor prueba de que Grant no sabía que su madre estaba viva, aparte del trauma psicológico que le causó perderla, es el hecho simple e incontestable de que antes del encuentro con Elias nunca la visitó, le escribió ni le mandó dinero.
[96] Las reacciones de Grant durante esa primera visita a su madre y las conversaciones que al respecto mantuvo con Cherrill proceden de los diarios y grabaciones personales de esta.
[97] Es posible que una de las razones por las que Grant se casó con Cherrill en Londres fuera para evitar el sistema de bienes gananciales que regía en California. Sin embargo, como no tardaría en descubrir, la residencia permanente y el lugar donde se generaban ingresos prevalecían sobre otras consideraciones legales.
[98] Peter Rainer, Los Angeles Herald-Examiner, 1 de diciembre de 1986.
[99] Nadie se disgustó tanto como Gable al ver que Tone arrebataba el papel a Grant. Tone y él habían rivalizado por el amor de Joan Crawford y se llevaban fatal.
[100] La actitud violenta de Grant con Cherrill ha aparecido con formas distintas en varios sitios, sobre todo en Higham y Moseley, Cary Grant, pero sin la menor prueba documental. No hay ningún expediente policial ni informe médico. El acceso violento de Grant pudo existir, pero si el actor veía cada vez más claro el divorcio, Cherrill probablemente también, y los episodios de violencia casi siempre provocan solidaridad con la víctima en un pleito civil.
[101] Esta cita apareció en varios periódicos y en Wansell, Haunted Idol, p. 102.
[102] Citado en Godfrey, Cary Grant, p. 66.
[103] La información sobre el proceso de divorcio procede de documentos públicos de los archivos del Tribunal Supremo del condado de Los Ángeles.
[104] Citado en Grant, «What It Means to Be a Star», Films and Filming, julio de 1961.
[105] El autor del comentario insiste en mantenerse en el anonimato.
[106] Donat enfermó repentinamente y el estudio decidió que aún estaban a tiempo de rodar de nuevo la película entera.
[107] La cita aparece de varias formas en numerosas publicaciones, entre ellas Harris, Cary Grant, p. 71. La fuente en este caso es el hijo de una figura de Hollywood muy conocida en la época, que desea mantener el anonimato.
[108] Grant pudo tener otros motivos para cambiar repentinamente de opinión. Había oído que Virginia Cherrill estaba sola en Nueva York y no pudo resistirse a tener una excusa pagada para viajar al este, con la esperanza de dar de algún modo con ella y reconciliarse, lo cual no sucedió.
[109] El estudio entró en liquidación en 1934 y tras su reorganización un año después seguía teniendo deudas por valor de noventa y cinco millones de dólares. En 1936, la recién constituida Paramount Pictures tuvo seis millones de beneficios. En 1941, con el final de la Depresión y la emergencia del interés por el cine, una generación de admiradores de las estrellas hizo que esos beneficios ascendieran hasta casi once millones. En 1944, esa cifra aumentó hasta dieciséis millones y alcanzó los cuarenta y cuatro al año siguiente. En 1946, el estudio saldó el resto de la deuda.
[110] Sueños de juventud también fue nominada como mejor película. Perdió en ambas categorías, Hepburn ante Bette Davis en Dangerous, de Alfred E. Green, y la película ante Rebelión a bordo, de Frank Lloyd.
[111] Del trabajo de Waugh quedó poco en el producto final.
[112] McGilligan, George Cukor, p. 86.
[113] Ibid., p. 125.
[114] Ibid., p. 127.
[115] Hay al menos otra explicación posible por la que Cukor eligió a Grant. La condesa Di Frasso insistió siempre en que fue debido a su «influencia» que Cukor contrató a Grant para La gran aventura de Silvia. Lo cierto es que Cukor y ella eran buenos amigos y, aunque la historia probablemente sea falsa, ni Cukor ni Grant desmintieron nunca a la condesa.
[116] Schickel, Men Who Made the Movies, p. 182.
[117] Durante el resto de su vida Cukor insistió en que La gran aventura de Silvia fue la película que «descubrió» a Cary Grant y que por lo tanto él, Cukor, era el responsable de la larga y rutilante carrera de Grant en Hollywood. Sarris, en You Ain’t Heard Nothin’ Yet, cita a cuantos aseguraron haber descubierto a Grant: «Mae West intentó atribuirse el mérito de haber “descubierto” a Grant en Lady Lou, pero él ya había hecho siete películas antes de que la West apareciera. El difunto George Cukor insistió en que La gran aventura de Silvia hizo que Grant se ganara el favor de los magnates de los estudios. Dado que la película fue un fracaso de crítica y público en su momento, y casi acabó con la carrera de Katharine Hepburn, la afirmación de Cukor parece un contrasentido. El trabajo de Cary Grant con Marlene Dietrich y Josef von Sternberg en La Venus rubia tampoco hizo mucho por su imagen. Pese a que participó en películas con iconos del pasado como Carole Lombard, Sylvia Sidney, Tallulah Bankhead, Jean Harlow, Frances Farmer e incluso Grace Moore, resultaba más convincente en un registro de comedia ligera con Nancy Carroll en Hot Saturday y La mujer acusada, y con Joan Bennett en Big Brown Eyes y Wedding Present».
[118] Citado en Nelson, Evenings with Cary Grant, p. 83.
[119] Bogdanovich, Who the Devil Made It?, p. 382.
[120] La película tuvo ciertos problemas para encontrar también una fecha de estreno en Inglaterra y no llegó a las salas hasta el día de Fin de Año de 1936. Se estrenó en Estados Unidos tres meses después con diferentes títulos (porque había varios documentos de comercialización): The Amazing Adventure, The Amazing Quest, Romance and Riches y Riches and Romance. Algunos biógrafos los mencionan como si se tratara de distintas películas de Cary Grant. El filme no se estrenó nunca en Estados Unidos con su título original, pero sí se ha comercializado en VHS y DVD como Bliss.
[121] La película constaba de ocho partes, cada una dirigida por un realizador. El episodio de Cooper, «The Three Marines», lo dirigió Norman McLeod.
[122] No volvería a trabajar en ninguna película para la Paramount hasta 1954, cuando abandonó su retiro para protagonizar Atrapa a un ladrón, de Alfred Hitchcock.
[123] Nelson, Evenings with Cary Grant, p. 84.
[124] Steven Cohan, «Cary Grant in the Fifties: Indiscretions of the Bachelor’s Masquerade», Screen, n.o 4, p. 33 (invierno de 1992).
[125] Según Higham y Moseley, Cary Grant, de hecho Vincent y Edington no representaban a Grant, sino que el actor era su socio, pues había invertido en secreto muchos de sus ahorros en el negocio. Higham y Moseley afirman que su fuente es Kendall Carly Browne, que fue durante mucho tiempo secretaria personal de Vincent y «confirmó» que Grant era, de hecho, su propio agente y dividía en tres partes el diez por ciento correspondiente a la comisión.
[126] Cohn (a quien a menudo llamaban Harry Cohn el Horrible), su hermano Jack y Joe Brandt habían trabajado juntos para Carl Laemmle, el fundador de los estudios Universal. Cohn fundó Columbia Pictures en 1924 a partir de CBC Films Sales Company, creada en 1920. CBC eran las iniciales de Cohn, Brandt y Cohn. Harry Cohn le cambió el nombre tras una profunda reorganización financiera, y porque todo el mundo en Hollywood la llamaba Comed Beef and Cabbage («ternera con maíz y calabaza»).
[127] Sarris, You Ain’t Heard Nothin’ Yet, p. 29.
[128] Citado en Brown y Broeske, Howard Hughes, p. 125. Una aclaración necesaria sobre la naturaleza de la relación entre Grant y Hughes, de la que Higham y Moseley ofrecen una visión errónea. Brown y Broeske lo expresan bien: «Después de la muerte de Grant en noviembre de 1986, los escritores empezaron a describir su relación como una lasciva aventura homosexual. Varios afirmaron que Hughes y Scott eran amantes. Al parecer, Cary y Howard cayeron uno en brazos del otro cuando la historia entre Grant y Scott se enfrió. Sin embargo, no hay fuentes directas que prueben la relación entre Hughes y Grant… tres estudios exhaustivos sobre la vida de Howard no han encontrado el menor indicio de bisexualidad [la cursiva es mía] “Howard tenía tantos enemigos en el FBI, que hasta el encuentro homosexual más discreto se hubiera descubierto”, dijo Robert Maheu, ex agente especial del FBI, que se convirtió en el segundo de Hughes en los años cincuenta. Noah Dietrich dijo a sus biógrafos que había oído rumores, pero que sabía que eran falsos». Brown y Broeske afirman haber leído las 2.059 páginas del expediente del FBI sobre Hughes, que supervisó personalmente J. Edgar Hoover, e insisten en que no hay indicios de actividades homosexuales por parte de Hughes, y tampoco en las cien mil páginas del informe legal, sexual y psicológico ordenado por los herederos de Hughes. Curiosamente, una de las «fuentes» de Higham y Moseley para «demostrar» la homosexualidad de Hughes y su supuesta aventura con Cary Grant fue Noah Dietrich, un ayudante personal de Hughes, que murió antes de que ellos le citaran como una de sus fuentes. Hasta la fecha, el autor no ha encontrado prueba alguna de la homosexualidad de Hughes ni a nadie que diga saber algo sobre una aventura entre Hughes y Grant. Brown y Broeske también cuestionan la relación «homosexual» de Grant y Scott, pero su investigación a este respecto es insuficiente.
[129] El famoso club y restaurante estaba en el número 8610 de Sunset Boulevard. Junto al Ciro’s (8433 de Sunset) y Mogambo (8588 de Sunset), era el local favorito de la gente del espectáculo durante la etapa de los grandes estudios. El Trocadero era uno de los establecimientos preferidos de Grant, al igual que el restaurante Brown Derby, situado cerca de Hollywood y Vine.
[130] En 1936 Roach ganó de nuevo el Oscar al mejor cortometraje cómico (una bobina) con Bored of Education, protagonizada por La Pandilla.
[131] Citado en Carroll, Motion Picture, febrero de 1941.
[132] «La primera vez que vi a Cary fue en casa de Marion Davies… él estaba con Ginger Rogers. Estaba tan bronceado que casi parecía negro, mientras que Ginger estaba roja como un cangrejo. Era gracioso.» Nelson cita a Brooks en Evenings with Cary Grant, p. 89.
[133] Ibid., p. 89.
[134] Sarris, You Ain’t Heard Nothin’ Yet, pp. 96-97.
[135] Entre las películas de Dunne anteriores a La pícara puritana figuran La usurpadora (1932), de John Stahl; Ann Vickers (1933), de John Cromwell; Roberta (1935), de William Seiter, y Magnolia (1936), de James Whale. La pícara puritana fue su película número veintitrés. Actuó como protagonista en dos filmes más junto a Cary Grant, antes de interpretar su papel inolvidable de Mama en Nunca la olvidaré (1948), de George Stevens. Recibió un total de cinco nominaciones al Oscar a la mejor actriz (una por La pícara puritana), pero nunca lo consiguió.
[136] Sarris, You Ain’t Heard Nothin’ Yet, p. 95. El mejor ensayo breve (con referencias esenciales) sobre las comedias de enredo puede leerse aquí, en las páginas 89-100.
[137] Pese a que Capra no se llevaba bien con Cohn, siguió haciendo películas para la Columbia hasta 1939. En 1934 Sucedió una noche fue el primer filme que ganó cuatro de los premios más importantes de la Academia: mejor película, mejor director (Capra), mejor actor (Clark Gable) y mejor actriz (Claudette Colbert). Capra volvió a conseguir el Oscar al mejor director en 1936 por El secreto de vivir. La película también estaba nominada, pero la estatuilla fue para El gran Ziegfeld, de Robert Z. Leonard. Capra obtuvo el Oscar por Vive como quieras (1938, mejor director y mejor película) y nominaciones como mejor director y mejor película en 1939 por Caballero sin espada. En 1946, como independiente (Liberty Films) ¡Qué bello es vivir! tuvo candidaturas a mejor director y mejor película.
[138] El crítico e historiador cinematográfico Richard Schickel cita a Cavell en Cary Grant, pp. 72-73.
[139] Compañeros de juerga es una comedia de 1933 producida por Hal Roach, dirigida por William Seiter y distribuida por la MGM. En la película, Laurel y Hardy desean ir a una convención pero dicen a sus esposas que Ollie ha de ir a las montañas para una cura de reposo. La mentira se complica y está a punto de provocar que los dos «chicos» pierdan a sus esposas, hasta que la confesión de Laurel más o menos consigue salvarles.
[140] Peter Bogdanovich entrevistó a McCarey en 1969, poco antes de su muerte, y le preguntó cómo había sido trabajar con Grant en La pícara puritana. McCarey respondió con una sola palabra: «Imposible». Cuando Bogdanovich le preguntó en qué sentido, McCarey citó la inseguridad de Grant. La entrevista completa puede leerse en Bogdanovich, Who the Devil Made It?
[141] El filme puso a prueba los límites del Departamento de Censura Hays en más de un sentido. No solo insinuaba un comportamiento adúltero sin castigo por parte de su protagonista, sino que además de forma cómica trataba el divorcio, un tema que los censores siempre consideraban incuestionable en las comedias. El Departamento de Censura Hays prefería mucho más la separación por causa de muerte, y una viuda o viudo noble, a cualquier insinuación sobre un feliz superviviente de un mal matrimonio. Los separados casquivanos, como las camas de matrimonio, no solían librarse de la censura. El filme también contenía una escena de dormitorio muy picante para la época con Grant y Dunne. El diálogo era subido de tono y ambas estrellas iban en ropa de dormir. Dunne, para consternación del Departamento Hays, estaba bastante atractiva en camisón.
[142] Curiosamente, una de las improvisaciones de Grant acabó siendo una de las mejores frases de diálogo de la película. Cuando Jerry se presenta inesperadamente para visitar a su perro, Dunne abre la puerta y dice: «¡Vaya, si es mi ex!». Nadie era capaz de dar con una frase para Grant y, cuando McCarey le dijo que inventara una, no se alteró y dijo con rostro inexpresivo: «El juez dice que hoy me toca visitar al perro».
[143] Andrew Britton, «Cary Grant: Comedie and Male Desire», Cine-Action!, n.o7 (1986).
[144] Kael, «Man from Dream City».
[145] Alfred Hitchcock entrevistado por Peter Bogdanovich, Esquire, agosto de 1962.
[146] La versión radiofónica tuvo tanto éxito que la Lux la repitió varias veces. Luego, en una maniobra insólita que solo demostraba la duradera popularidad de la película, la Gulf Screen Guild Playhouse compró los derechos radiofónicos y realizó una nueva versión, con Ralph Bellamy como único miembro del reparto original y Robert Young y Carole Lombard como los Warriner.
[147] La serie de conexiones resulta fascinante. Tras El último mohicano, Scott hizo una película más con la Paramount, La furia del oro negro, de Rouben Mamoulian, junto a Irene Dunne, antes de que el estudio dejara marchar a la actriz durante su crisis económica. Dunne se incorporó a la Columbia, donde inmediatamente le dieron el papel de protagonista de La picara puritana, junto a Grant. Luego Scott pasó a la Fox y trabajó en Rebeca la de la granja Sol.
[148] Algunos datos sobre la producción y financiación proceden de McCarthy, Howard Hawks.
[149] Ganó el premio al mejor guión por El delator, dirigida por John Ford, en 1935.
[150] Al final el Departamento de Censura Hays aprobó la escena por su gran comicidad, después de que Hawks les convenciera de que carecía de toda intención erótica.
[151] Es un momento que se repetiría en la carrera cinematográfica de Cary Grant: aparecería al cabo de diecisiete años en una escena visualmente similar, pero con un sentido emocional distinto, de Atrapa a un ladrón, de Alfred Hitchcock, y cuatro años después de esta en Con la muerte en los talones.
[152] La fiera de mi niña perdió trescientos cincuenta mil dólares tras su estreno, según Variety. En 1941, se repuso en Estados Unidos y recaudó ciento cincuenta mil.
[153] «Appreciations», New York Times, 1 de julio de 2003, página editorial.
[154] Citado en Waterbury, «Story of Cary Grant». La entrevista tuvo lugar en la primavera de 1938, antes de la repentina marcha de Grant a Londres en octubre.
[155] De hecho, Hughes aportó el veinticinco por ciento de la financiación de la producción teatral, unos cien mil dólares. El acuerdo incluía también los derechos cinematográficos, que se quedó Hepburn.
[156] Las otras candidaturas a mejor película de 1937 fueron: Capitanes intrépidos, de Victor Fleming; Dead End, de William Wyler; The Good Earth, de Sidney Franklin; Chicago, de Henry King; Horizontes perdidos, de Frank Capra; Loca por la música, de Henry Köster; Damas del teatro, de Gregory La Cava; Ha nacido una estrella, de William Wellman, que fue la ganadora; The Life of Emile Zola, de William Dieterle. Las otras nominadas al premio a la mejor actriz fueron Greta Garbo (Margarita Gautier, de Cukor), Janet Gaynor (Ha nacido una estrella), Barbara Stanwyck (Stella Dallas, de King Vidor) y Luise Rainer (The Good Earth), que se llevó el Oscar. Los demás nominados a mejor actor secundario fueron: Thomas Mitchell (Huracán sobre la isla, de John Ford y Stuart Heisler), H.B. Warner (Horizontes perdidos), Roland Young (Una pareja invisible, otra película de Grant) y el ganador, Joseph Schildkraut (The Life of Emile Zola). Los otros candidatos a mejor director fueron: William Dieterle (The Life of Entile Zola), Sidney Franklin (The Good Earth), Gregory La Cava (Damas del teatro), y William Wellman (Ha nacido una estrella).
[157] Cada vez más actores, al expirar sus contratos, intentaban seguir «la senda de Cary Grant»; por eso los directivos de los estudios temían que un día pudiera derrumbarse la estructura de todo el sistema. Aquel año, un mes después de la ceremonia, el gobierno de Estados Unidos presentó una demanda formal antimonopolio contra los estudios al considerar que el control absoluto que ejercían sobre los tres sectores de su negocio (la producción, la distribución y la exhibición de las películas) constituía un monopolio ilegal, que impedía que cineastas y propietarios de salas independientes pudieran competir en igualdad de condiciones por el talento, la distribución y los locales donde proyectar sus productos. Finalmente, en 1948 el caso llegó al Tribunal Supremo y los estudios firmaron un decreto por el que aceptaban el final definitivo de su férreo control sobre la industria cinematográfica de Hollywood. (Véanse notas del capítulo 1).
[158] En ocasiones esto se ha atribuido a la interrupción de la distribución de películas durante la contienda, más que a la censura gubernamental.
[159] Aunque Leslie Howard fue otro actor británico afincado en Estados Unidos que volvió voluntariamente a Gran Bretaña para participar en la contienda, nunca se le consideró un residente permanente de Hollywood, ya que pasó tanto tiempo en Broadway como en la meca del cine, y detestaba tanto Lo que el viento se llevó como su papel en ella. Su misión en Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial fue protagonizar, dirigir y producir películas de propaganda antinazi. Howard murió cuando los alemanes derribaron su avión en 1943, al creer que Churchill viajaba en él.
[160] Hitchcock llegó a Estados Unidos el 22 de agosto de 1938 a bordo del Queen Mary. Le acompañaban su esposa, Alma, y su hija, Patricia.
[161] Haskell, Holding My Own, p. 25.
[162] Parte de la información sobre los acontecimientos relacionados con el viaje de Cary Grant a Londres y Bristol procede de McCann, Cary Grant. Algunos datos se han extraído de un artículo de Philip French publicado en el London Observer, el 25 de agosto de 1996. El autor se puso en contacto con el Buró Federal de Investigación (FBI) en varias ocasiones, amparándose en la Ley de Libertad de Información, para consultar el archivo sobre Cary Grant. La respuesta oficial fue una cuidadosa nota en la que se afirmaba que dicho archivo no existía. En una carta fechada el 17 de enero del 2003 en respuesta a la «Petición n.o 0971956000 relativa a Cary Grant», el FBI declaraba: «A partir de la información aportada, se ha realizado una búsqueda de los indicios automatizados de nuestro sistema central de archivos, en el cuartel general del FBI, sin que se haya encontrado ninguno, relativo a su petición FOIPA, que indique que el individuo(s) que usted menciona hayan sido objeto de investigación por parte del FBI».
[163] Otros inversores en bonos filipinos que fueron citados a declarar y negaron conocer a Buckner o saber algo de la trama fueron Bing Crosby y el productor Joseph Schenck. Ronald Colman, a través de su abogado, admitió que conocía a Buckner y que este le propuso participar en el negocio, pero nunca invirtió en los bonos filipinos.
[164] Citado en un artículo de Norma Abrams y Gerald Duncan, New York Daily News, 12 de diciembre de 1938.
[165] Bogdanovich, Movie of the Week, p. 97.
[166] Las partes llegaron a un acuerdo extraoficial, cuyos términos se desconocen.
[167] Comparan las recaudaciones obtenidas en el año 1939. Gunga Din se estrenó en febrero, y Lo que el viento se llevó, en diciembre. Finalmente Lo que el viento se llevó superó a Gunga Din.
[168] Hitchcock había firmado un contrato de siete años con Selznick. Tras finalizar Rebeca deseaba quedarse en Estados Unidos, pues la situación en su país era cada vez peor a causa de la guerra. Para complacerle y tenerlo ocupado, Selznick aceptó cedérselo a Wanger para que rodara una película, lo que le permitía seguir dedicando toda su energía a Rebeca y, más importante aún para él, Lo que el viento se llevó. Por otro lado, tenía problemas económicos debido a importantes deudas de juego. Si Hitchcock hacía una película con Wanger, Selznick sacaría tajada sin tener que poner dinero, y ese era un acuerdo que no podía rechazar.
[169] Al final fue Joel McCrea quien protagonizó Enviado especial, después de que Hitchcock intentara infructuosamente conseguir a Cary Grant, y luego a Clark Gable y Gary Cooper. Años después, el cineasta diría a propósito del reparto de Enviado especial. «Me hubiera gustado contar con nombres más importantes… Siempre acababa por quedarme con el siguiente mejor, en ese caso, Joel McCrea». Citado en Spoto, Alfred Hitchcock: The Dark Side of Genius, p. 239.
[170] Ibid. Nota 165.
[171] Grant grabó en el Lux Radio Theater un anuncio de la adaptación radiofónica de Solo los ángeles tienen alas, en el cual sí decía: «¡Jee-u-dee, Yii-u-dii, Yii-u-dii!». Sin embargo, años después declaró a Variety. «He repasado las cintas de todas mis películas y grabaciones y jamás dije eso. Ni siquiera trabajé nunca con Judy [Garland]. Yo creo que empezó con una imitación del cómico Larry Storch y todo el mundo la copió, como las imitaciones de “rata asquerosa” de Cagney».
[172] Entrevista del autor. La fuente desea permanecer en el anonimato.
[173] McGilligan, George Cukor, p. 162.
[174] La casa estaba en el número 10050 de Cielo Drive. Años después, en 1962, tras varias remodelaciones, dicha dirección fue el escenario de los asesinatos de Sharon Tate y sus amigos, perpetrados por orden de Charles Manson. Durante años, rumores completamente infundados han confundido las direcciones y las épocas, e incluso se ha llegado a afirmar que Grant estuvo allí el día de la espeluznante matanza para un encuentro sexual con el criado de Tate.
[175] Era una de las metáforas favoritas de Grant y recurrió a ella durante años. Apareció publicada por primera vez en una entrevista realizada por Duncan Underhill para el New York World-Telegram, el 24 de enero de 1942.
[176] Puesto que Grant había estado casado con una de las mujeres más hermosas de Hollywood, su interés por la poco agraciada Barbara Hutton hizo que todo el mundo, incluidos los periodistas de cotilleos, sospechara que sus motivos eran otros que el amor verdadero. La frase Cash and Cary («el dinero y Cary») llegó a ser una especie de chiste en Hollywood cada vez que se hablaba de la relación de Grant y Hutton, lo que sucedía bastante a menudo. Cuando aparecía en los artículos de cotilleos, no hacía ninguna gracia ni a Hutton ni a Grant.
[177] Berg, Goldwyn, p. 316.
[178] Ibid. nota anterior.
[179] Según Hacienda, Grant donó sesenta y dos mil quinientos dólares, la cantidad que ganó después de pagar los impuestos y costear un mobiliario nuevo para las oficinas de Vincent, un premio por haber conseguido que participara en la película con una paga tan alta.
[180] La recaudación total de Historias de Filadelfia en el Radio City Music Hall superó los seiscientos mil dólares, más del doble de lo que consiguieron las representaciones de la obra en Broadway.
[181] Grant, entrevistado por Carroll, Motion Picture, febrero de 1941.
[182] Ibid. nota anterior.
[183] Los Angeles Examiner y el New York Daily News informaron el 28 de enero de 1941 del bombardeo sobre Bristol.
[184] Historias de Filadelfia obtuvo seis candidaturas: mejor actor (J. Stewart), mejor actriz (Hepburn), mejor actriz de reparto (Ruth Hussey), mejor director (Cukor), mejor película (Joseph Mankiewicz, productor) y mejor guión adaptado (D. O. Stewart).
[185] Las tres primeras películas estadounidenses de Hitchcock fueron: Rebeca (1939), Enviado especial (1940) y Matrimonio original (1941).
[186] Hitchcock, citado en «Murder-With English on It», New York Times Magazine, 3 de marzo de 1957.
[187] Citado en Spoto, Dark Side of Genius, p. 222.
[188] El Oscar a la mejor película es para el productor. Selznick lo consiguió en 1939 por Lo que el viento se llevó, de Fleming, y en 1940 por Rebeca, de Hitchcock.
[189] Entre las producciones de Wanger figuran Cuatro cocos (1929), de los hermanos Marx; La amargura del general Yen (1933), de Frank Capra; La reina Cristina de Suecia (1933), de Rouben Mamoulian, protagonizada por Greta Garbo; La diligencia (1939), de John Ford, el filme que convirtió a John Wayne en una estrella; Solo se vive una vez (1937), de Fritz Lang, y Blocao (1938), de William Dieterle.
[190] Según afirma Donald Spoto en su biografía de Hitchcock, aunque este sostuvo más adelante que nunca se planteó cambiar la trama de la novela original, los informes que escribió para la RKO, y que se conservan en los archivos del estudio, indican que desde el principio quería «hacer una película sobre la fantasía de una mujer». Probablemente el propósito de dichos informes era decir al estudio lo que este deseaba oír para conseguir que se hiciera la película. Un intento anterior de rodar Sospecha, con Laurence Olivier como protagonista, se desestimó por la misma razón: la RKO se negó a que el actor interpretara a un asesino.
[191] De las dieciséis películas que Grant rodó durante sus primeros cinco años como actor independiente, Sospecha fue la tercera más taquillera, con una recaudación que superó los cuatrocientos mil dólares, y la que mayores ingresos brutos aportó a la RKO en 1941. Historias de Filadelfia se estrenó en diciembre de 1940 y estuvo en cartel hasta mediados del año siguiente. Grant hizo una tercera película en 1941, Arsénico por compasión, que no se estrenó hasta 1944.
[192] Citado en Schickel, Men Who Made the Movies.
[193] Citado en McBride, Frank Capra, p. 445.
[194] La información sobre el afecto que Grant sentía por Jean Adair procede del Daily Mirror, 11 de septiembre de 1944.
[195] Fue la única película que Colman y Grant hicieron juntos. Grant y Barbara Hutton llegaron con quince minutos de retraso a la proyección de la película en el estudio y ella insistió en que comenzara de nuevo. Aquello llevó a un intercambio de frases airadas entre Colman y Grant, y motivó una enemistad que nunca superaron del todo. Fuente: William Frye, entrevistado por el autor.
[196] El autor ha tenido acceso a gran parte del archivo del FBI sobre Barbara Hutton y ha examinado archivos, declaraciones de impuestos y documentos jurídicos que guardan relación con este capítulo.
[197] De las imágenes de una columna de prensa escrita por Sidney Skolsky, «Hollywood Is My Beat», 3 de enero de 1946.
[198] Un corazón en peligro fue el único filme que Grant insistió en que Mike Nichols incluyera en el montaje de fragmentos de sus películas que se proyectaron antes de que le entregaran el Oscar honorífico de la Academia, en 1970.
[199] Odets se afilió al Partido Comunista en 1934, un año antes de convertirse en un actor famoso gracias al éxito de Waiting for Lefty, una obra con clara intención política.
[200] Informe interno del FBI, fechado el 11 de mayo de 1944.
[201] El autor no ha encontrado información de ninguna película estrenada en los años treinta o cuarenta con el título Citizen Tom Paine.
[202] Informe interno del FBI, fechado el 20 de noviembre de 1944.
[203] Odets consiguió librarse de la furia del HUAC y escribió varios guiones más, entre los que destaca el de Sweet Smell of Success, de Alexander Mackendrick (con Ernest Lehman). Su estrecha amistad con Grant pudo influir en ello.
[204] Finalmente Cassina fue absuelto de todas las acusaciones.
[205] Citado en Florabel Muir, New York Daily News, 16 de agosto de 1944.
[206] Citado en Kent Schuelke, «Cary Grant», Interview, enero de 1987. Fue una de las últimas entrevistas de Cary Grant, concedida cuatro meses antes de su muerte.
[207] Actores que lograron el Oscar de la Academia al mejor actor por papeles biográficos después de Noche y día: Maximilian Schell como Hans Rolfe en juicio de Nuremberg (1961); Paul Scofield como sir Tomás Moro en Un hombre para la eternidad (1966); George C. Scott, por Patton (1970); Gene Hackman como Jimmy «Popeye» Doyle, en The french connection, contra el imperio de la droga (1971); Robert de Niro como Jake La Motta en Toro salvaje (1980); Ben Kingsley, por Gandhi (1982); F. Murray Abraham como Salieri en Amadeus (1984); Daniel Day Lewis como Christy Brown, por Mi pie izquierdo (1989); Jeremy Irons como Claus von Bülow en El misterio Von Bülow (1990); Geoffrey Rush como David Helfgott en Shine (1996). Mejores actrices: Anne Bancroft como Anna Sullivan en El milagro de Anna Sullivan (1962); Katharine Hepburn como Leonor de Aquitania en El león en invierno (1968); Barbra Streisand como Fanny Brice en Funny Girl (1968); Sally Field, por Norma Rae (1979); Sissy Spacek como Loretta Lynn en Quiero ser libre (1980); Hilary Swank como Brandon Teena en Boys don’t cry (1999); y Julia Roberts, por Erin Brockovich (2000). Varios intérpretes ganaron el Oscar al mejor actor/actriz de reparto por papeles biográficos, como Joseph Schildkraut, por The Life of Emile Zola (1937); Walter Brenan como el juez Roy Bean en El forastero (1940); Anthony Quinn como Paul Gauguin en El loco del pelo rojo (1956); Shelley Winters, por El diario de Ana Frank (1959); Patty Duke como Helen Keller en El milagro de Anna Sullivan (1961); Estelle Parsons, por Bonnie and Clyde (1967); Jason Robards como Ben Bradlee en Todos los hombres del presidente (1976), y de nuevo como Dashiell Hammett en Julia (1977); Vanessa Redgrave, por Julia (1977); Maureen Stapleton como Emma Goldman en Rojos (1981); Haing S. Ngor como Dith Pran, por Los gritos del silencio (1984); Brenda Ficker como la señora Brown en Mi pie izquierdo (1989); Martin Landau como Bega Lugosi en Ed Wood (1994); Judi Dench como la reina Isabel I en Shakespeare in Love (1998); Marcia Gay Harden como Lee Krasner en Pollock (2000); Jim Broadbent como John Bayley en Cartas a Iris (2001), y Jennifer Connelly como Alicia Nash en Una mente maravillosa (2001).
[208] Probablemente Cole Porter dijo esta frase, citada con frecuencia, después de que a Grant le ofrecieran el papel. De hecho, el primer candidato de Porter era su querido amigo Fred Astaire, que no quiso participar en la película.
[209] Govoni, Cary Grant, p. 131. Hay que decir que Wilder y Grant no se tenían demasiada simpatía. Años después, durante una entrevista para Newsday (19 de diciembre de 1964), Al Cohn recordó el comentario de Wilder a Grant, quien dijo con tono seco: «Bueno, puede que él no haya estado en mi casa. Quizá no conoce a la misma gente que yo». Aunque Grant nunca trabajó en ninguna película de Billy Wilder, en Con faldas y a lo loco, dirigida por Wilder en 1950, Tony Curtis ofreció una hilarante y magnífica imitación de Grant como un personaje que tenía dificultades para hacer el amor a las mujeres.
[210] Brown y Broeske, Howard Hughes, p. 302.
[211] Lloyd Shearer, «Intelligence Report», Parade, 12 de marzo de 1989.
[212] Citado en Barlett y Steele, Empire, p. 164.
[213] Necrológica del maitre Walter Weiss, New York Times, 15 de octubre de 2002.
[214] Citado en Brown y Broeske, Howard Hughes, p. 251.
[215] De hecho, Grant ya había aparecido en una cinta en color. En 1935, la Metro-Goldwyn Mayer (MGM) estrenó un corto de veinte minutos en color, Pírate Party on Catalina Isle, donde había varios cárneos, entre ellos una breve aparición de Cary Grant sentado a una mesa con Randolph Scott, escuchando a Buddy Rogers y su banda. Louis Lewyn dirigió el corto, en el que Grant intervino porque en aquella época estaba cedido a la MGM para trabajar en Suzy, y el estudio quiso sacarle el máximo partido. Grant aceptó hacer el corto si también salía Scott. Tras un fugaz paso por las pantallas, apenas volvió a proyectarse.
[216] Durgnat, Strange Case of Alfred Hitchcock, p. 195.
[217] Margaret McDonnell (revisora de guiones contratada en el estudio), informe para David O. Selznick, 7 de agosto de 1944. En el informe McDonnell describe una idea de Hitchcock para una nueva película de la que habían hablado «durante una larga comida el viernes pasado». Esa idea germinal puede verse en varias películas posteriores del director, para personajes de ambos sexos y de distintas edades, sobre todo en Extraños en un tren, Atrapa a un ladrón, Vértigo, Con la muerte en los talones y Psicosis.
[218] Hitchcock fue el productor de Sospecha, aunque en los títulos de crédito consta Harry E. Edington.
[219] Al parecer todo el mundo quiso intervenir en la película, incluso el anterior «socio» de Grant, J. Edgar Hoover, cuya autorización era necesaria para incorporar oficialmente al Buró Federal de Investigación (FBI) a la historia. Hoover, que aspiraba a dejar sentir su influencia en Hollywood, escribió la siguiente nota en respuesta a la petición de Selznick: «La película puede provocar que el FBI y usted sean objeto de críticas por cuestiones morales», en referencia al elemento sexual que significaba el personaje de Alicia. «¿Por qué no hacer que [ella] sea una suplantadora de la auténtica Alicia Huberman? Dado que la falsa Alicia presumiblemente no sería ciudadana estadounidense, la verdadera Alicia emergería de la situación con su patriotismo (y su virginidad) intacto».
[220] Sarris, You Ain’t Seen Nothin’ Yet, p. 257.
[221] Citado en McCarthy, Howard Hawks, pp. 156-157.
[222] Hedda Hopper, Chicago Tribune, 26 de junio de 1947.
[223] Fox se ocupó discretamente, en nombre de Grant, de los trámites para comprar la casa de Vincent, en el 9966 de Beverly Grove, a su viuda, que ya no necesitaba aquella enorme hacienda de estilo rural francés. A Grant siempre le había gustado la casa, de una sola planta y construida en ladrillo y madera blanca, situada en lo alto de Beverly Hills, con magníficas vistas de la ciudad y el océano, y no soportaba la idea de que unos desconocidos residieran en ella. Grant siguió viviendo en su otra casa y dejó el número 9966 tal como estaba cuando Vincent murió, como una especie de santuario.
[224] El acuerdo duró solo tres años. Pese a que arrancó bien, la idea que Stein tenía sobre la agencia como una productora televisiva resultó inaceptable para Grant.
[225] Telegrama de Grant a Samuel Goldwyn, 2 de enero de 1947.
[226] Se lo llevó La barrera invisible, protagonizada por Gregory Peck, nominado también por su interpretación; el premiado fue Ronald Colman, por el papel protagonista de Doble vida, que había rechazado Grant.
[227] Stark llegaría a ser un productor cinematográfico de gran éxito.
[228] Cary Grant, «What It Means to Be a Star», Films and Filming, julio de 1961.
[229] Citado en McCarthy, Howard Hawks, p. 461. Véase también ibid., cap. 29.
[230] Hughes, que deseaba recuperar su amistad con Grant, se mostró encantado de aportar la suma necesaria.
[231] William Frye, entrevistado por el autor.
[232] Schickel, Cary Grant.
[233] Crisis fue el comienzo nada prometedor de una triunfal carrera en Hollywood. Entre otras películas, Brooks dirigió La última vez que vi Paris (1954), Semilla de maldad (1955), Sangre sobre la tierra (1957), El fuego y la palabra (1960) y A sangre fría (1967).
[234] De ese modo Mankiewicz se convirtió en la única persona de Hollywood que recibió cuatro Oscar de primera categoría en dos años consecutivos.
[235] Parte de la información que se ofrece procede de Haver, A Star is Born, pp. 191-205, y McGilligan, George Cukor, pp. 218-224. Casi siempre se comete el error de situar el encuentro de Cukor y Grant mucho más tarde, después del estreno de la película en 1954. En realidad la reunión tuvo lugar en diciembre de 1952, cuando Cukor (a quien habían ofrecido realizar la versión original de 1937, pero lo rechazó) empezó a entrevistar a actrices para el papel de Esther. La primera actriz que vio, en diciembre de 1952, fue Judy Garland. Ese mismo mes inició una campaña, que resultaría infructuosa, para conseguir los servicios de Cary Grant.
[236] McGilligan, George Cukor, p. 219.
[237] Recibió un total de seis nominaciones. Mason no consiguió el Oscar al mejor actor, que fue para Marlon Brando por su papel en La ley del silencio, de Elia Kazan, ni Garland el de mejor actriz, que ganó Grace Kelly por La angustia de vivir, de George Seaton.
[238] Entrevista del autor. La fuente desea que no se mencione su nombre.
[239] Citado en Lon Jones, Star Weekly, enero de 1952.
[240] Hetch escribió gran parte de Encadenados y el guión de Luna nueva, con Grant y Russell. Lederer colaboró con Hecht en Luna nueva y escribió La novia era él.
[241] Summers, Goddess, pp. 66-67.
[242] William Frye, entrevista con el autor.
[243] Citado en Robert C. Roman, «Cary Grant», Films in Review, diciembre de 1961.
[244] Grant, conferencia de prensa para anunciar su retirada del cine, New York Daily News, 6 de febrero de 1953.
[245] Citado en la columna de Earl Wilson «It Happened Last Night», c. 1971.
[246] Hutton se casó con Rubirosa ese mismo año. El matrimonio duró setenta y tres días y le costó a Hutton los dos millones de dólares que tuvo que pagar a Rubirosa para que aceptara el divorcio.
[247] La información sobre la casa y la vida de Grant procede de la entrevista que Betsy Drake concedió a Liza Wilson, «My Life with Cary Grant», American Weekly, 4 de agosto de 1957.
[248] Durante sus días libres, cuando no se requería su presencia en el rodaje, Kelly iba al pequeño principado de Mónaco para jugar en el casino y pasear por los jardines. Durante una de esas visitas le presentaron al príncipe Rainiero Grimaldi, quien insistió en enseñarle personalmente el castillo Grimaldi, con vistas al Mediterráneo.
[249] Cuatro años después, Landis interpretó el papel de la madre de Grant en Con la muerte en los talones. En realidad era un año más joven que él.
[250] New York Times, 21 de julio de 1955.
[251] Entrevista en Pix, 10 de diciembre de 1955.
[252] Finalmente los papeles fueron para David Niven y Jean Seberg.
[253] Citado en Hotchner, Sophia, p. 105.
[254] Ante la prensa Grant negó siempre no solo haber propuesto matrimonio a Loren, sino también haber tenido un romance con ella. Cuando le planteaban alguna pregunta al respecto, solía responder: «¿De dónde han salido estos rumores?», o «Por lo que recuerdo, Sophia estaba enamorada de Frank Sinatra», lo cual era cierto, pero en el filme, no en la vida real. Años después, en 1979, Loren, con la ayuda del escritor A. E. Hotchner, describió en su autobiografía los intentos de Grant por conquistarla. En 1980 las memorias de Loren se convirtieron en una película de televisión, y Grant pleiteó sin éxito para que le eliminaran del guión, así como toda su relación con Loren durante el rodaje de Orgullo y pasión. Cuando la película se emitió, la única declaración pública de Grant fue: «No puedo creer que alguien explote de ese modo una vieja amistad». En privado, la historia fue totalmente distinta. Para empezar, mientras escribía sus memorias Loren se puso en contacto con Grant para que la ayudara a recordar ciertos detalles y obtener cierta información, a lo que él se negó en redondo. Loren declaró a la revista People el 24 de marzo de 1980: «Él era parte de mi vida. Yo lo quería muchísimo, así que le telefoneé y le dije: “No puedo dejarte fuera”. Él me dijo: “Yo aún te quiero y confío en ti, así que cualquier cosa que escribas me parecerá bien”». Grant también le dijo a sus amigos íntimos que estaba enamorado de Loren, incluso que pensaba casarse con ella, y que creyó que así sería cuando se reunieron de nuevo, un año después, en Cintia, de Melville.
[255] Betsy Drake, según le explicó a Liza Wilson, «My Life with Cary Grant», American Weekly, 4 de agosto de 1957.
[256] Hotchner, Sophia, pp. 110-112.
[257] Warren Hoge, «The Other Cary Grant», The New York Times Magazine, 31 de julio de 1977.
[258] En una encuesta realizada por Popularity, los diez actores más famosos eran, por orden: Rock Hudson, William Holden, Cary Grant, Frank Sinatra, Gary Cooper, Marlon Brando, James Stewart, Burt Lancaster, Glenn Ford y Yul Brynner. Clark Gable ocupaba el puesto undécimo, y John Wayne, el duodécimo.
[259] Entrevista de Peter Shield, Sunday Graphic, 19 de octubre de 1958. Algunos fragmentos de esta entrevista aparecen en Godfrey, Cary Grant, pp. 152-153.
[260] William Frye, entrevistado por el autor.
[261] Hitchcock, discurso ante el Gremio de Productores Cinematográficos, 7 de marzo de 1965, con ocasión de su aceptación del premio del gremio en su duodécima edición.
[262] Grant, «Archie Leach». La información adicional y las citas de los diarios de Grant son de John Whalen, «The Trip», Los Angeles Weekly, 9 de julio de 1998.
[263] Según el crítico Steven Cohan: «Indiscreta funciona claramente como una referencia al emparejamiento de Grant, más joven y con mayor tensión sexual, y Bergman en Encadenados [Notorious en la versión en inglés]; la comparación entre ambas películas es reveladora en términos históricos, no solo para entender cómo la “mala reputación” [notoriety] de los años cuarenta podía transformarse en indiscreción en los cincuenta. En Encadenados Bergman parece confirmar todas las sospechas de Grant sobre la duplicidad de las mujeres, algo que él mismo provoca, puesto que es él quien repetidamente la coloca en esa “infame” [notorious], por no decir peligrosa, situación de espionaje y promiscuidad… Como otros han dicho, el filme destaca la vena oscura y sádica del personaje de Cary Grant, sobre todo porque manipula a Bergman en gran medida por su deseo de castigar la activa sexualidad de ella. Por el contrario, Indiscreta se rodó después de que Bergman recuperara el favor de Hollywood y consiguiera su segundo Oscar; aunque este Grant no se casa con ella, está muy preocupado por preservar la reputación de la protagonista».
[264] La siguiente película de Bergman, El albergue de la sexta felicidad (1958), de Mark Robson, con la 20th Century-Fox, fue su primera producción estadounidense con un gran estudio desde hacía diez años, cuando trabajó en Arco de triunfo, de Lewis Milestone. Atormentada, dirigida por Hitchcock en 1949, fue una producción británica, y Stromboli, de 1949, la película que provocó su exilio, era italiana.
[265] Eso explica por qué llegó a las pantallas antes que Cintia, que se rodó antes que Indiscreta, pero que la Paramount no estrenó hasta noviembre de 1958, como su gran apuesta para la temporada navideña.
[266] Citado en Jeffrey Robinson, «Cary Grant: I’ve Lived My Life», Redbook, marzo de 1987, p. 28.
[267] No obstante, De entre los muertos no fue el desastre que muchos creen. Costó dos millones y medio de dólares y recaudó 3,2 durante su exhibición en Estados Unidos; es decir, consiguió casi un millón de dólares de beneficios. No obstante, no satisfizo las expectativas económicas del estudio, porque solo obtuvo la mitad de los beneficios que La ventana indiscreta, el filme de Hitchcock más rentable para la Paramount.
[268] Stewart quería protagonizar Con la muerte en los talones, pero Hitchcock pensó desde el principio en Cary Grant. En lugar de decírselo a las claras, el director esperó a que Stewart empezara a trabajar en Me enamoré de una bruja, una película que ya tenía comprometida, y entonces le dijo que lo sentía mucho, que él (Hitchcock) salía perdiendo, y le deseó suerte.
[269] Hitchcock se burló de todos dos años después dando la vuelta a esa presunción en Psicosis.
[270] Grant y Drake redactaron juntos la declaración, que se publicó en Los Angeles Times el 17 de octubre de 1958.
[271] Le seguían, por este orden: William Holden, Yul Brynner, Rock Hudson (el primero del año anterior), Marlon Brando, Glenn Ford, Gary Cooper, Jerry Lewis, Frank Sinatra, Kirk Douglas, James Stewart y Clark Gable.
[272] Curtis, Tony Curtis.
[273] Otros candidatos eran Craig Stevens, una estrella de la televisión que se parecía a Grant e interpretaba la serie de Peter Gunn, John Vivyan, otra estrella televisiva, protagonista de Mr. Lucky, que se parecía a Grant, y el actor de televisión David Janssen (Richard Diamond, Prívate Detective y, más adelante, El fugitivo), que tenía un hoyuelo en la barbilla y también se parecía a Grant. La Universal esperaba que Curtis desistiera de su empeño de trabajar con Grant, porque la película sería mucho más rentable para el estudio con cualquier otro actor en el papel del capitán. Cuando cedieron, tuvieron que aceptar asimismo que Granart, la empresa de Grant, fuera la única distribuidora, y por lo tanto obtuvieron un porcentaje de beneficios mucho menor.
[274] Ibid. de la nota 272.
[275] No hay que confundirlo con Charles Higham, autor de una biografía no autorizada de Grant.
[276] Grant, «Archie Leach».
[277] Bergquist, «Curious Story».
[278] Conferencia ante los alumnos de la Universidad de California en Los Ángeles, 14 de julio de 1962.
[279] Bergquist, «Curious Story».
[280] Newsday, 19 de diciembre de 1964.
[281] McDougal, Last Mogul, pp. 259-260.
[282] El relato de McDougal sobre la marcha de Grant de MCA procede de una grabación de la reunión realizada por el FBI el 4 de noviembre de 1960 sin conocimiento de ninguno de los presentes.
[283] Variety, 6 de enero de 1960.
[284] Citado en The New York Times, 2 de febrero de 1961.
[285] Billy Wilder, que a Grant nunca le gustó especialmente, produjo y dirigió El apartamento (1960), por la que consiguió los Oscars a la mejor película, mejor director y mejor guión (que escribió con I. A.L. Diamond). El filme se llevó también el Oscar a la mejor dirección artística y montaje. Es lógico que Grant mencionara esa película. El filme de Wilder, en blanco y negro, es cínico, sexual y mordaz, mientras que las películas que Grant rodó tras trabajar con Hitchcock eran, porque así lo quería él, en color, optimistas y sanas.
[286] Mitchum trabajó con Jean Simmons en Angel Face (1952), de Otto Preminger, y She Couldn’t Say No (1954), de Lloyd Bacon, y en Solo Dios lo sabe (1957), de John Huston, y con Deborah Kerr en Tres vidas errantes (1960), de Fred Zinnemann.
[287] Algunos datos y la cita de Mitchum proceden de Server.
[288] Citado en The New Yorker, 13 de enero de 2000.
[289] Como parte del contrato, Grant se quedó con el magnífico vestuario que lució en la película, diseñado por Norman Norell y Rosemary Odell, cuyo nombre no aparece en los títulos de crédito.
[290] En 1962 Time, que preparaba un reportaje sobre Grant, telegrafió la pregunta al actor, que envió la respuesta «Old Cary Grant». La historia es apócrifa; nunca mandaron ese telegrama a Grant y él nunca dio esa respuesta.
[291] P.: ¿Qué edad tiene Cary Grant? R.: El viejo Cary Grant bien. ¿Y usted?
[292] Entrevista de Henry Gris, Coronet, marzo de 1971.
[293] Ibid.
[294] Citado por Dean Gautschy, Los Angeles Herald-Examiner, 28 de septiembre de 1963.
[295] Citado por Al Cohn, Newsday, 19 de diciembre de 1964.
[296] La Academia mostró su desaprobación negando incluso la nominación a Audrey Hepburn por su papel de Eliza. Curiosamente, el Oscar a la mejor actriz de aquel año fue para Julie Andrews por Mary Poppins, de Walt Disney.
[297] Andrew Sarris, Village Voice, 1 de enero de 1964.
[298] Grant, citado por Charles Champlin, Los Angeles Times, 1 de diciembre de 1996.
[299] Entrevista de Roderick Mann, Sunday Graphical de julio de 1965.
[300] Entrevista de Sheilah Graham, Hollywood Citizen-News, 8 de febrero de 1966.
[301] Recogido en New York Daily News, 28 de febrero de 1966.
[302] Entrevista de Ticketron, 1972.
[303] Información de Variety, 10 de agosto de 1966.
[304] Los Angeles Times, 7 de agosto de 1966.
[305] Entrevista del autor. La información sobre la relación de Grant con Taplinger, Flynn, Blackman y Barrie procede de varias fuentes, como se especifica, incluida esta entrevista. Todas las citas de Flynn son de mi entrevista con ella.
[306] Todas las citas relativas al testimonio de Cannon están tomadas de los archivos del Tribunal Supremo de Los Ángeles.
[307] Barrie llamó por primera vez a Grant después de leer una entrevista en la que este se mostraba contrario a que las mujeres usaran laca. Tras la afirmación de Grant, las acciones de la empresa cayeron un punto. En cuanto se conocieron, empezaron a acudir juntos a diversos eventos sociales. Grant siempre dijo que admiraba a Barrie por haber edificado su imperio cosmético partiendo de cero.
[308] Barrie es el inventor del sistema de venta consistente en recurrir a los famosos para promocionar un producto. Su carrera musical finalmente también rindió sus frutos. La Academia le nominó dos veces: en 1973, junto a Sammy Cahn, por la mejor canción original, «All That Love Went to Waste», de Un toque de distinción, de Melvin Frank (ganó Marvin Hamlisch por «The Way We Were», de Tal como éramos), y de nuevo con Cahn en 1975 por «Now That We’re in Love», de Un experimento loco, loco, loco (producida por Brut para la 20th Century-Fox. Volvieron a perder, esta vez frente a «I’m Easy», con música y letra de Keith Carradine, para Nashville, de Robert Altman.
[309] Grant dejó su apartamento del Plaza por un ático en el hotel Warwick (que en otro tiempo fue de Marion Davies), el mismo hotel donde se hospedó al principio de su carrera. Le encantó saber que el servicio de habitaciones seguía sirviendo los mismos perritos calientes con los que sobrevivió cuando llegó a Nueva York. Comía perritos calientes al mediodía y filetes de salmón por la noche porque creía que eran buenos para las paredes del estómago.
[310] En 1973 Everett, ya muy mayor, vendió a Grant suficientes acciones para que tuviera una participación mayoritaria del hipódromo y del club, convencido de que el actor se aseguraría de que todo seguiría funcionando como en los últimos treinta años. Poco después Grant pasó a formar parte de la junta directiva.
[311] Entrevista en The New York Times, 1971.
[312] Citado en Donaldson, pp. 202-203.
[313] Citado en Variety, 24 de enero de 1973.
[314] Joey Reynolds, entrevistado por el autor.
[315] Entrevista de Al Cohn, Newsday, 14 de septiembre de 1975.
[316] Guy Flatley, «About Cary Grant From Mae to September», New York Times, 22 de julio de 1973.
[317] Más adelante se acusó del asesinato a su compañera de piso.
[318] Un año después de la muerte de Grant, Donaldson escribió unas memorias «íntimas» de «su vida» con él, un mediocre refrito de la vida de Grant, la mayor parte de la cual había transcurrido antes de que se conocieran. En la introducción, Donaldson describió una interesante reunión que tuvo con Dyan Cannon tras la ruptura: «“Yo amaba al hombre —[dijo Donaldson] a Cannon—, pero no podía vivir con él. Con una mano me atraía siempre hacia él, pero con la otra parecía apartarme. ¿Entiendes lo que te digo?” “¡Exacto!” —corroboró Cannon—. “Y lo más curioso es que los demás creen que eres la chica más afortunada de la tierra. Después de todo, tienes a Cary Grant. El hombre con quien todas las chicas sueñan. Pero no saben la carga que supone, y tú tampoco, al menos en el momento álgido de la relación”».
[319] Citado en Warren Hoge, «The Other Cary Grant», The New York Times Magazine, 31 de julio de 1977.
[320] La fuente no desea que se revele su nombre.
[321] Entrevista de Tom Shales para The Washington Post, reimpresa por Los Angeles Times, 25 de diciembre de 1981.
[322] Curtis, Tony Curtis.
[323] Charlie Callas entrevistado por el autor.
[324] Ibid.
[325] Conferencia en el Centro Flint, DeAnza Community College, Cupertino, California, 3 de noviembre de 1982.
[326] Pese a que declaró conocer el origen de su miedo a los cuchillos, nunca lo reveló.
[327] Conferencia en el Auditorio Masónico de San Francisco, descrita por Jennings Parrott en Los Angeles Times, 31 de enero de 1985. En Nelson, Evenings with Cary Grant, puede encontrarse un resumen de las charlas de Grant.
[328] Las declaraciones de los doctores Manlove y Wilson y del enfermero Lund proceden de varias fuentes, entre ellas Los Angeles Times, People y Warren G. Harris, Good Housekeeping, septiembre de 1987.
[329] People, 15 de diciembre de 1986.
[330] Citado por Kent Schuelke, Interview, «Cary Grant», enero de 1987.
[331] Fuentes: Guinness Book ofthe Movies (Libro Guinness de los Récords), Biblioteca Herrick, Biblioteca Rebel Road, Archivo de Cine y Música, Todas las películas de Cary Grant, Donald Deschner (RBA Coleccionables, Barcelona, 1994).
[332] Es más fácil, pues, enumerar las que no he visto: Ésta es la noche, Pecadores sin careta, Tuya para siempre, Entre la espada y la pared, Hot Saturday, Casino del mar, El templo de las hermosas, ¡Atención, señoras! y Wedding Present. La mayoría de ellas se perdieron o se tiraron durante los confusos años de problemas económicos de la Paramount, cuando Grant era un actor contratado. He visto, en un formato u otro, todas las películas de Grant desde Preludio de amor.