No sé qué pienso de la muerte. Muchos amigos míos han fallecido recientemente. Espero hacerlo bien…[329] Me gustaría que me recordaran como un hombre simpático que no creaba problemas[330].
Cary Grant
Cuando se conoció la noticia de la muerte de Cary Grant, sus amigos hicieron declaraciones para rendir homenaje al muchacho de Bristol que había vivido buscando el amor y consiguió que el mundo entero se enamorara de él. Éstas son algunas de las más destacadas:
Frank Sinatra: «Me entristece perder a uno de los amigos más queridos que he tenido. No tengo nada más que decir, aparte de que le echaré muchísimo de menos».
Jimmy Stewart: «Era una de las personas más importantes del mundo del cine».
George Burns: «Era uno de los grandes».
Charlton Heston: «Lo que hizo lo hizo mejor que nadie. Sin duda era único como estrella de cine y el más importante de todos desde Charlie Chaplin».
Loretta Young: «Era el hombre elegante».
Polly Bergen: «Hemos perdido al hombre que enseñó a Hollywood y al mundo el verdadero significado de la palabra “clase”. Era la única estrella a la que incluso el resto de las estrellas admiraba».
Eva Marie Saint: «Era el galán más atractivo, ingenioso y elegante tanto dentro como fuera de la pantalla. Yo le adoraba. Es una triste pérdida para todos».
Dean Martin: «Era uno de mis héroes. No solo era un gran actor, sino también un caballero elegante y educado. Éramos buenos amigos y voy a extrañarle».
Alexis Smith: «El mejor actor de cine de la historia. Hay una expresión, “enamorar a la cámara”, y dudo que nadie enamorara a la cámara como él».
Presidente Ronald Reagan: «Estamos muy tristes por la muerte de uno de nuestros viejos amigos de Hollywood. Era una de las estrellas más rutilantes de Hollywood y su elegancia, ingenio y encanto perdurarán en sus películas y en nuestros corazones. Guardaremos siempre el recuerdo de su afabilidad, lealtad y amistad, y le extrañaremos muchísimo».
Tal como Grant deseaba, no hubo funeral. El lunes 2 de diciembre, su cuerpo fue incinerado por la Neptune Society. Hubo una pequeña ceremonia en la que su esposa e hija esparcieron sus cenizas.
A su muerte, la fortuna de Cary Grant se estimaba en unos sesenta millones de dólares. En su testamento, firmado el 26 de noviembre de 1984, dejaba la mitad de sus propiedades a su esposa Barbara, y la otra mitad, en fideicomiso, a Jennifer hasta que cumpliera treinta años, con la posibilidad de rescatar el cincuenta por ciento del total hasta ese momento y recibir entonces el resto. Legó todos sus bienes inmobiliarios, incluida la finca de dos hectáreas de Beverly Hills y su contenido, a Harris; ciento cincuenta mil dólares a repartir entre empleados; cincuenta mil al Fondo de Ayuda de los Artistas de Cine y Televisión; veinticinco mil a Variety Clubs International. Dejó diez mil dólares al doctor Mortimer Hartman, quien le había administrado la mayoría de los tratamientos de LSD que tomó a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta, y veinticinco mil dólares al hijo y la nieta de Stanley Fox. Su valioso y abundante guardarropa, sus accesorios y sus joyas fueron para Stanley Fox, que se encargó de repartirlos entre Frank Sinatra, Betsy Drake Grant, Irene Selznick, Roderick Mann, Stanley Donen, Kirk Kerkorian y otros nombres desconocidos para el público. La princesa Carolina de Mónaco recibió un baúl con objetos personales relacionados con Grace Kelly.
Poco después de la muerte de su padre, Jennifer regresó a la Universidad de Stanford para acabar la carrera de ciencias políticas e historia. Luego estudió derecho, hasta que decidió probar suerte como actriz, algo que su padre siempre le había desaconsejado. Se convirtió en una de las habituales de la popular serie de televisión Sensación de vivir y en la actualidad vive sola en Santa Mónica (California).
La película más destacada de la filmografía de Virginia Cherrill sigue siendo Luces de la ciudad, de Chaplin. Su último trabajo fue Troubled Waters, después de lo cual dejó el cine y se casó con un acaudalado aristócrata inglés. Se convirtió en la condesa de Jersey y dio un nuevo sentido a su vida con su trabajo altruista, por no decir heroico, durante los bombardeos de Londres, en los peores días de la Segunda Guerra Mundial. Tras la muerte del conde, Cherrill regresó a Hollywood y se casó dos veces antes de recluirse en una lujosa villa de Santa Bárbara, unos ciento cincuenta kilómetros al norte de Hollywood. Murió en 1996.
Betsy Drake se retiró del cine y se convirtió en psicoterapeuta «alternativa» y autora de varios libros. Vive en Desert Hot Springs (California).
Dyan Cannon siguió triunfando como actriz. En 1980 se casó con un empresario mayor que ella y se retiró del cine. Tres años después, se divorció y volvió a trabajar en el cine y la televisión. Vive en Los Ángeles.
Randolph Scott triunfó en Hollywood durante los años cincuenta, con westerns. Se retiró del cine en 1962, con una fortuna de centenares de millones de dólares. Ese mismo año, dejó Los Ángeles con su segunda esposa y se retiró a Carolina del Norte, donde jugaba al golf y seguía haciendo inversiones. Murió en 1987, un año después que Grant, a los ochenta y nueve años. Aunque siguió siendo amigo de su antiguo compañero de habitación, después del matrimonio de Grant con Barbara Hutton apenas volvió a verle.
Dos años después de la muerte de Grant, el 19 de octubre de 1988, tuvo lugar una única ceremonia pública en su honor, a la que acudieron novecientos cuarenta famosos amigos y admiradores. Le rindieron homenaje en una cena de gala (a mil dólares el cubierto), con Merv Griffin, del hotel Beverly Hilton, como maestro de ceremonias. La recaudación iría destinada a la Fundación Princesa Grace, de la que era miembro Barbara Harris, que ayudó a organizar el evento. Dyan Cannon no fue invitada y no asistió. Entre los presentes figuraban Frank Sinatra y su esposa Barbara; el príncipe Rainiero de Mónaco y sus hijos los príncipes Alberto y Estefanía; Shirley Temple Black; Eva Gabor, novia de Griffin; Jennifer Grant con su prometido, el productor Randy Zisk, con quien vivía en aquel momento; Gregory Peck, Richard Baskin, Barbra Streisand, Michael Caine, Jackie Collins, Liza Minnelli, Jack Haley hijo. Kirk Kerkorian, Angie Dickinson, Dina Merrill, Robert Wagner, Eva Marie Saint, Maureen Donaldson y Sammy Davis Jr.
También en 1988, se dedicó un pabellón a Cary Grant en el hipódromo de Hollywood Park. John Forsythe dijo durante la ceremonia:
Cary Grant era un hombre con una presencia y un magnetismo tales que sus primeros planos eran siempre fascinantes; nadie podía apartar la mirada de él. ¿Y se fijaron alguna vez en que cuando entregaba un trofeo a los vencedores en el podio, después de una gran carrera, todo en el hipódromo se detenía? La gente dejaba sus boletos y cogía los prismáticos para verlo de cerca. Otros corrían hacia el podio para echarle una ojeada. Créanme, eso pasa muy rara vez en las carreras. También era una estrella en el mundo de los negocios, una estrella como miembro de nuestra junta directiva y, quizá lo más importante de todo, una estrella como amigo.
En el universo de la imaginación, mientras haya películas y espectadores que deseen encontrar en ellas el reflejo de sus mayores esperanzas y sus sueños más profundos, sin duda la estrella de Cary Grant brillará para siempre y creará la ilusión del placer de su compañía, mientras nos guía a través del viaje más difícil de todos: hacia nuestro propio interior.