SABER MÁS

S

i el lector desea saber más sobre la Primera Guerra Mundial, hay que advertir que la bibliografía en español sobre este crucial capítulo de la Historia europea es escasa. En contraste con la Segunda Guerra Mundial, se han publicado pocas obras y solo en los últimos años se ha dado una cierta proliferación de títulos.

Un autor español que puede codearse por derecho propio con los grandes especialistas anglosajones es Luis de la Sierra, cuyos dos libros de la historia naval centrados en este conflicto, El mar en la Gran Guerra y Corsarios alemanes en la Gran Guerra son dignos de elogio.

De todas formas, el escaso interés de los historiadores españoles en tratar este tema lleva a que el lector deba acudir a traducciones. Una obra clásica es la de Marc Ferro La Gran Guerra (1914-1918); durante un tiempo fue la referencia indiscutible, pero hoy acusa un envejecimiento prematuro, al partir de unos planteamientos historiográficos que han quedado obsoletos.

Sin duda, la aportación más fresca y útil para el lector es la de Michael S. Neiberg. Su obra La Gran Guerra. Una historia global (1914-1918), resume magistralmente el conflicto. Tanto el sencillo esquema seguido, como el asequible lenguaje empleado, lo convierten en el libro ideal para iniciarse en el estudio de la Gran Guerra.

Menos afortunado es el planteamiento de Martin Gilbert en La Primera Guerra Mundial, al narrar la guerra día a día, sin ofrecer las claves para una comprensión global; aun así, su lectura es recomendable, pues transmite las sensaciones de los que participaron en ella, al incluir en sus páginas numerosos testimonios.

Otras obras que comparten título con el Gilbert y que pretenden ofrecer una visión general del conflicto son: el de Hew Strachan —que incluye sorprendentes fotografías en color de la época—, el de Michael Howard —que peca quizás de demasiada concisión— o el monumental libro de H. P. Willmott, una obra de excelente factura.

Pueden ser también muy útiles varias obras que presentan un buen despliegue gráfico, como Grandes batallas de la Primera Guerra Mundial, de Anthony Livesey, La I Guerra Mundial día a día, de Ian Westwell o Atlas ilustrado de la Primera Guerra Mundial, de varios autores.

Dejando de lado los libros introductorios, un auténtico clásico es el de Barbara Tuchman Los cañones de agosto. La lectura de esta bien documentada obra, que al parecer inspiró al presidente John Fitzgerald Kennedy para desactivar el estallido de una nueva guerra mundial durante la Crisis de los Misiles de octubre de 1962, es absolutamente imprescindible para conocer en detalle la génesis del conflicto.

Otro clásico es el breve Los siete pecados capitales del Imperio alemán durante la Primera Guerra Mundial, del siempre clarividente Sebastian Haffner. En él, el autor argumenta convincentemente que fue su país, Alemania, el gran responsable del estallido de la contienda.

A partir de este punto, si se desea ahondar en alguno de los temas apuntados en las obras generales, es necesario explorar la ingente bibliografía británica, que ofrece un tratamiento exhaustivo de cada uno de los episodios de la Primera Guerra Mundial, incluso de los más insignificantes.

La literatura generada por el conflicto —frecuentemente autobiográfica— también puede ser muy útil, pues permite conocer las experiencias de los que la padecieron en carne propia. Novelas como Sin novedad en el frente, de Erich Maria Remarque, Adiós a las armas, de Ernest Hemingway, o Tempestades de Acero, de Ernst Jünger, nos sumergen de forma instantánea en aquella época. Otras obras como Adiós a todo eso, de Robert Graves, Capitán Conan, de Roger Vercel, o Johnny perdió su fusil, de Dalton Trumbo, también ayudan a conocer mejor los sentimientos del soldado.

Además de libros, en el mercado puede encontrarse material audiovisual de gran calidad referido a esta materia. Destacan dos series disponibles en DVD. Una es Primera Guerra Mundial, producida por el británico Channel 4, que consta de diez capítulos y está basada en la obra ya referida de Hew Strachan. La otra es Primera Guerra Mundial en color; en esta extraordinaria serie de siete capítulos las antiguas imágenes en blanco y negro son tratadas digitalmente para ofrecer una visión más próxima y actual de la contienda.

La red ofrece igualmente la posibilidad de ampliar conocimientos de forma interactiva. Es imprescindible una visita a First World War.com (www.firstworldwar.com), la que es, sin duda, la página de referencia para todos los interesados en este conflicto. En ella puede encontrarse todo tipo de información y material multimedia, como fotografías, filmaciones o grabaciones musicales.

Para conocer el estado actual de los campos de batalla del frente occidental, puede visitarse World War One Battlefields (www.wwbattlefields.co.uk/others.html), mientras que para contemplar una amplia colección de fotografías se recomienda acceder a Photos of the Great War (www.gwpda.org/photos/greatwar.htm). Del mismo modo, también es aconsejable visitar regularmente la página del Imperial War Museum (www.iwm.org.uk), en la que suelen aparecen exposiciones virtuales referidas a la Primera Guerra Mundial.

Como se puede comprobar, pese a que el material divulgativo sobre la guerra de 1914-18 no es especialmente abundante, es posible hallar fuentes de gran interés que permiten profundizar en la comprensión de este apasionante y complejo período histórico.