Además de las pérdidas humanas, la contienda tuvo también su coste material, aunque calcular este precio, aun de forma aproximada, se antoja imposible. Solo en Francia, dos millones de hectáreas de terreno agrícola quedaron devastadas, así como medio millón de hectáreas de bosque. Si nos centramos solo en Francia, unos tres millones de hogares quedaron destruidos.
El endeudamiento de los gobiernos aliados para financiar la guerra, sobre todo con Estados Unidos, se desbocó totalmente. En 1934, los británicos dejaron de pagar sus préstamos cuando aún les quedaban por devolver a los norteamericanos 866 millones de libras de entonces, lo que equivaldría actualmente a 40.000 millones de libras (60.000 millones de euros). La suma de los préstamos concedidos por Washington a otros países durante la guerra sumaba en ese año otros 2.300 millones de libras.
Desde 1934 no se han vuelto a revisar estas deudas, pero tampoco han sido anuladas, por lo que, técnicamente, el endeudamiento provocado por la Primera Guerra Mundial sigue aumentando año tras año…