ITALIA RESISTE AL EMPUJE AUSTROGERMANO

Si franceses y británicos se frotaban las manos ante la fuerza militar y económica de su potente aliado, los alemanes, por el contrario, veían cada vez más a su aliado austríaco como un peso muerto del que no podían esperar obtener ninguna ventaja.

La campaña italiana se había desarrollado en una desesperante dinámica en la que la línea del frente no se movía más que unos pocos kilómetros. La 10.ª batalla del Isonzo, en mayo y junio de 1917, había hecho ganar muy poco terreno a las tropas comandadas por el general Cadorna. Pero la 11.ª batalla del Isonzo, del 17 de agosto al 12 de septiembre, llevó hasta el límite la resistencia de los austríacos. Para impedir el colapso del Ejército austríaco, Ludendorff decidió que sus aliados debían tomar la ofensiva en su largo y extenuante duelo con Italia y que él podría prestarles la ayuda necesaria para ese propósito, en forma de seis divisiones alemanas.

La ofensiva, perfectamente planeada, fue lanzada el 24 de octubre de 1917. Austríacos y alemanes comenzaron a abrirse paso a través de la barrera de los Alpes Julianos, en dirección a la ciudad de Caporetto. Los italianos, completamente sorprendidos por este ataque, huyeron en desbandada, en una huida que pronto degeneró en un caos de deserciones, amotinamientos y saqueos. Todo evidenciaba que el Ejército italiano se estaba derrumbando.

Udine, en donde se encontraba el cuartel general de Cadorna, había caído y parecía que Padua y Venecia podían correr la misma suerte. El río Piave se convirtió en la última barrera; allí resistieron las acometidas enemigas 300.000 soldados italianos. El general Armando Diaz, un militar muy estimado por sus hombres, fue nombrado comandante en jefe en lugar del odiado Cadorna.

Comenzó a llegar la ayuda urgente proporcionada por británicos y franceses, que ayudó a contener eficazmente la ofensiva austríaca.

La batalla de Caporetto finalizó el día de Navidad; las fuerzas austrogermanas, pese a obtener ganancias territoriales, habían agotado su impulso y ahora solo les quedaba aguardar a la contraofensiva de los Aliados.