Apéndice 3

Temperatura actual de Venus si el planeta hubiese pasado cerca del Sol.

El calentamiento de Venus a causa de un supuesto acercamiento del planeta hacia el Sol y el consiguiente enfriamiento por radiación emitida hacia el espacio son ideas centrales de la tesis de Velikovsky. Pero en ninguna página de su libro aparecen los cálculos, ya sea de la cantidad de calor, ya sea de la velocidad de enfriamiento. Sin embargo, puede hacerse muy fácilmente un cálculo estimativo. Un objeto que roce la fotosfera solar debe desplazarse a velocidades muy elevadas si tiene su origen en el sistema solar exterior: 500 km/s es un valor típico en el paso por el perihelio. Pero el radio del Sol es 7 × 1010 cm. Por tanto, una escala de tiempo típica para el calentamiento del cometa de Velikovsky es (1,4 × 1011 cm)/(5 × 107 cm/s) ≅ 3000 segundos, lo cual representa menos de una hora. La temperatura más elevada que puede alcanzar el cometa a causa de su acercamiento al Sol es 6000 °K, la temperatura de la fotosfera solar. Velikovsky no presenta otros acontecimientos del tipo del acercamiento al Sol en el caso de su cometa; posteriormente, se transforma en el planeta Venus y enfría el espacio —acontecimientos que ocupan unos 3500 años hasta el momento. Pero tanto el calentamiento como el enfriamiento se producen por radiación, y la física de ambos acontecimientos está controlada de la misma manera por la ley de Stefan-Boltzmann de la termodinámica, según la cual la cantidad de calor y la velocidad de enfriamiento son ambas proporcionales a la cuarta potencia de la temperatura. Así, el cociente entre el incremento de la temperatura experimentado por el cometa en 3000 segundos de calentamiento solar y la disminución de temperatura en sus 3500 años de enfriamiento radiactivo es (3 × 103 s/ 1111 s)¼ = 0,013. La temperatura actual de Venus a partir de esa fuente sería, como máximo, de sólo 6000 × 0,013 = 79 °K, aproximadamente la temperatura a la que se congela el aire. El mecanismo de Velikovsky no puede mantener caliente a Venus, ni siquiera con una definición generosa de la palabra «caliente».

La conclusión no se vería modificada sustancialmente caso de haberse producido varios acercamientos, en lugar de uno, hasta la fotosfera solar. La fuente de la elevada temperatura de Venus no puede ser uno o varios acontecimientos de calentamientos, por muy dramáticos que sean. La superficie caliente requiere una fuente continua de calor que podría ser endógena (calentamiento radiactivo desde el interior del planeta) o exógena (luz solar). En la actualidad es ya evidente, tal y como fue sugerido hace muchos años (véase Wildt, 1940; Sagan, 1960), que se trata de lo segundo: la radiación del Sol, continuamente recibida por Venus, es la causa de su elevada temperatura superficial.