Como el cristiano ha decidido que este mundo es malo y feo, ha hecho este mundo malo y feo.
Dios es una idea que retuerce todo lo recto y complica todo lo sencillo.
[Stendhal] me robó el mejor chiste ateo que yo podría haber hecho: «La única excusa de Dios es que Dios no existe».
Deberían cantar las mejores canciones para que yo creyera en su Salvador, más aún, deberían hacer que sus seguidores se me apareciesen sanos y salvos.
Las explicaciones místicas se consideran profundas. La verdad es que sólo son superficiales.
Dos grandes drogas europeas: el alcohol y el cristianismo.
[Jesús] se murió demasiado pronto. Él hubiera renegado de su doctrina si hubiera alcanzado mi edad.
El hecho de que en ciertas circunstancias la fe puede salvar; el hecho de que la salvación, como resultado de una idée fixe, no constituye una idea de verdad; el hecho de que la fe no mueve montañas pero que puede muy bien levantarlas allí donde antes no las había, todo esto queda suficientemente claro cuando uno se da una vuelta por un manicomio.
Dios está muerto. Pero si se les da ocasión a los hombres, aún podrá haber cuevas durante miles de años en las que se exhiba su sombra.
¿Cómo? ¿Es el hombre sólo uno de los errores de Dios? ¿O es Dios sólo un error de los hombres?
La espiritualización de la sensualidad se llama «amor». Es un gran triunfo sobre el cristianismo.
«Tener fe» es no querer saber la verdad.
No hay tanto amor y bondad en este mundo como para que podamos permitirnos relegarlos al mundo de lo imaginario.