Así que, al final, ¿qué ocurre con todas las cosas que de todos modos compramos? A este ritmo de consumo las cosas ya no caben en nuestras casas, aún a pesar de que el tamaño promedio de las casas se ha duplicado en Estados Unidos desde los años setenta[66].
Todo se va a la basura. Y esto nos lleva a la eliminación. Ésta es la fase de la economía de los materiales que todos conocemos más, porque nosotros mismos tenemos que sacar la basura de nuestra casa. En Estados Unidos, cada uno de nosotros genera más de dos kilogramos de basura por día[67]. El doble de lo que producíamos hace treinta años[68].
Toda esa basura [las cosas que compramos], o bien se tira y entierra en un vertedero, que no es otra cosa que un gran agujero en el suelo, o si realmente tienes mala suerte, primero se quema en una incineradora y luego se tira a un vertedero. De cualquier forma, ambas cosas contaminan el aire, el suelo, el agua y, no lo olvidemos, contribuyen al cambio climático[69].
La incineración es realmente dañina[70]. ¿Recordáis todos esos tóxicos que se introducían en la etapa de producción? Incinerar la basura libera todos esos tóxicos al aire. Lo que es aún peor, genera nuevos súper-tóxicos[71]. Como las dioxinas[72].
Las dioxinas son las sustancias producidas por los humanos más tóxicas conocidas por la ciencia[73]. Y las incineradoras son la fuente número uno de producción de dioxinas[74]. Eso significa que podríamos detener la principal fuente de emisión de la sustancia más tóxica hecha por los humanos simplemente dejando de quemar la basura. Podríamos detenerla hoy.
Bien, algunas empresas no quieren lidiar con la construcción de vertederos o incineradoras aquí, así que simplemente exportan la eliminación de residuos[75].
¿Y qué hay del reciclaje? ¿El reciclaje de la basura puede ayudar? Sí. El reciclaje ayuda, reduce la generación de basura en este extremo (mundo desarrollado) y reduce la presión de minar y de cosechar nuevas cosas en este otro extremo[76] (Tercer mundo). Sí, sí, sí, todos deberíamos reciclar[77]. Pero reciclar no es suficiente. Reciclar nunca será suficiente. Por un par de razones.
Primero, porque la basura que sale de nuestras casas es sólo la punta del iceberg. Por cada cubo de basura que sacamos de nuestras casas, se generaron 70 cubos de basura corriente arriba (en la fase de producción) sólo para producir la basura que cabe en el cubo que tiramos[78]. Así que aunque pudiéramos reciclar el 100% de nuestra basura doméstica, ésto no llegaría al meollo de la cuestión.
Además, gran parte de la basura no puede ser reciclada, ya sea porque contiene demasiadas sustancias tóxicas, o porque fue diseñada desde el principio para NO poder ser reciclada. Como esos envases de zumo que contienen capas de metal, cartón y plástico pegadas, presionadas juntas. No pueden ser fácilmente separadas para ser recicladas[79].
Así que, como podéis ver, es un sistema en crisis. A lo largo de todo el camino nos topamos con un montón de límites. Desde el cambio climático hasta la pérdida de la felicidad, simplemente esto no funciona.
Pero lo bueno de tener un problema omnipresente es que hay muchos puntos de intervención. Hay personas que están trabajando aquí (Tercer mundo) para salvar los bosques, y aquí (mundo desarrollado) para lograr una producción limpia[80].
Personas que luchan para defender los derechos laborales y el comercio justo y el consumo consciente, y que bloquean los vertederos y las incineradoras de residuos y, lo que es muy importante, que luchan para recuperar nuestro gobierno, para que sea realmente por el pueblo y para el pueblo.
Todo este trabajo tiene una importancia crítica, pero las cosas empezarán a cambiar de verdad cuando veamos las conexiones, cuando veamos el cuadro completo. Cuando las personas a lo largo del sistema nos unamos, podremos recuperar y transformar este sistema lineal en algo nuevo, un sistema que no deseche ni recursos ni personas.