OZ EL GGANDE Y TEGGIBLE
Jesús se estremeció y, lleno de dolor, se acercó al sepulcro. Éste era una cueva con una piedra puesta en la entrada. Dijo Jesús: «Quitad la piedra». Marta dijo: «Señor, ya huele, pues está de cuatro días». Y, cuando hubo rezado, Jesús dijo con voz fuerte: «¡Lázaro, sal fuera!». Y salió el muerto atado de pies y manos con vendas y envuelta la cara en un sudario. Jesús les dijo: «Desatadle para que ande». Evangelio de San Juan (paráfrasis) |