TERCERA PARTE

OZ EL GGANDE Y TEGGIBLE

Jesús se estremeció y, lleno de dolor, se

acercó al sepulcro. Éste era una cueva con una

piedra puesta en la entrada. Dijo Jesús:

«Quitad la piedra».

Marta dijo:

«Señor, ya huele, pues está de cuatro días».

Y, cuando hubo rezado, Jesús dijo con voz fuerte:

«¡Lázaro, sal fuera!». Y salió el muerto

atado de pies y manos con vendas y envuelta

la cara en un sudario.

Jesús les dijo:

«Desatadle para que ande».

Evangelio de San Juan (paráfrasis)