Vendrán, sé que vendrán. ¿Y entonces?
Pensándolo bien, hace años que los espero. Desde aquel momento.
Debería haberlo hecho entonces. Debería haber hecho las cosas de manera que el sol no se pusiera sobre mi vergüenza, el sol de ese mismo día. Debería haber apagado aquella voz falsa, cortado aquella garganta de la que salieron esas perfidias.
Vendrán y me preguntarán por qué. Y les diré que entre hacer y soñar algo no hay diferencia.
Y si no hay diferencia, yo ese algo lo hice mil veces. Mil veces derramé la sangre, mil veces la vi chorrear de cien heridas, mil veces hundí el cuchillo.
Vendrán y querrán saber. Les diré que mi mente nunca se movió de allí, de donde veía mi vida hundirse en la nada. Que yo también morí cuando mi ángel emprendió el vuelo.
Vendrán y tendré que ocultar las mil veces que he soñado con hacerlo.
Con mis propias manos.