Sábado, 4 de agosto, 2001
Primera parte
La excitación de Mike y de Allison frente al reproductor portátil de cintas era comparable a la de dos adolescentes a punto de convocar a un espíritu con una tabla ouija.
Mientras Allison introducía la primera cinta en el compartimento y se disponía a presionar la tecla de reproducción, Mike pensó que era probable que Robert no hubiera dicho nada relevante durante la sesión de hipnosis. Su amigo simplemente podía haber relatado un episodio de Bonanza, o cómo Lassie era atrapada por una trampa para osos.
Allison activó el reproductor.
La cinta echó a correr.
[Skempton]: No es indispensable dormirse por completo, pero si siente sueño, no se resista, es posible que abandone la sensación de bienestar que lo embargará en un momento. Con esto en mente, debe mirarme a los ojos y permitir que agarre sus pulgares… Así. Muy bien.
[Dos minutos de silencio]
[Harrison]: Skempton, ¿será mucho tiempo así? Debería detener la cinta.
[Skempton]: Silencio, por favor.
[Treinta segundos de silencio]
[Skempton]: Sus párpados quieren cerrarse… Sus párpados parecen pesar… Pesan… Sus párpados pesan… Hay niebla frente a sus ojos… Sus párpados pesan… pesan cada vez más, y más… Dentro de poco sus ojos se van a cerrar… va a sentir somnolencia… La niebla se espesa y sus párpados cada vez pesan más… pesan más… más… Pasa el tiempo y sus párpados se hacen más pesados… más y más pesados… los ojos le pican… la niebla le impide ver… ya no ve nada… sus ojos se cierran poco a poco… siguen cerrándose… sus párpados pesan… pesan mucho…
[Pausa]
[Skempton]: Cuando cuente hasta cinco sus ojos van a cerrarse completamente… Uno… sus párpados siguen aumentando de peso… Dos… sus párpados se cierran… Tres… sus párpados se han cerrado y seguirán cerrados… Cuatro… sus párpados pesan como plomo… Cinco… se adormece…
[Veinte segundos de silencio]
[Skempton]: El sueño lo vence… Le resulta imposible no pensar en dormir… Su cuerpo languidece… poco a poco todo se vuelve borroso… sólo escucha mi voz… Tiene sueño… mucho sueño… Siente un deseo irrefrenable de dormir… dormir… dormir… Cada palabra lo adormece… Tiene cada vez más sueño… Se desliza hacia un sueño profundo… muy profundo… Duerme… duerme… duerme…
[Veinte segundos de silencio]
[Skempton]: Duerme profundamente. Ahora está en una sala de cine… Una sala de cine para usted solo… Está viendo una película… una película que cuenta su vida, cada detalle de su vida… la película muestra lo que está ocurriendo aquí, en este momento, mientras usted duerme plácidamente… En este preciso instante, la película comienza a correr hacia atrás… Usted se ve haciendo lo que hizo ayer, en su trabajo… La cinta retrocede… retrocede en el tiempo y usted puede ver con claridad cada uno de los días pasados… Esta película le permite ver el pasado… su pasado… Las imágenes de los días pasan a gran velocidad… pero usted advierte cada detalle… Y así llegamos al día que queremos recordar… allí está usted… agazapado… se ve en la película… ¡se ve con una claridad que le asombra…! Está observando la guardería a la que asistió Lisa Carlson… y recuerda cada detalle… ¿Puede verlo?
[Silencio]
[Skempton]: ¿Puede verlo?
[Robert]: Sí.
[Skempton]: Cuéntenos qué ve…
[Robert]: Más atrás…
[Silencio]
[Skempton]: ¿Ve algo más atrás?
[Robert]: No… más atrás.
[Silencio]
[Robert]: La he dejado en el césped… puedo verlo. Yo… la he dejado en el césped…
[Skempton]: ¿Qué es lo que ha dejado en el césped?
[Robert]: La llave inglesa. Está allí… en el césped…
[Skempton]: ¿Ha llevado una llave inglesa a la guardería? ¿Con qué propósito?
[Robert]: Para modificar la altura del sillín de mi bicicleta…
[Silencio]
[Harrison] [Apenas audible]: ¿Qué dice?
[Skempton] [Apenas audible]: Está recordando algo, posiblemente de su infancia…
[Harrison] [Apenas audible]: ¿Qué debemos hacer?
[Skempton] [Apenas audible]: Dejarlo hablar, desde luego… Sólo así lograremos que se remita a la fecha que buscamos.
[Harrison] [Apenas audible]: ¿Detengo la cinta?
[Skempton] [Apenas audible]: De ninguna manera… necesitaré una copia de esto… siga grabando.
[Skempton]: Cuéntenos lo que ve… Cuéntenos lo que ve en la película…
[Robert]: Suena el teléfono. Corro hacia él. Es mi madre. Al dejarme caer en el sofá para hablar con ella, la llave inglesa está en mi mano. Sin advertirlo, la dejo caer detrás de un cojín. Luego regreso al jardín delantero de la casa. La llave inglesa no está. Ha desaparecido. Sé que la he dejado sobre el césped. La busco desesperadamente. La busco lejos de la bicicleta y, aun así, no la encuentro. Es… es como si se hubiera esfumado… sólo que está detrás del cojín del sofá. Pero no tengo manera de saberlo.
[Cinco segundos de silencio]
[Robert]: No sé qué hacer. Es la llave inglesa de mi padre. Me tiene prohibido tocar sus herramientas. Me pegará si descubre que he cogido una…
[Cinco segundos de silencio]
[Harrison] [Apenas audible]: ¿Qué ocurre, Skempton? Está llorando…
[Skempton] [Apenas audible]: Sí, es normal. No diga nada más, por favor.
[Skempton]: ¿Qué piensa hacer?
[Robert]: No sé. Mi madre está fuera de la ciudad. A mi padre le gusta beber cuando esta solo. Probablemente regrese borracho, pienso… No tardará en descubrir que ha desaparecido una de sus herramientas. Lo descubrirá tarde o temprano. Y me echará la culpa.
[Sollozos]
[Robert]: Pero hay una solución.
[Skempton]: ¿Qué solución?
[Robert]: Tengo que irme de casa. Irme lejos; donde mi padre no pueda encontrarme.
[Skempton]: ¿Cómo lo hará?
[Robert]: Mi padre regresará borracho. Puedo mantenerme alejado de él esa noche. Al día siguiente podré despedirme de mi madre antes de marcharme. No puedo hacerlo sin verla… sin abrazarla por última vez.
[Sollozos]
[Robert]: Está decidido. Prepararé mis cosas y esperaré al día siguiente. Luego me iré de casa. Me iré a donde mi padre no pueda encontrarme. No voy a permitir que me pegue más. Nunca más.
[Veinte segundos de silencio]
[Se pierde el sonido ambiente]
La tecla de reproducción saltó con un sonido seco.
Allison se dejó caer contra el respaldo del sofá.
—Dios mío —murmuró.
Mike se masajeó los ojos con los dedos, luego el puente de la nariz.
—No sé si quiero seguir escuchando.
—Tenías razón en cuanto a la grabación —dijo Allison—. La experiencia debió de ser sumamente traumática para Robert.
—Quizás más de lo que imaginamos.
—¿Qué tal un poco de café?
—Vendría bien.
Allison salió rumbo a la cocina y Mike permaneció pensativo. Ahora conocían la razón por la que Robert había decidido irse de su casa. Podía resultar una razón estúpida para un adulto (aunque a Mike no le resultaba para nada estúpida), pero no para un niño. Conociendo a Ralph, sabía de lo que podía ser capaz. Coincidía al cien por cien con su amigo en cuanto a las consecuencias que podía acarrear la pérdida de una simple herramienta.
Cuando Mike conoció a Robert, se había sorprendido, y luego maravillado, por el modo meticuloso en que trabajaba su mente. Funcionaba paso a paso, sin dejar cosas inconclusas detrás, concentrada en hacer todo cuanto fuera necesario. Si cogía un objeto de la alacena, Robert la cerraba, independientemente de si debía devolver el objeto a su sitio segundos después. Lo mismo hacía con las luces de la casa: nunca las dejaba encendidas si no hacían falta. Y la razón era simple: Podía olvidarlas encendidas. Solía explicar el motivo con naturalidad, como si olvidar una luz encendida o la puerta de la alacena abierta pudiera acarrear una tragedia.
El asunto es que, tratándose de Ralph, así era exactamente.
Ralph no era una persona meticulosa, ni mucho menos; la realidad es que la mayoría de esas cuestiones en las que Robert ponía tanta atención pasaban normalmente desapercibidas para su padre. Pero, de vez en cuando, Ralph advertía algo fuera de lugar… y eso era suficiente.
Era difícil saber si la mente de Robert presentaba una predisposición para analizar su vida cotidiana con la meticulosidad con la que lo hacía, o si esto era una consecuencia del modo en que había sido criado. Seguramente se trataba de esto último, o una combinación de ambas cosas. Las personas, en especial cuando son niños, se adaptan a casi cualquier situación.
Allison regresó con dos tazas de café.
Aún faltaba responder algunas preguntas. Por ejemplo: si Robert había decidido marcharse de casa, ¿por qué había regresado? ¿Qué ocurrió esa noche cuando volvió Ralph?
Tras dar vuelta a la cinta, siguieron escuchando…