8

—¿Hola?

—Randy, soy Matt…

—¿Cómo estás?

—De maravilla.

—Se te nota eufórico. ¿Aún sigues bajo el efecto de Brenda?

—Estuve con Andrea.

—¿Con quién?

—Andrea Green, ¿recuerdas que te hablé de ella?

—Ah, sí. ¿Qué pasa?

—Creo que muy pronto alguien se llevará el premio gordo.

—¡Felicidades!

—Gracias.

—Supongo que no me has llamado sólo para contarme eso.

—No.

—¿Entonces?

—Randy, olvidé preguntarte… ¿Has podido hablarles de mí?

—Aún no. No he tenido ocasión. Pero he oído que habrá una operación importante. No sé mucho, pero puede ser una buena oportunidad.

—Háblales de mí, Randy, por favor.

—Sabes que lo haré, primo. Siempre me he preocupado por ti. Creo haber sido yo quien te concedió una noche con Brenda Shiller…

—Claro. Gracias, Randy.

—De nada. Y respecto a la muchacha Green: buena maniobra. ¡Nada se compara con anotar en la primera entrada!

Ambos rieron y se despidieron.