A los que viajaron hasta la isla de Blackwell mientras permanecía encerrada en ella y que son ya parte de esta isla: Antonia Kerrigan, Rosa Montero, Luis Antonio Muñoz, Jorge Eduardo Benavides, Carmen Posadas, Gabriela Llanos, Juana Erice, Ana Belén Castillejo, Ana Lirón, Carlota del Amo, Miguel Ángel Lamata y Luisa González Arrollo.
A mi madre, por seguir soñando conmigo.
A mi editor, Alberto Marcos, por su lectura cuidadosa del texto y de los personajes.
A David Trías, por confiar desde el principio en esta historia.
A Charles Dickens… por todo.